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Una diputada mexicana declara que “los gais no deberían existir”
Elena Reina Muñoz
"Yo estoy criada con unas costumbres diferentes. Provengo de un pueblo indígena donde tenemos unos valores distintos. Pero respeto la libertad de cada uno y los derechos humanos", ha explicado la diputada. Sobre sus declaraciones ha querido matizar, de una manera algo confusa, que lo que quiso decir es que no le gusta la palabra gay, que prefiere no usarla, que cuando dijo que no quería que "existieran" se refería al término, no a las personas. Y en cada pausa, ha pedido de nuevo perdón: "A México y a mi partido". Pérez ha probado el coste político que implica discriminar a la comunidad homosexual.
Yo estoy criada con unas costumbres diferentes. Provengo de un pueblo indígena donde tenemos unos valores distintos
Pérez no ha sido la única funcionaria que ha tenido que enfrentar el reproche colectivo por hacer declaraciones homófobas. El que fuera gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, señaló en 2010: "Para mí, un matrimonio es de un hombre y una mujer (...) Al otro todavía no le he perdido el asquito". La Conapred le abrió un expediente, pero se perdió en el olvido. En 2013 una diputada local de Puebla, Ana María Jiménez, apuntó: "Sólo debe considerarse como matrimonio aquellas relaciones en las que los integrantes sostienen relaciones sexuales mirándose a la cara".
Siete de cada 10 homosexuales consideran que no se respetan sus derechos y cuatro de cada 10 mexicanos no estarían dispuestos a convivir con gais
La Conapred ha vuelto a recordar, a raíz de la polémica desatada por Pérez, que "El Artículo Primero Constitucional prohíbe explícitamente toda forma de discriminación en México, incluyendo aquella motivada por las preferencias sexuales". Y le ha pedido a la diputada que "se abstenga de realizar expresiones o comentarios que atenten contra la dignidad de las personas de la diversidad sexual".
El organismo advierte que siete de cada 10 homosexuales consideran que no se respetan sus derechos y cuatro de cada 10 mexicanos no estarían dispuestos a convivir con gais. "La discriminación es el problema más grave para cuatro de cada 10 personas homosexuales con un nivel económico muy bajo. Las que pertenecen a niveles económicos altos, consideran que su principal problema consiste en la falta de aceptación de los demás", explica la Conapred.
En este contexto Candelaria Pérez ha puesto el dedo en la llaga. Mientras salía alegre de la Cámara de Diputados estatal olvidó para quién trabaja: "Pido disculpas a todas aquellas personas con diferentes preferencias sexuales". Y este lunes quiso añadir: "Si uno de mis nietos me saliera así, tendría que quererlo igual".
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