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Derecho de respuesta de la OTAN, réplica de Manlio Dinucci y comentario de Red Voltaire
Carta de la OTAN a Il Manifesto, diario italiano
A la señora Rangeri [1],Ruego a usted que tome en cuenta que el artículo titulado «L’Italia nella morsa Usa/Nato» [2], publicado el 13 de marzo de 2018, bajo la firma de Manlio Dinucci, contiene informaciones imprecisas y engañosas.
Párrafo 3:
Es falso escribir que:
«La dirección de ese ejercicio [3]» está en manos del JFC-Naples (mando de la OTAN con sede en Lago Patria, Italia), bajo las órdenes del almirante estadounidense James Foggo.»
Es cierto que:
El Mando Marítimo de la OTAN (MARCOM), cuya sede está en Northwood, Gran Bretaña, tiene el mando y control del ejercicio dirigido por el almirante Clive Johnstone.
Párrafo 4:
Es falso escribir que:
«El mismo almirante Foggo explica para qué sirve el ejercicio Dynamic Manta 2018 y nos dice que, después de las dos Guerras Mundiales y de la guerra fría, ha comenzado la “Cuarta Batalla del Atlántico”.»
Por el contrario es cierto que:
En su artículo intitulado «La cuarta batalla del Atlántico», publicado en 2016, el almirante Foggo había proporcionado indicaciones sobre la visión de la OTAN y de Estados Unidos. Esa misma visión, sin embargo, no puede ser utilizada para “explicar” el ejercicio Dynamic Manta 2018. La remito a usted a lo que publicó MARCOM sobre el Dynamic Manta 2018 en su sitio web mc.nato.int.
Párrafo 6:
Es falso decir que:
«Utilizando su posición de comandante de la OTAN, el almirante estadounidense Foggo prepara en Italia las fuerzas navales de los países miembros de la OTAN en contra de Rusia. Y al mismo tiempo, como comandante de las fuerzas navales de Estados Unidos en Europa, este mismo almirante envía desde Italia la Sexta Flota estadounidense a Juniper Cobra 2018, ejercicio conjunto israelo-estadounidense dirigido principalmente contra Irán.»
Es cierto que:
El almirante Foggo conduce el JFC-Naples en la «preparación, planificación y conducción de operaciones militares que apuntan a preservar la paz, la seguridad y la integridad territorial de los Estados miembros de la Alianza…» Para más amplios detalles puede usted consultar el sitio web del Allied Joint Force Command Naples, en la rúbrica «Mission statement». Además, en la versión inglesa del artículo, utilizar la palabra «Captain» es inapropiado. Por el contrario, es apropiada la utilización de la palabra «Commander». Sobre las competencias nacionales del almirante consulte provechosamente el sitio web www.c6f.navy.mil.
Quería también llamar la atención de usted sobre otra imprecisión que aparece en el mencionado artículo en el último párrafo donde el autor dice que
«Como Scaparrotti es también el Comandante Supremo de todas las fuerzas aliadas en Europa (cargo que siempre ocupa un general estadounidense designado por el presidente de Estados Unidos), el plan incluye la participación de la OTAN, principalmente a través de Italia, como apoyo a Israel en una guerra a gran escala en el Medio Oriente.»
El verdadero concepto es que: El Juniper Cobra es un ejercicio bilateral israelo-estadounidense. Además, toda intervención de la OTAN necesita la aprobación incondicional del Consejo Atlántico. Este es un aspecto importante que el autor pasa completamente por alto.
Aunque aprecio, en su conjunto, el artículo publicado, ruego a usted que rectifique su versión online con las modificaciones antes mencionadas y espero que nuestra colaboración recíproca sea duradera.
Saludos cordiales,
Richard W. Haupt
Capitán de la US Navy, jefe del Servicio de Relaciones Públicas del mando de la OTAN del JFC-Naples con base en Lago Patria, Nápoles.
Respuesta de Manlio Dinucci
Apreciamos la atención que presta la OTAN a nuestro diario. Il Manifesto y yo mismo tomamos nota de la rectificación –la única correcta aunque, francamente, es un simple detalle– sobre el mando específico del ejercicio Dynamic Manta 2018.En cuanto al resto, en todo caso el papel del JFC-Naples de Lago Patria, uno de los dos mandos permanentes de la Fuerza Conjunta de la OTAN a nivel operacional, sigue siendo central bajo las órdenes del almirante estadounidense James Foggo.
Este último [el almirante estadounidense James Foggo] comanda al mismo tiempo las Fuerzas Navales de Estados Unidos para Europa y África así como la Sexta Flota estadounidense, cuya área de responsabilidad cubre la mitad del Océano Atlántico y mares adyacentes, incluyendo el Mediterráneo.
El 26 de febrero, en un seminario en Noruega, el almirante habló de «Cuarta Batalla del Atlántico» contra «submarinos rusos cada vez más sofisticados que amenazan las líneas de comunicación marítima entre Estados Unidos y Europa» [4].
Como esas líneas pasan también por el Mediterráneo, el ejercicio Dynamic Manta 2018 entra en esa «visión de Estados Unidos y la OTAN». Visión que es falsa. ¿Qué pruebas hay de que haya submarinos rusos emboscados, listos a hundir los barcos que circulan por las líneas marítimas entre Europa y Estados Unidos?
Es falso también que el JFC-Naples tenga como misión la «preparación, planificación y conducción de operaciones militares que apuntan a preservar la paz, la seguridad y la integridad territorial de los Estados miembros de la Alianza». Basta con recordar las guerras con las que la OTAN destruyó 2 Estados –Yugoslavia y Libia– que no representaban ninguna amenaza para los miembros de la alianza atlántica.
Sobre la presencia del general Scaparrotti en el ejercicio conjunto de Israel y Estados Unidos (ejercicio al que Foggo envió el buque insignia de la Sexta Flota), sería ingenuo ignorar que [el almirante Foggo] no sólo es el comandante del Mando de Estados Unidos en Europa sino que es al mismo tiempo el Comandante Supremo de las fuerzas aliadas en Europa.
Por simple curiosidad, ¿en base a qué norma siempre tiene que ser «tradicionalmente un comandante estadounidense»?
Nuevamente agradezco a usted su atención hacia nuestro trabajo.
Manlio Dinucci
Observación de la Red Voltaire
Es totalmente falso escribir que «Toda intervención de la OTAN necesita la aprobación incondicional del Consejo Atlántico. Este es un aspecto importante que el autor pasa completamente por alto».En efecto, y se trata de un punto muy importante, el bombardeo contra Trípoli –la capital de Libia– por parte de la OTAN no sólo violaba la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que otorgaba un mandato para proteger a la población civil. También violaba los estatutos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Nunca, absolutamente nunca, el Consejo del Atlántico Norte dio su aprobación para perpetrar aquella masacre, que costó la vida a cerca de 40 000 personas, masivamente civiles.
El hecho que Estados Unidos y algunos de sus aliados hayan pisoteado de esa manera los derechos de los demás aliados en el seno de la OTAN dice mucho sobre la realidad de esa seudo alianza.
Thierry Meyssan
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