jueves, 4 de diciembre de 2014

Peña no acabará con violencia “generalizada” si no protege a periodistas cuya labor es informar

Peña no acabará con violencia “generalizada” si no protege a periodistas cuya labor es informar
Por:  / 4 diciembre, 2014
Violencia y periodismo en México
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(4 de diciembre, 2014).- La presidenta, Malén Aznárez, y el secretario general, Christophe Deloire, de la organización Reporteros Sin Fronteras, señalaron ayer en una editorial del diario El País que, a pesar de que Enrique Peña Nieto afirmó que su gobierno no cejará hasta que se haga justicia tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, lo cierto es que “las autoridades del país no podrán acabar con la violencia generalizada sin que se proteja a los periodistas, cuya labor consiste en mostrar al país tal cual es y no como se sueña que sea”.
“Presa de una especie de esquizofrenia en su culmen, México lleva a cabo una ´diplomacia de los derechos humanos´ muy convincente en el ámbito multilateral, pero sigue siendo demasiado pasivo en su territorio frente a los crímenes cometidos contra periodistas. ¿Dónde están las promesas del Gobierno en lo que se refiere a su protección y a la lucha contra la impunidad?”, refirieron los defensores de los derechos de periodistas en el mundo. 
Y aunque México no es un escenario de conflicto armado o guerra, señala la organización, México es una de las naciones más peligrosas para la prensa, debido a que en el continente americano es el país donde se asesinan a más periodistas “en ejercicio de sus labores”.
De acuerdo con la base de datos de RSF, en el periodo enero del 2000 y septiembre de 2014, se registraron 81 casos de periodistas asesinados y al menos 17 desaparecidos que posiblemente fueron víctimas por su actividad profesional. El más reciente fue el director de la revista Nueva Prensa, José Antonio Gamboa Uria, quie fue localizado sin vida el 23 de octubre, es el séptimo en lo que va del año. “La complicidad del crimen organizado con algunas autoridades políticas y administrativas locales obstaculiza el buen Gobierno y la justicia a todos los niveles en el país”, explica Reporteros Sin Fronteras. 
“Numerosas investigaciones sobre los asesinatos se han cerrado deprisa o, por el contrario, se han visto frenadas debido a la lentitud burocrática, como en el caso de la periodista María Esther Aguilar Cansimbe, corresponsal del diario Cambio en el estado de Michoacán, quien desapareció el 11 de noviembre de 2009. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el 89% de los crímenes cometidos contra periodistas permanecen impunes. Ni la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión ni el Mecanismo para la Protección de Periodistas y de defensores de los derechos humanos han logrado que la situación mejore”, precisa.  
“El mecanismo no posee la eficacia, la flexibilidad ni la rapidez que se requieren para responder a las necesidades de los periodistas en peligro. Respecto a la fiscalía, desde 2006 su trabajo sólo ha dado como resultado una sentencia, pese al número alarmante de agresiones cometidas. Es realmente inaceptable”, agrega. 
Y finaliza: “No es hora ya de promesas sin futuro frente a la comunidad internacional, sino de acción y resultados. Es necesario que exista una verdadera voluntad política de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como medios humanos y financieros. De lo contrario, a fuerza de no decir nada, retomando las palabras de Martin Niemöller, ´ya no quedará nadie para protestar´. Será demasiado tarde”.

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