La crisis sanitaria en México ha traído olas de desinformación
John M. Ackerman
5-6 minutes
En
México, ¡ni la crisis sanitaria logra frenar a los golpistas! En lugar
de apostarle a la unión para juntos derrotar a la pandemia, un sector de
la oposición más bien ve esta situación como la perfecta oportunidad
para tumbar al presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Es cinismo? ¿Mezquindad? ¿O simple miopía?
La
curva de crecimiento del coronavirus en México es mucho menor que en
otros países como Italia, España o EE.UU., donde la situación ya está
francamente fuera de control.
Ello se debe a que el Gobierno
mexicano ha seguido fielmente las recomendaciones de los expertos y de
la OMS. Por ejemplo, mientras Italia y España esperaron para cerrar las
escuelas y cancelar los eventos públicos hasta que tuvieran 2.000 y
1.000 casos, respectivamente, en México se actuó a partir de los 100
casos.
Después,
a partir de la entrada de la Fase 2 el pasado 24 de marzo se difundió
masivamente la campaña nacional de 'Susana Distancia' y se establecieron
mecanismos para el trabajo desde la casa en los sectores público y
privado.
Posteriormente, el jueves 26 de marzo el Gobierno Federal Suspendió todas sus actividades no esenciales en el país.
Todo
ello logró una reducción del 60 % en la movilidad. Aun así, el lunes,
31 de marzo el Consejo de Salubridad General fue un paso más allá y, sin
esperar hasta entrar oficialmente a la Fase 3, adelantó la declaratoria
formal de emergencia sanitaria nacional.
Durante todo el mes de
abril el sector privado debería suspender sus actividades no
esenciales y también garantizar sus salarios a sus trabajadores. El
Gobierno también ha adelantado el pago de las pensiones a adultos
mayores y becas para estudiantes y otras poblaciones vulnerables. Y se
está reconvirtieron todo el sistema nacional de salud, incluyendo
hospitales públicos, privados y militares, para atender a pacientes con
covid-19.
También se están haciendo las compras del equipamiento
médico necesario para hacer frente al virus e invirtiendo recursos
especiales en la investigación científica.
Es imposible evitar
totalmente los contagios, pero el Gobierno ha actuado a tiempo, con
enorme responsabilidad y siguiendo las recomendaciones de los
científicos.
Pero todo ello no satisface a la oposición
golpista. De manera perversa, se emocionan con cada muerto y se
regocijan con la crisis sanitaria. La ven como su tabla de salvación, su
gran oportunidad para, finalmente, deshacerse de un presidente que,
desde el primer día ha favorecido y privilegiado a los pobres.
México
hoy vive una verdadera pandemia de información falsa y provocaciones
mediáticas que obstaculizan las labores de las autoridades.
La oposición ha dado por muertas de manera errónea a importantes figuras públicas.
Ha sembrado supuestas dudas sobre la veracidad de los datos proporcionados por las autoridades.
Y se ha burlado de la cercanía de Andrés Manuel López Obrador con el pueblo en estos momentos difíciles.
Han
llegado incluso al ridículo extremo de llamar "pederasta" a López
Obrador por haber besado en el cachete a una niña durante una gira
reciente… mucho antes de la entrada a la Fase 2, por cierto.
Eso
sí, López Obrador sigue cercano al pueblo, trabajando, supervisando
obras, animando a la población y otorgando su tradicional conferencia de
prensa 'mañanera'.
El presidente dice que actuar de otra
manera sería dejar "un vacío de poder" que podría ser aprovechado por
los golpistas para retornar al viejo régimen.
La mayoría de los líderes del mundo han tomado otra ruta.
Con
el fin, precisamente, de evitar algún vacío de poder, cierran
fronteras, aumentan la vigilancia a sus ciudadanos, declaran toques de
queda, cancelan elecciones y sacan los militares a las calles.
O,
por lo menos, así ha ocurrido en Bolivia, Chile, EE.UU., Turquía, China,
España, Argentina, Singapur y muchos otros países. Muchos incluso
preguntan si esta crisis marcaría la llegada de un nuevo estado de
excepción permanente para todos y todas en el mundo. Pero en México las
cosas son diferentes.
Durante el último siglo, Mientras la
mayoría de los otros países de América Latina sufrían violentos golpes
de Estado y gobiernos militares, México siempre ha sido la
excepción, con la continuidad de un gobierno civil desde 1934.
Y, a
tono con esta larga tradición libertaria, López Obrador se niega a
esconderse atrás de cuatro paredes o recurrir a la fuerza, sino que
busca mantenerse presente y a cargo de la nación por la vía democrática,
aunque ello ponga en riesgo su vida y también pueda ser considerado "un
mal ejemplo" para la población, que debe estar resguardada en sus casas
hasta que pase la tormenta.
¿Hace bien López Obrador? ¿Qué opinas tú?
Las
declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva
responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de
vista de RT.
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