En su papel de banco central, la Reserva Federal (Fed) de Estados
Unidos (EU) tiene a su cargo la política monetaria de ese país, la cual
instrumenta a través de las decisiones de su Comité Federal de Mercado
Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés). En términos generales, la
política monetaria busca incidir sobre la demanda agregada a través de
la regulación de las condiciones monetarias del sistema financiero; esto
es, la liquidez en la economía.
Para regular la liquidez del sistema financiero, el FOMC dispone de varios instrumentos, siendo el principal la tasa de fondos federales. Ésta es la tasa a la cual los bancos de EU se prestan entre sí el dinero que tienen depositado en la propia Fed, con el fin de cubrir sus faltantes de recursos al final de las operaciones diarias —mercado overnight—.
Este sistema, en apariencia complejo, en realidad funciona de manera sencilla: Todos los bancos comerciales deben terminar sus operaciones diarias con un balance equilibrado entre sus activos y pasivos. Esto significa que todos los créditos otorgados deben estar debidamente fondeados; si un banco tiene un faltante al cierre de sus operaciones, debe cubrirlo al finalizar a través de un préstamo al plazo de un día (overnight) otorgado por otro banco, con recursos depositados en la Fed. Por el contrario, si un banco termina el día con recursos líquidos excedentes, debe invertirlos a través de un préstamo overnight a un banco con balance deficitario.
Si el FOMC decide incrementar su objetivo para la tasa de fondos federales, que es a la que se efectúan los créditos interbancarios overnight, los bancos tienen un claro incentivo para reducir sus créditos, a fin de evitar incurrir en faltantes de fondeo al final del día. Si se toma en cuenta que en EU hay casi 6,800 bancos registrados, la tasa de fondos federales se vuelve la principal tasa de referencia de la Fed, dentro de un mecanismo muy efectivo para reducir la liquidez en la economía y combatir presiones inflacionarias (política monetaria restrictiva).
En sentido contrario, si el FOMC reduce la tasa objetivo de fondos federales, se tiene un impacto expansivo en el crédito que estimula la demanda agregada y favorece el crecimiento económico (política monetaria expansiva). Ese fue el caso entre 2007 y 2015, cuando, después de varios descensos abruptos, la tasa referencial de la Fed se estabilizó en 0.25%, lo que prácticamente llevó a cero el costo del dinero.
En virtud de la recuperación económica de EU, a partir de diciembre de 2015 la Fed ha mantenido un proceso continuo, pero paulatino, de alzas en su principal tasa de referencia.
Actualmente, la tasa de fondos federales se ubica en 2.0%, un aumento de 1.75 puntos porcentuales, distribuido a lo largo de dos años y ocho meses.
En contraste con el Banco de México, cuya única responsabilidad es preservar el poder adquisitivo de la moneda a través de mantener la inflación baja y estable, la Fed tiene, además, la obligación de promover el pleno empleo. Este doble mandato explica la cautela del FOMC en la transición de una política monetaria expansiva hacia una política monetaria neutral en la cual, coexistirían las condiciones de baja inflación y pleno empleo.
Con las buenas cifras económicas que presenta EU (crecimiento económico superior al 4.0% anualizado, tasa desempleo alrededor del 4.0% y una inflación subyacente ligeramente superior al objetivo de 2.0% de la Fed), el consenso del mercado anticipa para la reunión del FOMC del 26 de septiembre, una alza de ¼ de punto porcentual que dejaría la tasa de fondos federales en 2.25% anual; el 19 de diciembre habría un incremento adicional para cerrar el año en 2.50%. Se estima que a lo largo de 2019 continuará el proceso de normalización monetaria en EU hasta alcanzar la tasa de política monetaria neutral, que debe encontrarse entre 3.0% y 3.5 por ciento.
Llama al 01-800-2262668 o síguenos en Twitter: @bancomultiva o ingresa a www.multiva.com.mx
Para regular la liquidez del sistema financiero, el FOMC dispone de varios instrumentos, siendo el principal la tasa de fondos federales. Ésta es la tasa a la cual los bancos de EU se prestan entre sí el dinero que tienen depositado en la propia Fed, con el fin de cubrir sus faltantes de recursos al final de las operaciones diarias —mercado overnight—.
Este sistema, en apariencia complejo, en realidad funciona de manera sencilla: Todos los bancos comerciales deben terminar sus operaciones diarias con un balance equilibrado entre sus activos y pasivos. Esto significa que todos los créditos otorgados deben estar debidamente fondeados; si un banco tiene un faltante al cierre de sus operaciones, debe cubrirlo al finalizar a través de un préstamo al plazo de un día (overnight) otorgado por otro banco, con recursos depositados en la Fed. Por el contrario, si un banco termina el día con recursos líquidos excedentes, debe invertirlos a través de un préstamo overnight a un banco con balance deficitario.
Si el FOMC decide incrementar su objetivo para la tasa de fondos federales, que es a la que se efectúan los créditos interbancarios overnight, los bancos tienen un claro incentivo para reducir sus créditos, a fin de evitar incurrir en faltantes de fondeo al final del día. Si se toma en cuenta que en EU hay casi 6,800 bancos registrados, la tasa de fondos federales se vuelve la principal tasa de referencia de la Fed, dentro de un mecanismo muy efectivo para reducir la liquidez en la economía y combatir presiones inflacionarias (política monetaria restrictiva).
En sentido contrario, si el FOMC reduce la tasa objetivo de fondos federales, se tiene un impacto expansivo en el crédito que estimula la demanda agregada y favorece el crecimiento económico (política monetaria expansiva). Ese fue el caso entre 2007 y 2015, cuando, después de varios descensos abruptos, la tasa referencial de la Fed se estabilizó en 0.25%, lo que prácticamente llevó a cero el costo del dinero.
En virtud de la recuperación económica de EU, a partir de diciembre de 2015 la Fed ha mantenido un proceso continuo, pero paulatino, de alzas en su principal tasa de referencia.
Actualmente, la tasa de fondos federales se ubica en 2.0%, un aumento de 1.75 puntos porcentuales, distribuido a lo largo de dos años y ocho meses.
En contraste con el Banco de México, cuya única responsabilidad es preservar el poder adquisitivo de la moneda a través de mantener la inflación baja y estable, la Fed tiene, además, la obligación de promover el pleno empleo. Este doble mandato explica la cautela del FOMC en la transición de una política monetaria expansiva hacia una política monetaria neutral en la cual, coexistirían las condiciones de baja inflación y pleno empleo.
Con las buenas cifras económicas que presenta EU (crecimiento económico superior al 4.0% anualizado, tasa desempleo alrededor del 4.0% y una inflación subyacente ligeramente superior al objetivo de 2.0% de la Fed), el consenso del mercado anticipa para la reunión del FOMC del 26 de septiembre, una alza de ¼ de punto porcentual que dejaría la tasa de fondos federales en 2.25% anual; el 19 de diciembre habría un incremento adicional para cerrar el año en 2.50%. Se estima que a lo largo de 2019 continuará el proceso de normalización monetaria en EU hasta alcanzar la tasa de política monetaria neutral, que debe encontrarse entre 3.0% y 3.5 por ciento.
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