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¿Cuánto invierte Occidente para difundir su visión del mundo? – Diario Octubre
Octubre
En
el último año, los medios internacionales de comunicación de Rusia
estuvieron bajo la mira de Occidente por brindar una visión alternativa a
la hegemónica.
Han sido acusados de intentar desestabilizar a los países de Europa y Estados Unidos, a través de una supuesta campaña de “desinformación”.
Los medios hegemónicos citan presupuestos colosales asignados a los medios rusos basados en informaciones no verificadas. Al mismo tiempo, omiten comparar las sumas invertidas por naciones occidentales en sus estrategias internacionales de comunicación.
Un artículo publicado en el diario La Nación de Buenos Aires califica a Margarita Simonián, directora de Sputnik y RT, como la cabeza de una “poderosa maquinaria de guerra” que “cuenta con recursos colosales”. Pero una comparación con los medios rusos comparados con los franceses, ingleses y estadounidense demuestran que sus recursos son similares al del servicio mundal de la BBC y mucho menor al que gastan París o Washington en sus medios de alcance internacional.
En 2016, el presupuesto adjudicado a Rossiya Segodnya, a la que pertenece Sputnik, fue de 6.077 millones de rublos, unos 94,5 millones de dólares. Por su parte, RT recibió 17.000 millones de rublos, unos 265 millones de dólares.
La autora de la columna, Luisa Corradini, no duda en citar los informes de la inteligencia estadounidense que consideran a Simonián “la periodista más peligrosa del planeta”. Corradini fue periodista de Radio Francia Internacional (RFI) durante 26 años y escribe desde París.
Sin embargo, el presupuesto de France Médias Monde, el organismo público en el que está incorporada RFI, es de 260 millones de dólares, según un informe del Senado galo. El conglomerado también controla el canal de noticias France 24 (con ediciones en varios idiomas) y posee una importante participación en la señal francófona TV5 Monde. A este último canal, FMM destina 81 millones de dólares.
Por su parte, la Agence France Presse (AFP) recibe una importante subvención del Elíseo. Para 2017, otro informe del Senado indica que el Estado francés tiene previsto transferirle 113 millones de dólares en concepto de subvenciones para sus “misiones de interés general”. A este monto se le deben sumar 23 millones anuales que el Estado paga en abonos por los servicios de la Agencia. En el Consejo de Administración, está representado el Gobierno a través de tres delegados: uno del primer ministro y otros dos de las carteras de Economía y Relaciones Exteriores.
En total, Francia destina más de 470 millones de dólares a sus canales de difusión exterior y a su agencia internacional de noticias.
El gremio de trabajadores de AFP denuncia que “un puñado de millonarios y de grupos industriales dominan la prensa escrita y las cadenas de televisión privadas [de Francia], lo que reduce el pluralismo de la información”. La mitad de los asientos en el directorio de la agencia están ocupados por representantes de la prensa regional y nacional gala, que pujan por bajar el costo de sus abonos a los servicios informativos sin aportar. Por eso, según el sindicato, la independencia determinada por el estatuto de la empresa “se vuelve puramente ficticia”.
Por su parte, la BBC critica la instalación de Sputnik en Edinburgo por el temor de que pueda ser “una herramienta de desinformación”. Pero anunció en noviembre una dotación de 289 millones de libras (352 millones de dólares) en su servicio mundial, con 11 idiomas nuevos y un público objetivo de 500 millones de personas, incluyendo boletines en ruso y versiones destinadas a los países limítrofes de la nación eslava.
En un artículo, la BBC indica que el Gobierno británico aumentó su inversión a cambio de incrementar sus servicios en áreas “que sufren de un ‘déficit democrático’ — una escasez de noticias imparciales”. Bajo esta estrategia de ‘soft power’, Londres busca mantener en alto “la reputación de Gran Bretaña, sus valores y su influencia en el mundo”, según indica en la nota un analista de la cadena.
El Broadcasting Board of Governors, la agencia federal de la que depende Voice of America, recibe para sus distintas operaciones en Cuba, Asia, Medio Oriente y Europa unos 749 millones de dólares según los balances publicados en el sitio de la entidad.
Los 359 millones de dólares que reciben en conjunto RT y Rossiya Segodnya —que incorpora al servicio de noticias RIA Novosti— quedan a la par o muy por debajo de los abultados presupuestos que los Estados Occidentales destinan a los medios que reproducen su visión sobre la realidad. Pero la prensa hegemónica prefiere no hablar de esto.
Han sido acusados de intentar desestabilizar a los países de Europa y Estados Unidos, a través de una supuesta campaña de “desinformación”.
Los medios hegemónicos citan presupuestos colosales asignados a los medios rusos basados en informaciones no verificadas. Al mismo tiempo, omiten comparar las sumas invertidas por naciones occidentales en sus estrategias internacionales de comunicación.
Un artículo publicado en el diario La Nación de Buenos Aires califica a Margarita Simonián, directora de Sputnik y RT, como la cabeza de una “poderosa maquinaria de guerra” que “cuenta con recursos colosales”. Pero una comparación con los medios rusos comparados con los franceses, ingleses y estadounidense demuestran que sus recursos son similares al del servicio mundal de la BBC y mucho menor al que gastan París o Washington en sus medios de alcance internacional.
En 2016, el presupuesto adjudicado a Rossiya Segodnya, a la que pertenece Sputnik, fue de 6.077 millones de rublos, unos 94,5 millones de dólares. Por su parte, RT recibió 17.000 millones de rublos, unos 265 millones de dólares.
La autora de la columna, Luisa Corradini, no duda en citar los informes de la inteligencia estadounidense que consideran a Simonián “la periodista más peligrosa del planeta”. Corradini fue periodista de Radio Francia Internacional (RFI) durante 26 años y escribe desde París.
Sin embargo, el presupuesto de France Médias Monde, el organismo público en el que está incorporada RFI, es de 260 millones de dólares, según un informe del Senado galo. El conglomerado también controla el canal de noticias France 24 (con ediciones en varios idiomas) y posee una importante participación en la señal francófona TV5 Monde. A este último canal, FMM destina 81 millones de dólares.
Por su parte, la Agence France Presse (AFP) recibe una importante subvención del Elíseo. Para 2017, otro informe del Senado indica que el Estado francés tiene previsto transferirle 113 millones de dólares en concepto de subvenciones para sus “misiones de interés general”. A este monto se le deben sumar 23 millones anuales que el Estado paga en abonos por los servicios de la Agencia. En el Consejo de Administración, está representado el Gobierno a través de tres delegados: uno del primer ministro y otros dos de las carteras de Economía y Relaciones Exteriores.
En total, Francia destina más de 470 millones de dólares a sus canales de difusión exterior y a su agencia internacional de noticias.
El gremio de trabajadores de AFP denuncia que “un puñado de millonarios y de grupos industriales dominan la prensa escrita y las cadenas de televisión privadas [de Francia], lo que reduce el pluralismo de la información”. La mitad de los asientos en el directorio de la agencia están ocupados por representantes de la prensa regional y nacional gala, que pujan por bajar el costo de sus abonos a los servicios informativos sin aportar. Por eso, según el sindicato, la independencia determinada por el estatuto de la empresa “se vuelve puramente ficticia”.
Por su parte, la BBC critica la instalación de Sputnik en Edinburgo por el temor de que pueda ser “una herramienta de desinformación”. Pero anunció en noviembre una dotación de 289 millones de libras (352 millones de dólares) en su servicio mundial, con 11 idiomas nuevos y un público objetivo de 500 millones de personas, incluyendo boletines en ruso y versiones destinadas a los países limítrofes de la nación eslava.
En un artículo, la BBC indica que el Gobierno británico aumentó su inversión a cambio de incrementar sus servicios en áreas “que sufren de un ‘déficit democrático’ — una escasez de noticias imparciales”. Bajo esta estrategia de ‘soft power’, Londres busca mantener en alto “la reputación de Gran Bretaña, sus valores y su influencia en el mundo”, según indica en la nota un analista de la cadena.
El Broadcasting Board of Governors, la agencia federal de la que depende Voice of America, recibe para sus distintas operaciones en Cuba, Asia, Medio Oriente y Europa unos 749 millones de dólares según los balances publicados en el sitio de la entidad.
Los 359 millones de dólares que reciben en conjunto RT y Rossiya Segodnya —que incorpora al servicio de noticias RIA Novosti— quedan a la par o muy por debajo de los abultados presupuestos que los Estados Occidentales destinan a los medios que reproducen su visión sobre la realidad. Pero la prensa hegemónica prefiere no hablar de esto.
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