Según algunas teorías, ya podríamos haber sido conquistados por vidas alienígenas

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En el libro 'Aliens' un grupo de científicos trata de responder a algunas de las preguntas esenciales sobre la posibilidad de un contacto con formas de vida extraterrestre

¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

Hemos lanzado esta pregunta al espacio en múltiples ocasiones, y en cada una de ellas el silencio ha sido la única respuesta.

Aun así, la vida extraterrestre sigue resultándonos algo muy lógico. ¿Cómo no va a haber más seres vivos en el vacío inmenso que rodea a la Tierra?

Esta y otras muchas cuestiones son las que trata de resolver Jim Al-Khalili, físico y editor de Aliens. El libro, que acaba de ser publicado en el mundo anglosajón, es una recopilación de ensayos científicos sobre los diversos problemas que presenta el contacto con otras formas de vida inteligente.

Para empezar, claro, hace falta definir qué es la supuesta "vida inteligente".

En su texto, neurocientífica Anil Seth se pregunta, si un pulpo tiene vida inteligente: ¿y si nos encontramos en la luna de Marte a un ser con tentáculos semi-autónomos y capacidad para cambiar de forma y color lo consideraremos un alien en toda regla?

El tema de la presencia de alienígenas en el espacio ha suscitado siempre mucha especulación, y en él los escritores de ciencia ficción saben casi lo mismo, o más, que los científicos.

Otra de las cuestiones que se abordan en el ensayo es, precisamente, lo mucho que el tratamiento de los extraterrestres en la literatura ha podido decir sobre nosotros mismos.

El matemático y experto en ciencia ficción Ian Stewart plantea que la manera en que tratamos a los aliens dice mucho sobre nuestra tendencia al imperialismo, nuestra forma de aceptar la otredad, etc.

¿Si nos encontraramos una raza extraterrestre menos desarrollada tecnológicamente que nosotros, la someteremos para servir a nuestros propósitos, como ya se hizo con las culturas indígenas de la tierra?

Aunque, según afirma el astrónomo Martin Rees, es posible que esto suceda a la inversa y que incluso ya haya sucedido: en algún momento, las máquinas se apoderarán de la tierra y, aunque en la Tierra la tecnología aun no ha alcanzado el punto de singularidad, es posible que sí lo haya hecho en las civilizaciones alienígenas.

Tal vez, el silencio que percibimos cada vez que nos preguntamos si estamos solos sea la mejor prueba de que no lo estamos.

Tal vez estemos viviendo en una reserva natural, o en un experimento, o en un parque de atracciones para aliens y nosotros seamos los únicos que no se han enterado.

Como revela Aliens, las preguntas en lo tocante a vida inteligente son muchísimas. Algunas inquietantes, otras divertidas, pero todas ellas con algo en común: nos dicen más sobre la sociedad humana que muchos estudios de antropología.

Así que, aunque seguramente nunca tengan respuesta, sigamos haciéndolas.