sábado, 13 de febrero de 2016

Un acto histórico fue el encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca ortodoxo ruso Cirilo I,


Un acto histórico fue el encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca ortodoxo ruso Cirilo I, quienes antes de iniciar el encuentro se abrazaron en la sala presidencial del aeropuerto José Martí de La Habana, en Cuba. Ésta fue la primera reunión de los líderes de las dos iglesias tras el cisma de 1054.
“Finalmente. Está claro que esto es la voluntad de Dios”, expresó el jerarca de la Iglesia católica al inicio de la reunión con el líder ortodoxo, quien externó: “ahora las cosas son más fáciles”.
Los líderes se sentaron en unas sillas blancas y con los intérpretes al lado, Francisco y Cirilo comenzaron a dialogar ante los fotógrafos y cámaras, al inicio sin la ayuda de la traducción.
“Ha sido un encuentro muy querido, tanto por mí como por mi hermano Cirilo”, manifestó el Vicario de Cristo.
Ambos señalaron que en esta época turbadora se necesita el diálogo interreligioso; “las diferencias en comprensión de las verdades religiosas no deben impedir que las personas de diversas religiones vivan en paz y armonía”.
Destacaron que los intentos de justificar actos criminales por consignas religiosas son inaceptables: “ningún crimen puede ser cometido en el nombre de Dios”.
En una declaración conjunta, el Sumo Pontífice y el Patriarca convocaron a la unidad y externaron que no pueden permanecer indiferentes ante desafíos que requieren una respuesta conjunta.
Manifestaron que, en las circunstancias actuales, los líderes religiosos tienen la responsabilidad de educar a su rebaño en el espíritu de respeto por las creencias de aquellos que pertenecen a otras tradiciones religiosas.
“No somos competidores, sino hermanos: debemos arrancar de este concepto ejecutando todas actividades relacionadas con nuestros lazos y contactos con el mundo exterior. Instamos a los católicos y a los ortodoxos de todo el mundo para aprender a vivir juntos en paz, amor y armonía unos con otros”, expusieron.
Los religiosos resaltaron que dirigirán su atención a las regiones del mundo donde los cristianos están sometidos a persecución, como es el caso de Oriente Medio y África del Norte.
“En Siria e Irak esta violencia ha cobrado miles de vidas, dejando sin hogares y medios de vida a unos millones de personas. Hacemos un llamado a la comunidad internacional a unirse para poner fin a la violencia y al terrorismo y al mismo tiempo, a través del diálogo a contribuir a la pronta obtención de la paz civil. Se requiere una ayuda humanitaria de gran escala para el pueblo que sufre, y para muchos refugiados en los países vecinos”, consideraron.
Pidieron a todos los países involucrados en la lucha contra el terrorismo, acciones responsables y prudentes.
“Hacemos un llamado a todos los cristianos y a todos los creyentes en Dios para rezar al Señor Creador y Providente que cuida el mundo, que guarde su creación de la destrucción y no permita una nueva guerra mundial. Para que la paz sea duradera y fiable”, resaltaron.
También pidieron respetar el derecho a la vida; se manifestaron contra la eutanasia y el uso de las tecnologías biomédicas de reproducción. Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, calificó el encuentro como histórico y en un clima de alegría.
En conferencia, ya en México, dijo que el Papa se refirió al encuentro como “un diálogo entre hermanos, no entre obispos”. Ambos representantes religiosos se ofrecieron obsequios. El Patriarca regaló una imagen de Nuestra Señora de Kazán, mientras que el Papa obsequió un Cáliz de plata.

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