ESPAÑA: AGRICULTORES ANDALUCES PIDEN TIERRAS EN UN PAÍS DE TERRATENIENTES, DESEMPLEO, CORRUPCIÓN, HAMBRE Y DESAHUCIOS

ESPAÑA: AGRICULTORES ANDALUCES PIDEN TIERRAS EN UN PAÍS DE TERRATENIENTES, DESEMPLEO, CORRUPCIÓN, HAMBRE Y DESAHUCIOS
 


10 diciembre, 2016





Los jornaleros andaluces en España piden al gobierno regional la creación de un banco público de tierras para cultivarlas y así poder combatir las altas tasas de desempleo y temporalidad del trabajo agrícola.
Por otra parte, las provincias de Andalucía son las más castigadas en España por la pobreza y el paro; además es una comunidad donde los terratenientes, descendientes de la “nobleza” y la alta burguesía monárquico-franquista, detentan miles de hectáreas de terreno (fincas de caza, cortijos, haciendas) que podrían proporcionar trabajo y sustento a un elevado porcentaje de familias.
En el siglo XIX, la propiedad de la mayoría de las tierras de Andalucía estaba en manos de la “nobleza”, la monarquía borbónica, la Iglesia y los Ayuntamientos. Duques y duquesas, marqueses y marquesas, condes y condesas, eran dueños de un 60% de las tierras andaluzas.
Dos siglos más tarde, en 2o16, la situación no ha variado en lo esencial. Hoy, junto a la aspiración revolucionaria de «la tierra para quienes la trabajan», las principales reivindicaciones de la sociedad andaluza siguen centrándose en el aumento de salarios, la disminución de la jornada laboral y la entrega de tierras productivas.
Las clases dirigentes europeas (españolas, por tanto) están promoviendo, amparándose en la ideología de la globalización y del neoliberalismo (Banco Mundial, UE, FMI), un retorno del capitalismo más depredador, un ataque premeditado y en toda regla a los escasos avances sociales y laborales conseguidos por los trabajadores, después de siglos de lucha y sufrimiento.
Cuando en el diario “El País” acostumbraban a escribir profesionales independientes y veraces, Carlos Gómez firmó, en Octubre de 1979, un excelente artículo donde bajo el título de “La sombra de los últimos señoritos” denunciaba esta penosa realidad de la Andalucía en la que hoy resido. Aconsejo su lectura.

http://elpais.com/diario/1979/10/16/economia/308876408_850215.html