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Irán, símbolo internacional de soberanía y prudencia
Frente
a las afirmaciones de Trump en la ONU y sus amenazas a Irán y a las
naciones libres con grandes males, la realidad no puede ser más
contraria a lo que dice.
Por el contrario, en su discurso ante el máximo organismo, el presidente Hasan Rohani demostró una alta estatura intelectual y espiritual al exponer la visión multilateral del mundo que posee un grueso de países que abogan por la autonomía para dirigir su destino, sin injerencia externa ni bloqueos inmisericordes que afectan la calidad de vida de sus pueblos.
Sus palabras mesuradas, llenas de valentía, en defensa de la nación persa y la paz mundial, y su firme posición ante todo régimen que intente destruir una sociedad milenaria, ratificaron la presencia internacional de Irán como un símbolo de garantía para todos aquellos que desean la justicia social en nuestro orbe.
Cabe destacar la posición de Díaz Canel, presidente de Cuba, quien en su brillante intervención no sólo destacó el rol que cumple el Gobierno iraní contra el terrorismo atacándolo realmente, sino señalando a la Triple Alianza (Estados Unidos, Francia y el Reino Bretaña), como los artífices del extremismo en la región con el fin de consolidar las fronteras artificiales de Israel a través del despojo y la muerte.
La verdad es que el régimen estadounidense quedó solo, sin amigos o aliados que defendieran su violación a la palabra dada, especialmente en la negación al Pacto Nuclear, su oposición a trabajar en el cambio climático, su renuencia al control de armas nucleares, junto a otros convenios sagrados que fueron destruidos con cinismo. En general fue un evento pleno de rechazos que dejaron en evidencia la debilidad y aislamiento del régimen que encarna Trump.
Fue contundente en este efecto el fallo proferido por la corte de La Haya ante una queja formal contra EE.UU.( 16 de julio), debido a la salida de Washington del acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (en ese momento integrado por Reino Unido, Rusia, Francia, EE.UU. y China, más Alemania), reimponiendo sanciones a Teherán pese a que, sin excepción, las instituciones reguladoras habían dado su pleno respaldo a la nación persa por cumplir fielmente todas las indicaciones al respecto.
Dicha Corte ha ordenado a EE.UU. detener los castigos ilegales relacionadas con bienes humanitarios, medicamentos y aviación civil, y ha advertido de que las medidas antiraníes de Washington pueden acarrear consecuencias “irreparables”.
Al respecto, el mandatario iraní ha manifestado que ya no existe ninguna potencia o superpotencia que sea capaz de decidir sobre el futuro de la República Islámica, especialmente al destacar el influyente rol que desempeñaron las tropas del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica(CGRI) y las Fuerzas Armadas en salvaguardar la Revolución Islámica (1979), la independencia y la integridad territorial de Irán durante la época post revolucionaria, en un periodo tan álgido y de intervención despiadada por parte del régimen estadounidense. El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, consideró el fallo de La Haya otro fracaso de un “adicto” a imponer sanciones y “una victoria para el derecho”. Enfatizó sobre la importancia de que la comunidad internacional se enfrente colectivamente al “maléfico unilateralismo” de la Casa Blanca.
Lo anterior confirma las reacciones desprolijas de la Casa Blanca y su no admisión de errores internacionales, las que a raíz de esta condena y en una actuación aún más infantil de su secretario de Estado, Mike Pompeo, ha anunciado que el régimen neoliberal dará por rescindido el tratado de amistad firmado entre Teherán y Washington en 1955, tras denunciar el Ejecutivo iraní que lo están violando permanentemente.
Desafortunadamente para Trump, su gran peón, Arabia saudí, se encuentra en la más baja imagen de eticidad mundial, no únicamente por la atroz represión interna y el genocidio en Yemen, sino por los nuevos acontecimientos que lo excluyen de ser un referente calificado.
Como se conoce, para el dictador Mohammed Bin Salman, heredero al trono, y su padre el rey Salman, no está dando resultado la política exterior de establecer la supremacía de Arabia Saudita para convertirla en el único árbitro de los asuntos árabes y el principal punto de entrada de todas las potencias internacionales en la región, según el académico británico Madawi al-Rasheed. Aún más, la desaparición o muy probable asesinato y desmembración del cuerpo en el propio consulado en Estambul de Jamal Khashoggi, veterano periodista opositor, demuestra la crueldad y la existencia de una estrategia de ejecuciones extrajudiciales.
Algunas de las conclusiones que se extraen son relativas al hundimiento de USA, producto de ataques a todo aquel que se oponga a sus creencias mágicas del destino manifiesto, ideología descartada por la ciencia, la política y la ética de la Humanidad.
Empleando el Geopoder como disciplina predictiva, parece confirmarse que desde Jimmy Carter el tipo de presidente estadounidense ha ido deteriorándose cada vez más, corroborado en las diversas personalidades que encarnan ese poder: un actor hasta un rico mimado, pasando por un engañador o por un hombre que traicionó su raza, el nivel de descenso se confirma con Trump, reflejo de los intereses más perversos de la Corporatocracia.
En las Naciones Unidas quedó claro que la política de las naciones civilizadas es diferente a la Triple Alianza. Rusia o Irán, por ejemplo, no amenazan a países por no plegarse a sus deseos, ni bombardean pueblos enteros para implantar una democracia llena de sangre y crímenes. Se oponen a usar el dólar con el objetivo de bloquear financiera y económicamente a los pueblos para evitar la compra de alimentos y medicinas, ni violando, rompiendo tratados y acuerdos firmados, exclusivamente por ego personal. Asimismo, no ayudando y armando a los terroristas, como lo hace también la Unión Europea, Israel, Arabia Saudí.
Un gobierno democrático aprecia los pueblos por lo que son, por su cultura, tradición y forma de gobierno, sin imponer presidentes, regímenes, o información para inventar falsos eventos que impliquen ocupación ilegal de territorio.
Finalmente cabe destacar con satisfacción la enseñanza sobre la valentía iraní cuando su presidente, Hasan Rohani, ha asegurado que la independiente República Islámica de Irán no permitirá a ninguna potencia decidir sobre su futuro o imponerle su propia voluntad, principio inalterable expuesto durante su intervención ante el XXI Congreso General de Comandantes y Funcionarios del CGRI, en Teherán.
Por el contrario, en su discurso ante el máximo organismo, el presidente Hasan Rohani demostró una alta estatura intelectual y espiritual al exponer la visión multilateral del mundo que posee un grueso de países que abogan por la autonomía para dirigir su destino, sin injerencia externa ni bloqueos inmisericordes que afectan la calidad de vida de sus pueblos.
Sus palabras mesuradas, llenas de valentía, en defensa de la nación persa y la paz mundial, y su firme posición ante todo régimen que intente destruir una sociedad milenaria, ratificaron la presencia internacional de Irán como un símbolo de garantía para todos aquellos que desean la justicia social en nuestro orbe.
Cabe destacar la posición de Díaz Canel, presidente de Cuba, quien en su brillante intervención no sólo destacó el rol que cumple el Gobierno iraní contra el terrorismo atacándolo realmente, sino señalando a la Triple Alianza (Estados Unidos, Francia y el Reino Bretaña), como los artífices del extremismo en la región con el fin de consolidar las fronteras artificiales de Israel a través del despojo y la muerte.
La verdad es que el régimen estadounidense quedó solo, sin amigos o aliados que defendieran su violación a la palabra dada, especialmente en la negación al Pacto Nuclear, su oposición a trabajar en el cambio climático, su renuencia al control de armas nucleares, junto a otros convenios sagrados que fueron destruidos con cinismo. En general fue un evento pleno de rechazos que dejaron en evidencia la debilidad y aislamiento del régimen que encarna Trump.
Fue contundente en este efecto el fallo proferido por la corte de La Haya ante una queja formal contra EE.UU.( 16 de julio), debido a la salida de Washington del acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (en ese momento integrado por Reino Unido, Rusia, Francia, EE.UU. y China, más Alemania), reimponiendo sanciones a Teherán pese a que, sin excepción, las instituciones reguladoras habían dado su pleno respaldo a la nación persa por cumplir fielmente todas las indicaciones al respecto.
Dicha Corte ha ordenado a EE.UU. detener los castigos ilegales relacionadas con bienes humanitarios, medicamentos y aviación civil, y ha advertido de que las medidas antiraníes de Washington pueden acarrear consecuencias “irreparables”.
Al respecto, el mandatario iraní ha manifestado que ya no existe ninguna potencia o superpotencia que sea capaz de decidir sobre el futuro de la República Islámica, especialmente al destacar el influyente rol que desempeñaron las tropas del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica(CGRI) y las Fuerzas Armadas en salvaguardar la Revolución Islámica (1979), la independencia y la integridad territorial de Irán durante la época post revolucionaria, en un periodo tan álgido y de intervención despiadada por parte del régimen estadounidense. El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, consideró el fallo de La Haya otro fracaso de un “adicto” a imponer sanciones y “una victoria para el derecho”. Enfatizó sobre la importancia de que la comunidad internacional se enfrente colectivamente al “maléfico unilateralismo” de la Casa Blanca.
Lo anterior confirma las reacciones desprolijas de la Casa Blanca y su no admisión de errores internacionales, las que a raíz de esta condena y en una actuación aún más infantil de su secretario de Estado, Mike Pompeo, ha anunciado que el régimen neoliberal dará por rescindido el tratado de amistad firmado entre Teherán y Washington en 1955, tras denunciar el Ejecutivo iraní que lo están violando permanentemente.
Desafortunadamente para Trump, su gran peón, Arabia saudí, se encuentra en la más baja imagen de eticidad mundial, no únicamente por la atroz represión interna y el genocidio en Yemen, sino por los nuevos acontecimientos que lo excluyen de ser un referente calificado.
Como se conoce, para el dictador Mohammed Bin Salman, heredero al trono, y su padre el rey Salman, no está dando resultado la política exterior de establecer la supremacía de Arabia Saudita para convertirla en el único árbitro de los asuntos árabes y el principal punto de entrada de todas las potencias internacionales en la región, según el académico británico Madawi al-Rasheed. Aún más, la desaparición o muy probable asesinato y desmembración del cuerpo en el propio consulado en Estambul de Jamal Khashoggi, veterano periodista opositor, demuestra la crueldad y la existencia de una estrategia de ejecuciones extrajudiciales.
Algunas de las conclusiones que se extraen son relativas al hundimiento de USA, producto de ataques a todo aquel que se oponga a sus creencias mágicas del destino manifiesto, ideología descartada por la ciencia, la política y la ética de la Humanidad.
Empleando el Geopoder como disciplina predictiva, parece confirmarse que desde Jimmy Carter el tipo de presidente estadounidense ha ido deteriorándose cada vez más, corroborado en las diversas personalidades que encarnan ese poder: un actor hasta un rico mimado, pasando por un engañador o por un hombre que traicionó su raza, el nivel de descenso se confirma con Trump, reflejo de los intereses más perversos de la Corporatocracia.
En las Naciones Unidas quedó claro que la política de las naciones civilizadas es diferente a la Triple Alianza. Rusia o Irán, por ejemplo, no amenazan a países por no plegarse a sus deseos, ni bombardean pueblos enteros para implantar una democracia llena de sangre y crímenes. Se oponen a usar el dólar con el objetivo de bloquear financiera y económicamente a los pueblos para evitar la compra de alimentos y medicinas, ni violando, rompiendo tratados y acuerdos firmados, exclusivamente por ego personal. Asimismo, no ayudando y armando a los terroristas, como lo hace también la Unión Europea, Israel, Arabia Saudí.
Un gobierno democrático aprecia los pueblos por lo que son, por su cultura, tradición y forma de gobierno, sin imponer presidentes, regímenes, o información para inventar falsos eventos que impliquen ocupación ilegal de territorio.
Finalmente cabe destacar con satisfacción la enseñanza sobre la valentía iraní cuando su presidente, Hasan Rohani, ha asegurado que la independiente República Islámica de Irán no permitirá a ninguna potencia decidir sobre su futuro o imponerle su propia voluntad, principio inalterable expuesto durante su intervención ante el XXI Congreso General de Comandantes y Funcionarios del CGRI, en Teherán.
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