Cómo Estados Unidos puede actuar rápidamente para evitar el genocidio en la República Centroafricana
http://nationalinterest.org/feature/how-america-can-act-fast-avert-genocide-the-central-african-22367
Hoy el presidente Faustin-Archange Touadera de la República Centroafricana (RCA) pedirá a las Naciones Unidas que lo ayuden a poner fin a la crisis en su país.
En la superficie, es una venta difícil, dado cuántos conflictos en todo
el mundo exigen atención internacional, y cuán pocos intereses tienen
los Estados Unidos en la empobrecida nación africana. Pero ignorar la RCA sería un grave error porque un pequeño compromiso ahora podría prevenir la desestabilización regional , calmar una creciente crisis humanitaria y quizás incluso evitar el genocidio.
Aunque no es la primera página de los periódicos y revistas, la violencia ha aumentado terriblemente en la RCA en 2017. Una misión de mantenimiento de la paz de la ONU, conocida como MINUSCA, ya está en el terreno. La misión consiste en más de diez mil soldados encargados de proteger a los civiles y apoyar el proceso de paz, pero se extiende sobre un país del tamaño de Francia. En lo que va del año, más de medio millón de personas han huido del país y otras seiscientas mil están internamente desplazadas. El mes pasado, el jefe humanitario de la ONU, Stephen O'Brien, advirtió sobre las primeras señales de genocidio y los combatientes continúan atacando a los civiles en base a su religión y etnia. La elección democrática del presidente Touadera en 2016, esperanza de paz y desarrollo después de décadas de disturbios, pero sin asistencia internacional adicional, la creciente violencia en la RCA podría aumentar aún más y extenderse a través de las fronteras.
En las próximas semanas, el secretario general de la ONU, António Guterres, pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU que fortalezca a MINUSCA entre mil y dos mil soldados, lo que podría hacer una verdadera diferencia en la capacidad de la misión de proteger a los civiles de todo el país. Francia y Estados Unidos -que estaban detrás de la creación de la misión de mantenimiento de la paz en la República Centroafricana en 2014- deberían apoyar este llamamiento, a menos que la espiral de violencia exija una intervención internacional aún más amplia y costosa. Para los Estados Unidos en particular -que ha pedido que se recorten los presupuestos de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz-, la República Centroafricana representa una oportunidad para demostrar que las demandas de recortes del embajador Nikki Haley se refieren a presupuestos inteligentes y no a quemaduras. Pero para que las fuerzas de mantenimiento de la paz sean efectivas, deben cumplirse dos condiciones.
En primer lugar, las fuerzas de paz de la ONU deben comprometerse a actuar con firmeza para proteger a los civiles. La RCA es un medio particularmente peligroso, y la MINUSCA ha sufrido más muertes que cualquier otra misión de la ONU este año. La ONU sólo debe aceptar tropas de países que entienden los riesgos y están dispuestos a asumirlos. Un número menor de tropas de mayor calidad puede tener un impacto mucho mayor que un gran número de fuerzas mal entrenadas o tímidas. El contingente de 150 fuerzas especiales de Portugal en MINUSCA muestra que un pequeño contingente puede hacer una gran diferencia salvando vidas en el terreno, si las tropas tienen las habilidades y la mentalidad adecuadas. Del mismo modo, cuando las tropas muestran un patrón de mal desempeño, la ONU debe enviarlos a casa.
En segundo lugar, la ONU debe ser decidida en sus esfuerzos para poner fin al abuso sexual por parte de las fuerzas de paz. A pesar de la política de tolerancia cero de las Naciones Unidas sobre el abuso sexual, las acusaciones han persistido en contra de varias fuerzas de paz de MINUSCA. El abuso sexual contra los vulnerables centroafricanos por parte de la misma gente enviada para protegerlos es inaceptable. El Secretario General de la ONU, Guterres, celebrará una reunión de alto nivel esta semana, al margen de la Asamblea General de la ONU, para discutir cómo mejorar la rendición de cuentas por el abuso de la fuerza de mantenimiento de la paz, llevar a los perpetradores a la justicia y apoyar mejor a las víctimas. Estas discusiones de alto nivel deben ser complementadas con acciones concretas sobre el terreno, incluyendo investigaciones más rápidas, informes más transparentes, mejor alcance comunitario y envío de tropas ofensivas en el hogar.
Los pacificadores son un paso esencial para proteger a los civiles en la RCA, pero las tropas por sí solas no pueden abordar las raíces de la crisis. Además de fortalecer a MINUSCA, la comunidad internacional debe invertir en esfuerzos para resolver los agravios políticos que permitieron la violencia. Los recientes acontecimientos positivos muestran que el Presidente Touadera está tratando de elevar las comunidades no representadas y trabajar con otros gobiernos africanos en los esfuerzos de mediación para restaurar la paz. El apoyo internacional a estos enfoques es esencial, así como un mayor apoyo financiero para los esfuerzos de reconciliación local que abordan los temores y necesidades de las comunidades religiosas y étnicas.
África Central ha sufrido demasiadas atrocidades en los últimos años, pero donde Estados Unidos ha ayudado a dirigir los esfuerzos internacionales, la respuesta mundial ha salvado vidas. En las próximas semanas, Estados Unidos y otros países deben trabajar para evitar una crisis pendiente en la República Centroafricana que, si se deja sola, podría degenerar en genocidio.
Aditi Gorur es el director del programa Protección de Civiles en Conflicto en el centro no partidario de Stimson.
Aunque no es la primera página de los periódicos y revistas, la violencia ha aumentado terriblemente en la RCA en 2017. Una misión de mantenimiento de la paz de la ONU, conocida como MINUSCA, ya está en el terreno. La misión consiste en más de diez mil soldados encargados de proteger a los civiles y apoyar el proceso de paz, pero se extiende sobre un país del tamaño de Francia. En lo que va del año, más de medio millón de personas han huido del país y otras seiscientas mil están internamente desplazadas. El mes pasado, el jefe humanitario de la ONU, Stephen O'Brien, advirtió sobre las primeras señales de genocidio y los combatientes continúan atacando a los civiles en base a su religión y etnia. La elección democrática del presidente Touadera en 2016, esperanza de paz y desarrollo después de décadas de disturbios, pero sin asistencia internacional adicional, la creciente violencia en la RCA podría aumentar aún más y extenderse a través de las fronteras.
En las próximas semanas, el secretario general de la ONU, António Guterres, pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU que fortalezca a MINUSCA entre mil y dos mil soldados, lo que podría hacer una verdadera diferencia en la capacidad de la misión de proteger a los civiles de todo el país. Francia y Estados Unidos -que estaban detrás de la creación de la misión de mantenimiento de la paz en la República Centroafricana en 2014- deberían apoyar este llamamiento, a menos que la espiral de violencia exija una intervención internacional aún más amplia y costosa. Para los Estados Unidos en particular -que ha pedido que se recorten los presupuestos de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz-, la República Centroafricana representa una oportunidad para demostrar que las demandas de recortes del embajador Nikki Haley se refieren a presupuestos inteligentes y no a quemaduras. Pero para que las fuerzas de mantenimiento de la paz sean efectivas, deben cumplirse dos condiciones.
En primer lugar, las fuerzas de paz de la ONU deben comprometerse a actuar con firmeza para proteger a los civiles. La RCA es un medio particularmente peligroso, y la MINUSCA ha sufrido más muertes que cualquier otra misión de la ONU este año. La ONU sólo debe aceptar tropas de países que entienden los riesgos y están dispuestos a asumirlos. Un número menor de tropas de mayor calidad puede tener un impacto mucho mayor que un gran número de fuerzas mal entrenadas o tímidas. El contingente de 150 fuerzas especiales de Portugal en MINUSCA muestra que un pequeño contingente puede hacer una gran diferencia salvando vidas en el terreno, si las tropas tienen las habilidades y la mentalidad adecuadas. Del mismo modo, cuando las tropas muestran un patrón de mal desempeño, la ONU debe enviarlos a casa.
En segundo lugar, la ONU debe ser decidida en sus esfuerzos para poner fin al abuso sexual por parte de las fuerzas de paz. A pesar de la política de tolerancia cero de las Naciones Unidas sobre el abuso sexual, las acusaciones han persistido en contra de varias fuerzas de paz de MINUSCA. El abuso sexual contra los vulnerables centroafricanos por parte de la misma gente enviada para protegerlos es inaceptable. El Secretario General de la ONU, Guterres, celebrará una reunión de alto nivel esta semana, al margen de la Asamblea General de la ONU, para discutir cómo mejorar la rendición de cuentas por el abuso de la fuerza de mantenimiento de la paz, llevar a los perpetradores a la justicia y apoyar mejor a las víctimas. Estas discusiones de alto nivel deben ser complementadas con acciones concretas sobre el terreno, incluyendo investigaciones más rápidas, informes más transparentes, mejor alcance comunitario y envío de tropas ofensivas en el hogar.
Los pacificadores son un paso esencial para proteger a los civiles en la RCA, pero las tropas por sí solas no pueden abordar las raíces de la crisis. Además de fortalecer a MINUSCA, la comunidad internacional debe invertir en esfuerzos para resolver los agravios políticos que permitieron la violencia. Los recientes acontecimientos positivos muestran que el Presidente Touadera está tratando de elevar las comunidades no representadas y trabajar con otros gobiernos africanos en los esfuerzos de mediación para restaurar la paz. El apoyo internacional a estos enfoques es esencial, así como un mayor apoyo financiero para los esfuerzos de reconciliación local que abordan los temores y necesidades de las comunidades religiosas y étnicas.
África Central ha sufrido demasiadas atrocidades en los últimos años, pero donde Estados Unidos ha ayudado a dirigir los esfuerzos internacionales, la respuesta mundial ha salvado vidas. En las próximas semanas, Estados Unidos y otros países deben trabajar para evitar una crisis pendiente en la República Centroafricana que, si se deja sola, podría degenerar en genocidio.
Aditi Gorur es el director del programa Protección de Civiles en Conflicto en el centro no partidario de Stimson.
Los combatientes armados que pertenecen a la milicia armada 3R apoyan
al guardia mientras que su líder Sadiki está hablando con los medios en
la ciudad de Koui, República Centroafricana, 27 de abril de 2017. Foto
tomada el 27 de abril de 2017 REUTERS / Baz Ratner
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