Fuentes
oficiales estadounidenses alegan que Irán probó con éxito un misil
balístico de medio alcance en el sur del país, informó la cadena
norteamericana CNN.
El proyectil, denominado Shahab 3, recorrió el jueves por la noche unos 1000 kilómetros antes de alcanzar exitosamente su objetivo previsto, según afirmaron las fuentes.
La televisión estadounidense ha explicado que la prueba del misil, de fabricación iraní, se llevó a cabo en el marco de un programa para mejorar su alcance y precisión.
Sin embargo, la información aún no ha sido confirmada por las autoridades persas.
Limitar el programa defensivo de misiles de Irán es uno de los principales objetivos de la campaña de “presión máxima” impulsada por la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump.
La Casa Blanca acusa a Teherán, sin prueba alguna, de intentar desarrollar armas atómicas. Sin embargo, Irán rechaza tal alegato y asegura que sus misiles son convencionales y que nunca han sido diseñados para portar ojivas nucleares.
La República Islámica ha dicho siempre que el desarrollo de su programa de misiles se lleva a cabo para defenderse si es necesario y no está dirigido contra otros Estados.
La tensión entre EE.UU. e Irán se ha agudizado debido al aumento del despliegue militar estadounidense en el Golfo Pérsico. Las autoridades persas advierten de que la presencia de las tropas norteamericanas en esta región tan estratégica no ayuda a la seguridad y alertan de que ello, más bien, eleva la posibilidad de que estalle un conflicto no deseado.
La República Islámica aunque insiste en que no quiere un conflicto con ningún país en el Golfo Pérsico, ha advertido que está más que dispuesta para defenderse ante cualquier posible agresión foránea.
ftm/krd/hnb
El proyectil, denominado Shahab 3, recorrió el jueves por la noche unos 1000 kilómetros antes de alcanzar exitosamente su objetivo previsto, según afirmaron las fuentes.
La televisión estadounidense ha explicado que la prueba del misil, de fabricación iraní, se llevó a cabo en el marco de un programa para mejorar su alcance y precisión.
Sin embargo, la información aún no ha sido confirmada por las autoridades persas.
Limitar el programa defensivo de misiles de Irán es uno de los principales objetivos de la campaña de “presión máxima” impulsada por la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump.
La Casa Blanca acusa a Teherán, sin prueba alguna, de intentar desarrollar armas atómicas. Sin embargo, Irán rechaza tal alegato y asegura que sus misiles son convencionales y que nunca han sido diseñados para portar ojivas nucleares.
La República Islámica ha dicho siempre que el desarrollo de su programa de misiles se lleva a cabo para defenderse si es necesario y no está dirigido contra otros Estados.
La tensión entre EE.UU. e Irán se ha agudizado debido al aumento del despliegue militar estadounidense en el Golfo Pérsico. Las autoridades persas advierten de que la presencia de las tropas norteamericanas en esta región tan estratégica no ayuda a la seguridad y alertan de que ello, más bien, eleva la posibilidad de que estalle un conflicto no deseado.
La República Islámica aunque insiste en que no quiere un conflicto con ningún país en el Golfo Pérsico, ha advertido que está más que dispuesta para defenderse ante cualquier posible agresión foránea.
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