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Democracia líquida, la nueva democracia
Opinión Bajío /Elsa Ontiveros*@ElFinanciero_Ba
La democracia líquida, también conocida como la democracia delegativa, es hoy una realidad gracias a los avances tecnológicos.
La
democracia delegativa se podría describir como un híbrido entre la
democracia directa y la democracia representativa, donde las personas le
confían su voto a la decisión de su representante.
Es una realidad que pocos conocemos a nuestros representantes y mucho menos sabemos sus intereses personales.
Confiamos
ciegamente en que si pertenece a cierto partido entonces tendrá que
actuar de cierta forma, pero estas categorías partidistas dejan a medio
camino muchos temas de suma importancia para la ciudadanía.
Esta
lejanía entre nuestros representantes, su agenda política, sus
intereses personales y su socialización con ciertas temáticas, está
totalmente fuera del control de los ciudadanos.
Y
es justamente en este contexto de interés, a partir de la inconformidad
y la falta de sistemas efectivos de influencia en políticas públicas,
que nace la democracia líquida, bien se dice que todo viene en su
tiempo.
Esta nueva democracia
está basada en una nueva tecnología llamada DAO (Organizaciones
Autónomas Descentralizadas, por sus siglas en inglés) que usa la cadena
de bloques y contratos inteligentes para distribuir automáticamente las
decisiones entre todos los involucrados.
En
este sistema se recuperan aspectos que parecían perdidos en lo que
llamamos “la democracia actúa”, ya que promueve la transparencia, la
inclusión, el interés político a partir de la influencia tangible y
directa, y la responsabilidad de ofrecer votos informados.
En
esta nueva democracia las consultas políticas son públicas, por lo que
ya no requeriríamos de representantes de tiempo completo, pagados con
nuestros impuestos, como lo son senadores o congresistas.
Pero ¿Qué pasa si se realizan
consultas de alteración genética en el DNA? Para temáticas complejas en
las que el ciudadano se sienta no capacitado, este voto se podría
delegar sólo en esta ocasión a algún científico de su confianza o a
alguien que esta persona considere experta en el tema, un “proxy
personal”.
Según David Erns,
fundador de united.vote, la democracia directa o 1.0 sería la vieja
Atenas, la versión 2.0 es lo que enfrentamos hoy, y la democracia 3.0 es
la red de democracia líquida que promueve un gobierno de bajo costo.
*Docente del Departamento de Ciencias
Sociales y Gobierno del Tecnológico de
Monterrey Campus Querétaro.
enontiver@itesm.mx
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