LA GUERRA CONTRA EL ESTADO ISLÁMICO Y EL NEGOCIO DE LOS CONTRATISTAS MILITARES
A principios de esta semana, “Stars and Stripes” (Barras y Estrellas), el periódico y sitio web dirigido por el Pentágono, publicó un artículo llamando a los contratistas militares para combatir al Estado Islámico o ISIL y proporcionar nuevos servicios en Irak.
Es decir, ofreció nuevas posibilidades de negocio a los ejércitos de mercenarios privados y similares.
Según informó el Wall Street Journal en febrero de 2014, había más de 5.000 “especialistas privados” trabajando en Irak.
“Cientos de contratistas que trabajan para grandes empresas de defensa de Estados Unidos están asumiendo un papel cada vez más amplio en la ayuda militar a Irak en su lucha contra los insurgentes islamistas”, escribió Dion Nissenbaum.
“En todo Irak, los especialistas militares están ayudando a los militares iraquíes a mantener su creciente número de aviones no tripulados de vigilancia, helicópteros de ataque y misiles de gran alcance. Miles de empleados más apoyan al gobierno de Estados Unidos ejerciendo como guardias de seguridad, analistas, choferes y cocineros”
“La tarea militar, de hecho, se ha externalizado en Irak” dijo el analista Steven Schooner, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington.
Por lo visto, el negocio privado de la guerra está, más que nunca, en auge, bajo el paraguas del Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, el hombre que embaucó a medio mundo hace casi 6 años con su hipnótico y vacío “yes we can”…
Y es que el Pentágono ha convertido las rivalidades sectarias violentas de Irak en una inmensa oportunidad de negocio, que resulta altamente lucrativo para la floreciente industria de los mercenarios y los contratistas privados y que ha florecido a la estela de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
La guerra recientemente “declarada” de Obama contra el Estado Islámico, llega en el momento oportuno para los contratistas
De 2008 a 2013, según datos facilitados a la Comisión de Bolsa y Valores, los empleos aportados por los cinco mayores contratistas de defensa de Estados Unidos experimentaron una caída del 14%.
Lockheed Martin Corporation, el mayor contratista de defensa del mundo, redujo su fuerza laboral en un 20%, según informó International Business Times en agosto.
La guerra contra el Estado Islámico que ahora se está gestando, sin duda restaurará la pérdida de ingresos y proporcionará de nuevo los puestos de trabajo perdidos estos últimos años.
¿O es que aún hay gente tan tonta como para pensar que esta intervención se realiza por motivos “humanitarios”?
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