¡Escándalo! Nuevo reporte revela que las autoridades de Berlín enviaron a niños a vivir con PEDÓFILOS a sabiendas por décadas
Traducido por el equipo de Sott.net en español
Las autoridades de Berlín orquestaron un plan descabellado para poner a los niños de acogida al cuidado de pedófilos conocidos, según un nuevo informe. El plan, ideado por un infame defensor de la pederastia y apoyado por políticos, llegó a su fin apenas recientemente.
El Partido Verde de Berlín pidió el martes una investigación sobre un escándalo masivo de abuso infantil en el que niños de acogida fueron puestos al cuidado de pedófilos por más de 30 años, hasta el 2003. Según un nuevo informe publicado el lunes, las autoridades educativas de la ciudad y el Senado sabían lo que estaba ocurriendo, y la práctica fue "aceptada, apoyada, [y] defendida" por políticos de izquierda y académicos durante los años 70, 80 y 90.
"Hubo y hay redes", dijo la política verde Marianne Burkert-Eulitz al Berliner Zeitung el martes, llamando a los partidos de izquierda SPD y FDP a asumir su responsabilidad en el escándalo.
Burkert-Eulitz y sus compañeros de partido probablemente saben una o dos cosas sobre todo esto. El predecesor del partido, la Lista Alternativa, fue un centro de intercambio de ideologías liberales en los años 70 y 80. En la convención del partido en 1985, un grupo escindido que se llamaba a sí mismo "Gays y Pederastas" exigió la legalización del sexo entre adultos y niños. Los Verdes han pasado casi una década repudiando este sórdido episodio de su historia, pero según el informe del lunes, su actividad fue sólo la punta del iceberg.
La casa de los horrores
Fritz H. era un pedófilo convicto que vivía solo en Berlín Occidental. A pesar de sus antecedentes penales, las autoridades del bienestar juvenil de la ciudad pusieron repetidamente niños a su cuidado. Los primeros llegaron a principios de los 70, y los últimos se fueron en 2003. Los niños, algunos de tan sólo seis o siete años, sufrieron horrores indecibles, con al menos nueve de ellos violados y maltratados, y un niño discapacitado que murió al cuidado de Fritz.
Dos de las víctimas de Fritz han demandado al Estado por su trauma, pero el Senado de Berlín -donde el SPD todavía gobierna como parte de una coalición- les ha negado hasta ahora un juicio, argumentando que la prescripción de los supuestos abusos de Fritz ha expirado.
Fritz no fue el único pedófilo que recibió como regalo, literalmente, a niños vulnerables por parte de las autoridades de Berlín. El informe -compilado por investigadores de la Universidad de Hildesheim después de que las dos víctimas de Fritz se presentaran inicialmente- descubrió que al menos tres pedófilos recibieron niños para cuidarlos, mientras que una red de miembros de alto rango del Instituto Max Planck, la Universidad Libre de Berlín y la Escuela Odenwald en Hesse -donde los niños fueron abusados sexualmente durante décadas- supervisó el programa.
El esquema fue descrito por los investigadores como una "red a través de instituciones educativas", y un anillo con tentáculos más allá de Berlín. El número exacto de víctimas aún se desconoce, y muchos archivos relacionados con la red siguen siendo clasificados por las autoridades de la ciudad y del Estado, pero los investigadores dicen que los servicios sociales permitieron a los pedófilos cazar con impunidad "en toda Alemania".
El médico depravado
En el centro del escándalo está Helmut Kentler, un psicólogo cuyo Centro Pedagógico en Berlín se encargó de poner a los niños en cuidado. La institución de Kentler fue apoyada a finales de los años 60 por el alcalde Willy Brandt, y respondía ante al senador de educación y escuela Carl-Heinz Evers, ante el senador de juventud y deporte Kurt Neubauer y el senador de trabajo y asuntos sociales Kurt Exner. Todos son miembros del SPD, y Brandt se convertiría más tarde en Canciller de Alemania, mientras que los primeros niños llegaron a la casa de Fritz.
En cartas al Senado, Kentler avaló a Fritz como un "experto" en el cuidado de niños. También visitaba regularmente a los niños al cuidado de Fritz y otros pedófilos.
Kentler difícilmente puede ser acusado de engañar a los políticos que confiaban en él. El psicólogo era un abierto defensor de la "pedosexualidad" y pasó toda su carrera profesional abogando por la normalización del sexo con los niños. La pedofilia, declaró en 1999, "puede tener un efecto muy positivo en el desarrollo de la personalidad de un niño". En un libro de 1970 titulado Educación Sexual, argumentó que los padres tienen la responsabilidad de satisfacer las "necesidades sexuales" de sus hijos.
Además, Kentler sabía que sus padres adoptivos pedófilos probablemente tendrían "una relación sexual" con los niños que les enviaba, lo cual se declaró explícitamente en un informe al Senado. Defendió este horror en una audiencia del partido liberal FDP en 1981, diciendo que los padres soportaban a los "chicos idiotas" porque "se enamoraban de ellos". Su declaración no fue cuestionada por los liberales.
Durante la "Revolución Sexual" de los años 60, los académicos de todo el mundo occidental desafiaron las normas sociales de la época. Sin embargo, la era del amor libre y la liberación de la mujer también dio a luz algunas ideas verdaderamente degeneradas, como la de Kentler. Los políticos que apoyaban a Kentler y su institución podían haber pisado el freno en cualquier momento. En cambio, como el informe de la Universidad de Hildesheim describe con horroroso detalle, ayudaron, instigaron y defendieron sus peores excesos.
Tanto Kentler como Fritz, así como los políticos que los apoyaron, están ahora muertos. Los archivos que detallan el alcance total del abuso -que según Burkert-Eulitz se cuentan por miles- están todavía bajo llave en el archivo de la administración de educación de Berlín. El legislador de los Verdes exigió el martes que fueran abiertos, y que el escándalo de los abusos se hiciera público en toda su depravación.
"Nuestras vidas han sido arruinadas", dijo a DW esta semana un sobreviviente de 40 años del abuso de Fritz. "Nunca puedes realmente superarlo", añadió otro.
Kentler, por otro lado, no se arrepintió. En un informe al departamento de familia y juventud del senado en 1988, describió el retorcido juicio como "un completo éxito".
Las autoridades de Berlín orquestaron un plan descabellado para poner a los niños de acogida al cuidado de pedófilos conocidos, según un nuevo informe. El plan, ideado por un infame defensor de la pederastia y apoyado por políticos, llegó a su fin apenas recientemente.
El Partido Verde de Berlín pidió el martes una investigación sobre un escándalo masivo de abuso infantil en el que niños de acogida fueron puestos al cuidado de pedófilos por más de 30 años, hasta el 2003. Según un nuevo informe publicado el lunes, las autoridades educativas de la ciudad y el Senado sabían lo que estaba ocurriendo, y la práctica fue "aceptada, apoyada, [y] defendida" por políticos de izquierda y académicos durante los años 70, 80 y 90.
"Hubo y hay redes", dijo la política verde Marianne Burkert-Eulitz al Berliner Zeitung el martes, llamando a los partidos de izquierda SPD y FDP a asumir su responsabilidad en el escándalo.
Burkert-Eulitz y sus compañeros de partido probablemente saben una o dos cosas sobre todo esto. El predecesor del partido, la Lista Alternativa, fue un centro de intercambio de ideologías liberales en los años 70 y 80. En la convención del partido en 1985, un grupo escindido que se llamaba a sí mismo "Gays y Pederastas" exigió la legalización del sexo entre adultos y niños. Los Verdes han pasado casi una década repudiando este sórdido episodio de su historia, pero según el informe del lunes, su actividad fue sólo la punta del iceberg.
La casa de los horrores
Fritz H. era un pedófilo convicto que vivía solo en Berlín Occidental. A pesar de sus antecedentes penales, las autoridades del bienestar juvenil de la ciudad pusieron repetidamente niños a su cuidado. Los primeros llegaron a principios de los 70, y los últimos se fueron en 2003. Los niños, algunos de tan sólo seis o siete años, sufrieron horrores indecibles, con al menos nueve de ellos violados y maltratados, y un niño discapacitado que murió al cuidado de Fritz.
Dos de las víctimas de Fritz han demandado al Estado por su trauma, pero el Senado de Berlín -donde el SPD todavía gobierna como parte de una coalición- les ha negado hasta ahora un juicio, argumentando que la prescripción de los supuestos abusos de Fritz ha expirado.
Fritz no fue el único pedófilo que recibió como regalo, literalmente, a niños vulnerables por parte de las autoridades de Berlín. El informe -compilado por investigadores de la Universidad de Hildesheim después de que las dos víctimas de Fritz se presentaran inicialmente- descubrió que al menos tres pedófilos recibieron niños para cuidarlos, mientras que una red de miembros de alto rango del Instituto Max Planck, la Universidad Libre de Berlín y la Escuela Odenwald en Hesse -donde los niños fueron abusados sexualmente durante décadas- supervisó el programa.
El esquema fue descrito por los investigadores como una "red a través de instituciones educativas", y un anillo con tentáculos más allá de Berlín. El número exacto de víctimas aún se desconoce, y muchos archivos relacionados con la red siguen siendo clasificados por las autoridades de la ciudad y del Estado, pero los investigadores dicen que los servicios sociales permitieron a los pedófilos cazar con impunidad "en toda Alemania".
El médico depravado
En el centro del escándalo está Helmut Kentler, un psicólogo cuyo Centro Pedagógico en Berlín se encargó de poner a los niños en cuidado. La institución de Kentler fue apoyada a finales de los años 60 por el alcalde Willy Brandt, y respondía ante al senador de educación y escuela Carl-Heinz Evers, ante el senador de juventud y deporte Kurt Neubauer y el senador de trabajo y asuntos sociales Kurt Exner. Todos son miembros del SPD, y Brandt se convertiría más tarde en Canciller de Alemania, mientras que los primeros niños llegaron a la casa de Fritz.
En cartas al Senado, Kentler avaló a Fritz como un "experto" en el cuidado de niños. También visitaba regularmente a los niños al cuidado de Fritz y otros pedófilos.
Kentler difícilmente puede ser acusado de engañar a los políticos que confiaban en él. El psicólogo era un abierto defensor de la "pedosexualidad" y pasó toda su carrera profesional abogando por la normalización del sexo con los niños. La pedofilia, declaró en 1999, "puede tener un efecto muy positivo en el desarrollo de la personalidad de un niño". En un libro de 1970 titulado Educación Sexual, argumentó que los padres tienen la responsabilidad de satisfacer las "necesidades sexuales" de sus hijos.
Además, Kentler sabía que sus padres adoptivos pedófilos probablemente tendrían "una relación sexual" con los niños que les enviaba, lo cual se declaró explícitamente en un informe al Senado. Defendió este horror en una audiencia del partido liberal FDP en 1981, diciendo que los padres soportaban a los "chicos idiotas" porque "se enamoraban de ellos". Su declaración no fue cuestionada por los liberales.
Durante la "Revolución Sexual" de los años 60, los académicos de todo el mundo occidental desafiaron las normas sociales de la época. Sin embargo, la era del amor libre y la liberación de la mujer también dio a luz algunas ideas verdaderamente degeneradas, como la de Kentler. Los políticos que apoyaban a Kentler y su institución podían haber pisado el freno en cualquier momento. En cambio, como el informe de la Universidad de Hildesheim describe con horroroso detalle, ayudaron, instigaron y defendieron sus peores excesos.
Tanto Kentler como Fritz, así como los políticos que los apoyaron, están ahora muertos. Los archivos que detallan el alcance total del abuso -que según Burkert-Eulitz se cuentan por miles- están todavía bajo llave en el archivo de la administración de educación de Berlín. El legislador de los Verdes exigió el martes que fueran abiertos, y que el escándalo de los abusos se hiciera público en toda su depravación.
"Nuestras vidas han sido arruinadas", dijo a DW esta semana un sobreviviente de 40 años del abuso de Fritz. "Nunca puedes realmente superarlo", añadió otro.
Kentler, por otro lado, no se arrepintió. En un informe al departamento de familia y juventud del senado en 1988, describió el retorcido juicio como "un completo éxito".
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