Naciones Unidas, 3 may (PL) El secretario general de la ONU, Ban
Ki-moon, lamentó hoy la muerte de decenas de personas la víspera en
Odessa, Ucrania, donde grupos fascistas incendiaron una instalación con
federalistas refugiados en su interior.
En un mensaje, el diplomático calificó de trágicos los incidentes,
trasladó sus condolencias a los familiares de las víctimas y demandó
investigaciones.
Organizaciones neonazis participan junto a
militares en una ofensiva ordenada por el gobierno de facto contra
sectores populares que reclaman en el sureste ucraniano la
federalización y se ponen a las autoridades que tomaron el poder en Kiev
tras el derrocamiento, en febrero pasado, del presidente electo Víktor
Yanukóvich.
Ban dio la bienvenida a la liberación de
observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en
Europa (OSCE), detenidos a finales de abril por milicianos en Slaviansk,
oriente del país, bajo sospecha de espionaje.
El Secretario
General pidió responsabilidades penales por la captura y detención de
los monitores, y agradeció las gestiones para su libertad, entre ellas
las realizadas por Rusia.
Además, reiteró sus llamados a la
solución pacífica a la crisis en Ucrania, devenida enfrentamiento
político entre Moscú y occidente.
Rusia rechaza a las
autoridades interinas -las cuales considera fruto de un golpe de Estado-
y su ofensiva contra los federalistas.
Por su parte, Estados
Unidos y la Unión Europea respaldan al nuevo Gobierno en Kiev, y
establecieron sanciones económicas contra Moscú, a la que acusan de
promover la rebelión en el sureste del país.
La víspera, el
representante permanente ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, denunció el
apoyo de occidente a la represión, postura que tildó de obstáculo para
cualquier negociación.
"Occidente corta los caminos a la
solución pacífica, al respaldar a las autoridades de Kiev en su violenta
arremetida contra las protestas", advirtió el embajador.
pgh/wmr |
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