La mano derecha de Trump: su ideología
28.11.2016
El nuevo consejero principal del presidente hará de Trump el líder mundial de los movimientos de derecha.
Steve Bannon se ha convertido en jefe de estrategia y asesor principal
del presidente Donald Trump. Es Bannon quien estará a cargo del
componente ideológico del nuevo presidente y de su administración, así
como del componente de los medios de comunicación. Anteriormente Bannon,
de 62 años, gestionó la campaña de Trump, que resultó exitosa. El
equipo de Bannon trabajó con el electorado en las redes sociales,
utilizando activamente el potencial de los equipos de memes, especialmente los de orientación de derecha-alternativa.
Steve Bannon nació en una familia católica
irlandesa. También sirvió en el ejército. Bannon tiene varios títulos
universitarios, incluyendo uno de la Universidad de Harvard. Comenzó su
carrera como banquero de inversión de Goldman Sachs, y luego se trasladó
a la esfera de los medios de comunicación. El proyecto más grande
encabezado por Bannon es el sitio web de noticias Breitbart News.
Gracias al activismo de Bannon, este recurso ganó reputación como una
plataforma para la difusión de las opiniones de la oposición de la
derecha-alternativa y de la oposición a la corrección política, malsana
en opinión de muchos norteamericanos blancos (y no sólo).
Steve Bannon representa una mezcla bastante
compleja de ideologías que difieren fuertemente de las nociones
tradicionales de "izquierda" y "derecha". Por ejemplo, durante una
entrevista, Bannon se llamaba simultáneamente "leninista" y "pragmático y
capitalista".
El buen capitalismo y el mal capitalismo
"Aquel capitalismo realmente generó una tremenda
riqueza. Y esa riqueza fue realmente distribuida entre una clase media,
una clase media en ascenso, gente que provenía de entornos
verdaderamente obreros y creó lo que realmente llamamos una Pax
Americana", dijo Steve Bannon. Ciertamente, Bannon predica la idea del
mesianismo blanco y de la supremacía americana sobre el resto del mundo.
Este punto es definitivamente diferente de los partidos europeos de la
"Nueva Derecha", para los cuales la diversidad de culturas no implica
competencia por la grandeza.
Según Bannon, después del colapso de la
URSS y en los albores del siglo XXI, el mundo no avanzó, sino que
volvió a la crisis y la degradación. Él cree que estamos a las puertas
de un nuevo conflicto sangriento en el que la civilización cristiana
tendrá que unirse en la lucha por sus creencias y por su propia
existencia, o perecer.
Bannon ve dos trayectorias principales a lo largo
de las cuales el capitalismo “bueno” se degradó después de dar vida a la
ahora menguante prosperidad de la clase media. Por un lado, este es el
capitalismo libertario de la doctrina de Ayn Rand, que convierte a las
personas en mercancías. Bannon utiliza el término "objetivación", que es
comúnmente utilizado por las feministas para describir la
transformación del cuerpo y la sexualidad femenina en una mercancía en
el mundo capitalista, y extiende esta definición a toda la sociedad.
Enfatiza que, en ausencia de alternativas, los jóvenes perciben este
modelo como un cierto tipo de "libertad personal".
Rusia, China y América Latina se han convertido en
los territorios a partir de los cuales se está difundiendo el segundo
tipo de capitalismo degradado, que Bannon llama "cleptocracia". Bannon,
en contraste con los partidos europeos de derecha, critica a Rusia y lo
hace con dureza. Sin embargo, la validez de sus acusaciones no puede ser
negada, al menos en el contexto en el que habla de la naturaleza tribal
del capitalismo, que conduce a la concentración de la riqueza, al
dominio de un grupo social muy pequeño y a la estratificación de la
sociedad, como en el primer caso.
Cuando un establishment nacional
está parcialmente subordinado al capital transnacional y a estrategas
políticos extranjeros, no tiene ningún sentido para el sistema resuelver
problemas en este plano, sino que prefiere comunicarse con "clientes"
que, si es necesario, darán contratos a la "élite nacional" como a un
rebaño de ganado.
El movimiento de la derecha-alternativa y la Fe
Muchos perciben el movimiento de la
derecha-alternativa como ateo, pagano, o en cualquier caso
anticristiano. Bannon refuta esta teoría. Según él, la secularización de
Occidente es la causa indirecta del hecho de que hoy no pueda resistir
al Islam radical y a las organizaciones terroristas prohibidas como el
ISIS. El fascismo islámico está en guerra con el mundo cristiano,
alejando a los cristianos de sus lugares históricos de residencia en el
Medio Oriente, arrojando a decenas de ellos por los acantilados y
cortando sus gargantas. Debido a que prácticamente ya no existe, el
cristianismo occidental ya no puede plantear una resistencia igualmente
feroz a los radicales islámicos.
"Estamos en las etapas muy iniciales de un
conflicto muy brutal y sangriento, que, si la gente en esta sala, la
gente en la iglesia, no se une entre sí y forma realmente lo que siento
es un aspecto de la iglesia militante, para ser capaz realmente no sólo
de permanecer con nuestras creencias, sino de luchar por nuestras
creencias en contra de esta nueva barbarie que está comenzando, que
erradicará completamente todo lo que nos ha sido legado durante los
últimos 2.000, 2.500 años", dijo Steve Bannon durante una conferencia en
el Vaticano en el verano de 2014, cuando los terroristas islámicos aún
no habían alcanzado su apogeo y eran, a causa de la promoción de los
medios occidentales, todavía percibidos como "rebeldes" y "luchadores
por la libertad".
La ausencia de fe hace a los capitalistas modernos
demasiado cínicos y codiciosos, obligándolos a negar la naturaleza
humana en las personas y a percibirla como un accesorio de esta
mercancía. No importa si los capitalistas del "viejo mundo" eran judíos,
protestantes, o cualquier otra cosa, sus creencias religiosas habrían
influido en el curso de los negocios y servido como un freno natural que
ahora ha sido completamente frustrado. Esto está llevando al mundo
entero al abismo.
Bannon y la derecha en Europa
No obstante lo anterior, Bannon considera que la
"nueva derecha" europea y rusa son aliados en la lucha contra el
gobierno mundial. El asesor de Trump y editor en jefe de Breitbart no
apoya el ZOG* ni otras teorías conspiratorias, como él mismo admite,
pero no ignora que la gente "en Nueva York y Davos se siente más cerca
de la gente en Londres y en Berlín que de la gente en Kansas y en
Colorado, y tienen más de esa mentalidad de la élite que va a dictar a
todos cómo va a funcionar el mundo".
Esta confrontación con la élite transnacional, de
la que las clases trabajadoras y las clases medias de Europa, Asia y
Estados Unidos están tan cansadas, es el vínculo central entre los
movimientos de centroderecha en todo el mundo. La gente está cansada de
alimentar el sistema financiero mundial con su sudor y su sangre. Esta
es la esencia del movimiento y de las creencias de la
derecha-alternativa de Bannon. Y lo que es más paradójico es que estas
personas han llegado hoy a cumplir el papel de la buena vieja izquierda
marxista, abogando por una distribución más equitativa de la riqueza en
la sociedad. "Así que creo que usted está viendo una reacción global a
un gobierno centralizado", dice Bannon.
Por lo tanto, siendo firmes capitalistas por un
lado y partidarios de la justicia social por el otro, la
derecha-alternativa defiende el matrimonio tradicional y se opone al
aborto, situándose así entre las ideologías de derecha e izquierda. La
dimensión "alternativa" en esto es que la "Nueva Derecha" considera que
los conservadores republicanos del llamado Tea Party son sus oponentes
más que los izquierdistas. No es una coincidencia que el famoso
presentador de televisión conservador Glenn Beck, llamara a Steve
Bannon, "posiblemente el tipo más peligroso de toda la política
estadounidense", y un "ser humano horrible y despreciable".
Rusia, en el umbral del cambio
El hecho de que Bannon haya criticado abiertamente
la cleptocracia rusa demuestra que Trump difícilmente trabajará con las
élites que están dirigiendo el país ahora. Hoy en día, el establishment
ruso son exactamente esos "gatos gordos" y transnacionales contra los
que la nueva derecha americana se ha propuesto luchar. Hoy en día, estas
élites liberales cleptocráticas ya no pueden esconderse bajo la
cobertura de la presión externa o de la hegemonía mundial hostil, como
han estado haciendo con éxito durante décadas. En los últimos años,
Rusia también ha llegado a ser considerada un líder mundial del
movimiento conservador derechista en virtud de sus valores
tradicionales.
Con la llegada de Trump y Bannon a la
Casa Blanca, los médicos políticos rusos de la Sexta Columna ya no serán
capaces de bañarse en los rayos de la gloria de Vladimir Putin como
líder tradicional informal.
Ahora tienen un competidor fuerte cuyo equipo está
trabajando mucho más profesionalmente y está familiarizado con la
última tecnología para promover viralmente objetivos políticos. Sin
lugar a dudas, este competidor está por encima de las cabezas de los
burócratas rusos en materia de imagen y de reputación.
Por lo tanto, si Rusia quiere inspirar a las
fuerzas conservadoras dentro de los estados a luchar por la soberanía
nacional y a superar la división social, o por lo menos estar a la par
con sus nuevos socios y no volver a planes de segunda o tercera, Rusia
tendrá que romper todo el sistema predominante. Pero por ahora,
simplemente no hay persona en el Kremlin que pueda hablar con el nuevo
presidente de Estados Unidos y su consejero.
*Gobierno de Ocupación Sionista (ZOG por sus siglas en inglés: Zionist Occupation Government), o la teoría sobre el control en muchos países e instituciones de las organizaciones sionistas generalmente adscritas al lobby sionista, como por ejemplo la ADL, Liga de Defensa Judía o el Centro Simon Wiesenthal.
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