Banco Expropiado "La Canica": Una antigua sucursal de Bankia en Lavapiés, ocupada por proyectos de economía social. Victoria!
Un fuerte abrazo, a los compañeros de La Canica, y mucho ánimo para seguir adelante. Estaremos atentos para apoyaros en lo que humildemente podamos.
Otra economía es posible, y empieza hoy y en nuestra casa!
Salud!
_____________
Una antigua sucursal de Bankia en Lavapiés, ocupada por proyectos de economía social | Periódico Diagonal 14.10.2016
El Banco Expropiado La Canica albergará la red de intercambio del mismo nombre y la Red Solidaria de Economía de Barrio.
Calle Huerta del Bayo, número 2 (Madrid). Esta sucursal de Bankia en Lavapiés ha
sido una de las oficinas bancarias que ha sufrido más acciones de las
Asambleas de Vivienda. En ella, desde 2012 los activistas consiguieron
paralizar decenas de desahucios y conseguir otros tantos alquileres
sociales. Un par de años después, Bankia decidió cerrar las puertas de
esta oficina.
La
pasada semana, el local que albergaba esta oficina de Bankia ha vuelto a
abrir sus puertas, pero convertido en el espacio liberado Banco Expropiado La Canica.
Es “un espacio que albergaba hasta hace no mucho una sucursal de Bankia
y que vecinas y habitantes de diversos barrios utilizan hoy para
avanzar en el, digámoslo así, turbulento proceso autogestionario que
vive la ciudad en los últimos años y empezar a coordinar distintos
proyectos y herramientas sofisticadas que, sin ser muy conocidas, hemos
sabido construir durante todo este tiempo”, explica el comunicado lanzado desde el nuevo espacio liberado de Lavapiés.
“Es interesante poder volver a esta oficina y abrir otro ciclo de movilizaciones precisamente desde un lugar en el que se ha luchado tanto por el acceso vivienda”, explica un participante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) Centro Madrid.
La
oficina de Huerta del Bayo fue escenario de decenas de acciones que la
asamblea de vivienda del barrio puso en marcha para paralizar el
desahucio de Abdul, entre otros muchos. También fue una de las oficinas
que más vivió la campaña ‘Bankia es nuestra’, puesta en marcha en 2013.
Las continuas protestas en la oficina consiguieron que sus directores
fueran trasladados de sucursal y el último año que se mantuvo abierta
fue sin dirección, según explica el participante de PAH Centro Madrid.
Uno de los proyectos que albergará el Banco Expropiado La Canica es precisamente La Canica, una red de intercambio puesta en marcha en distintos barrios de Madrid que utiliza una moneda social alternativa, llamada también ‘canica’, con la que se promueve la creación de cooperativas y medios de producción colectivos.
“Si
La Canica y el Banco Expropiado tienen sentido es, por tanto, porque
–pese a que haya, es cierto, menos manis componemos un enorme mundo
común cuyos recursos o cuya economía cabe pensar como propia”, señala el
comunicado. “Porque los millones de encuentros que se han sucedido
desde 2011 han tenido un sentido”, continúa.
Otro de los proyectos que se alojarán en la oficina de Huerta del Bayo es la Red Solidaria de Economía de Barrio,
que utilizará el espacio para realizar sus compras colectivas. La Red,
que nació en mayo de 2015, agrupa a comerciantes y vecinos del barrio
con el objetivo de evitar las grandes empresas en beneficio del pequeño
comercio.
Leer más: Comenzar a andar con unas monedas para el cambio se ubica en la antigua
____________
Comunicado de La Canica
¿Qué es el Banco Expropiado La Canica? | LA CANICA12.10.2016
Leer más: Comenzar a andar con unas monedas para el cambio se ubica en la antigua
____________
Comunicado de La Canica
¿Qué es el Banco Expropiado La Canica? | LA CANICA12.10.2016
El
Banco Expropiado La Canica es un espacio situado en Lavapiés, Madrid,
en el número 2 de la calle Huerta del Bayo. Un espacio que albergaba
hasta hace no mucho una sucursal de Bankia y que vecinas y habitantes de
diversos barrios utilizan hoy para avanzar en el, digámoslo así,
turbulento proceso autogestionario que vive la ciudad en los últimos
años y empezar a coordinar distintos proyectos y herramientas
sofisticadas que, sin ser muy conocidas, hemos sabido construir durante
todo este tiempo.
Una de ellas es La
Canica, una red de intercambio consolidada desde hace algún tiempo en
diversos barrios, que se ha dotado de una moneda social alternativa al
euro y que está promoviendo ya,
con cierto éxito, la formación de cooperativas y la colectivización de
recursos y medios de producción. Es, en ese sentido, una herramienta que
está siendo muy útil para la organización directa y común de nuestras
vidas, permitiendo que circulen bienes entre nosotras reduciendo nuestra
dependencia del euro y del trabajo asalariado (quien lo probó lo sabe). No es, en cualquier caso, sino una herramienta más dentro
de las muchas que apuntalan ya una economía propia. Madrid cuenta con
grupos de consumo cada vez más coordinados, redes de productoras que se
apoyan mutuamente y vecinas que refuerzan el comercio solidario de
barrio como brillante apuesta de recomposición de la vida social del
territorio. El Banco Expropiado se presenta, por tanto, como un espacio
de cruce de tan buenas iniciativas con el propósito, ambicioso pero nada
loco, de que el movimiento popular, organizado, desobediente y amoroso,
se dote a sí mismo de cuantos recursos necesite para su vida en común.
Si
La Canica y el Banco Expropiado tienen sentido es, por tanto, porque
–pese a que haya, es cierto, menos manis– componemos un enorme mundo común cuyos
recursos o cuya economía cabe pensar como propia. Vale decir: porque
los millones de encuentros que se han sucedido desde 2011 han tenido un
sentido, porque existe un afecto común, porque nuestras habilidades
organizativas siguen intactas y porque tenemos comprobado que podemos
llegar lejísimos. Porque, en fin, el tejido asambleario y autoorganizado
sólo puede pensarse como irreversible y permanentemente interconectado.
La asamblea de vivienda de Lavapiés, sin ir más lejos, dejó fritos a un
par de directores de esta misma sucursal, paró un buen número de
desahucios de hipotecas asociadas a ella y firmó varios alquileres
sociales en el pulido suelo que hoy pisamos. PAHs y asambleas de
vivienda han (¡hemos!) colaborado en una espantada bancaria y, sobre
todo, hemos apuntalado su descrédito social. Ampliar nuestra cosecha
expropiando un par de bancos en cada barrio puede ser, desde luego, una
buena manera de disfrutar nuestras victorias.
Y
desde aquí enviamos cien besos a las compañeras de la Bankarrota en
Moratalaz, y por supuesto otros cien a las del Banc Expropiat en Gràcia,
quienes supieron generar un terremoto feliz cuyos efectos resuenan hoy
en el Banco Expropiado La Canica.
Veamos dónde resuenan mañana.
bancoexpropiado.lacanica@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario