El aumento al salario mínimo de 88.36 a 102.68 pesos y en
estados fronterizos a 176.72 pesos, que se implementará a partir del 1
de enero de 2019, beneficiará directamente solo a los trabajadores
asalariados que ganan uno o menos de dos salarios mínimos, más no a
todos los trabajadores que pagan impuestos y cuentan con prestaciones,
según expertos.
En México, de acuerdo con cifras del IMSS, hay alrededor de
8 millones de trabajadores que ganan entre uno y no más de dos salarios
mínimos. Ellos son quienes verán un beneficio directo en sus ingresos a
partir del próximo 1 de enero.
La situación será distinta para los trabajadores que ganan 3
o más salarios mínimos. El aumento en su sueldos dependerá, en gran
medida, de las condiciones contractuales y/o la renegociación que logren
con su patrón, toda vez que su sueldo cumple con el mínimo establecido
por la ley.
En entrevista para Animal Político, los
economistas Manuel Molano y Jorge Andrés Castañeda; director adjunto, y
coordinador de proyectos del Instituto Mexicano para la Competitividad
(IMCO), respectivamente, explican que aunque este incremento no
impactará de forma negativa en la inflación del país, sí puede traer
otras consecuencias para pequeñas y medianas empresas, además de
incrementar la informalidad laboral.
Advierten que las pequeñas y medianas empresas, que se
dedican a la producción y manejan este tipo de salarios, podrían verse
afectadas pues aunque la producción siga siendo la misma ellos tendrán
que aumentar salarios y pagar más cuotas.
“Esta situación podría obligarlos a pasar a la informalidad para evitar la obligación de incrementar sueldos”, agregan.
Explican que los empleados que ganan más de tres salarios
mínimos podrían renegociar su contrato o llegar a un acuerdo con su
patrón para que se les otorgue un aumento proporcional.
“En algún momento este sector de trabajadores tendrá que
verse beneficiado pero sí dependerá mucho de que la empresa acceda a un
ajuste”.
Quienes no recibirán ningún beneficio por el aumento son
los 30.5 millones de personas que trabajan en el sector informal (cifra
registrada por el Inegi hasta el segundo trimestre de 2018).
Igualmente los trabajadores que reciben sus pagos por honorarios quedan fuera del grupo beneficiado.
Respecto a los efectos negativos que el aumento del salario
podría traer a la inflación del país, los expertos aseguran que el
incremento no perjudicará pues “la inflación es un fenómeno monetario
independiente a los cambios generados en el mercado laboral”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que este
aumento aumentará el consumo porque van a mejorar los ingresos, y las
condiciones sociales y laborales en el país, aseveró, este lunes durante
el anuncio.
“Podría darse un fenómeno migratorio”
Con relación al aumento al salario en los estados
fronterizos a 176.72 pesos, Manuel Molano y Jorge Andrés Castañeda,
plantean que será interesante observar el efecto migratorio que
provocará en esa zona del país.
“El hecho de que en los estados del norte el incremento sea
de más del doble puede ser atractivo para la población del centro y sur
del país, quienes al ver que en su entidad ganarán 70 pesos menos,
decidirán mudarse y laborar en aquella zona”, detalla Castañeda.
Esta situación pondrá a prueba la capacidad de esos estados para ofrecer trabajo y absorber a quienes decidan llegar.
“Se daría un fenómeno migratorio del centro y sur del país
hacia el norte. Consideramos que esta decisión, en parte, es para llenar
posiciones de trabajo en la maquila manual, y un incentivo para que un
buen número de personas se vayan a la frontera”, añade Molano.
El aumento del salario mínimo no combatirá la pobreza
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en México hay 53.4 millones en situación de pobreza, y 9.4 millones en pobreza extrema.
En entrevista, Mario Alberto Becerra Pocoroba, exdiputado y
exintegrante de la Comisión de Hacienda, asegura que la medida “no
cambiará en absoluto la situación de pobreza extrema” en el país.
Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, dijo que con
este aumento se ubica al salario mínimo a la par de la línea de
bienestar individual.
De acuerdo con el Coneval, la línea de bienestar es el
valor total de la canasta alimentaria y de la canasta no alimentaria por
persona al mes. En México, 50 millones de personas perciben ingresos
económicos inferiores al costo de una canasta alimentaria.
El también catedrático de la Escuela Libre de Derecho
resalta el hecho de que Andrés Manuel López Obrador es el primer
presidente en implementar un incremento de esta magnitud apenas
iniciando su periodo.
“No existe ninguna cláusula o estatuto que dicte que los
presidentes deben esperar un cierto periodo para aumentar el salario
mínimo, pero sí es lo recomendable para observar el comportamiento del
mercado antes de tomar una decisión”, explica Becerra Pocoroba.
En el sexenio de Felipe Calderón el salario mínimo registró
un aumento de 13 pesos con 66 centavos y con Enrique Peña Nieto
incrementó alrededor de 28 pesos a lo largo de su administración.
Ambos expresidentes realizaron el aumento de forma gradual y paulatina.
Sin embargo, un aumento tan significativo, como el
presentado este lunes por el presidente López Obrador, no garantiza la
disminución del índice de pobreza pues para garantizar esto, deberían de
atenderse otros problemas como la informalidad y el desempleo.
Por su parte, los académicos del IMCO explican que “hay una
correlación muy alta entre informalidad y pobreza, entre más informal
eres más pobre eres, y menos acceso tienes a muchos servicios, por lo
que un aumento del salario mínimo no solucionará el problema de la
pobreza”.
Canasta básica no aumentaría
Los tres expertos coinciden en que no tendría porque haber aumentos en los precios de los productos de la canasta básica.
“En el caso de que haya aumentos serían únicamente en los
productos de manufactura, toda vez que su mano de obra sería la
beneficiada y por ende los precios de sus productos también crecerían.
No así con los productos de canasta básica”, explica Castañeda.
En general los tres especialistas consideran el aumento
como un signo positivo, que quizá no tuvo que haber sido tan “radical” y
más bien de una forma paulatina además de hacer una diferenciación por
tamaño de empresas entre las más grandes y las más chicas.
Finalizan diciendo que se trata de una medida que tiene
costos y beneficios e implicaciones a las cuales habrá que dar
seguimiento durante los próximos meses.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario