¿Cuauhtémoc Cárdenas busca que lo vuelvan a querer en las marchas?

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Elisa Alanís Zurutuza 24/11/2014 01:39

El ingeniero Cárdenas está muy activo. Eso podría resultarle positivo si no fuera porque, en los últimos días, pasa de una declaración temeraria a otra.
El fin de semana subió a las redes un video para pedir: “La liberación de los jóvenes arbitrariamente detenidos el pasado 20 de noviembre en las inmediaciones del Zócalo, que han sido remitidos a penales de alta seguridad donde evidentemente no corresponde. Esta es una arbitrariedad que el Estado mexicano está obligado a corregir”.
Cuauhtémoc hace referencia a quienes la PGR acusa de cometer: homicidio en grado de tentativa, asociación delictuosa y motín. Los tres, delitos federales graves.
Se puede entender que, como muchos, tenga dudas fundadas de que los detenidos sean en verdad los delincuentes. En una situación tan convulsa como la del jueves por la noche, nunca se puede descartar que uno o más de los consignados no sean los encapuchados que se lanzaron con todo contra los granaderos.
Pero juzgar y prejuzgar que no tienen nada que ver con los violentos, sí parece temerario.
Al menos en los 50 minutos que pudimos ver, en varios canales de televisión, hubo grupos organizados que lastimaron, agredieron con piedras y palos,  fabricaron y aventaron explosivos.
Con su afirmación, Cuauhtémoc Cárdenas los convierte de inmediato en presos políticos.
Los que se cubren el rostro y la identidad no pueden ser presos políticos. Preso político sería, acaso, Gerardo Fernández Noroña si lo arrestaran por gritar consignas en contra del Presidente. Pero los que hieren y destruyen, esos, no los son. De que hay delincuentes, los hay. Ahí están las imágenes que seguramente constituyen pruebas.
Que esas personas se encuentren detenidas bajo graves acusaciones significa que un juez federal determinó que existen elementos para iniciarles un proceso.
Habría que esperar. La CNDH está investigando también posibles detenciones arbitrarias. No es tiempo de defensas políticas en YouTube. Si Cuauhtémoc tiene pruebas de lo que afirma, que las presente. Es tiempo de defensas jurídicas.
Y si se comprueba fehacientemente que uno, cuatro o los once consignados son los violentos, ¿el ingeniero seguirá diciendo que deben ser puestos en libertad?
Supongo que no.
La coherencia ha sido uno de los rasgos de Cuauhtémoc Cárdenas. No se debe olvidar que, ni siquiera en los graves momentos de 1988, cuando había más que indicios sobre el fraude electoral que le dio el triunfo a Carlos Salinas de Gortari, él nunca apeló a la ruptura del orden institucional.
Cuesta entender qué es lo que está buscando ahora. Cuesta entender que en un lapso de una semana pida lo mismo la renuncia del recién elegido presidente de su partido, Carlos Navarrete, que la libertad de acusados de asociación delictuosa.
Quizá lo que está buscando es congraciarse con esos grupos radicales que lo menosprecian, lo agreden en las manifestaciones y lo equiparan con lo peor de la clase política mexicana.
Quizá lo que Cárdenas está buscando es que lo vuelvan a querer en las marchas.
                Twitter: @elisaalanis