¿‘Pacto por México’ o ‘Pacto para México’?
La
gente acostumbra a ver televisión como si fuese música de fondo o un
circo portátil, en ella encuentran muchas veces el aliciente perfecto
para poder conversar con los demás cuando el ejercicio intelectual es
menospreciado.
Rápidamente percibe los cambios
televisivos que marcan la pauta de sus vidas. No es muy complicado darse
cuenta de la influencia que ejerce.
De pronto dejó de ser bombardeada por
los spots del gobierno anterior, justo cuando ya se habían acostumbrado
a ver a las fuerzas federales respaldando y elogiando al “Gobierno del
Presidente de la República”. Era ese precisamente, el único ejemplo
plausible que utilizaba el gobierno emérito para paliar todo el desastre
del que era corresponsable.
Pero situémonos en el aquí y en el
ahora: es el año 2013, hay nuevo gobierno en Los Pinos y al igual que el
anterior, está jugando una astuta guerra de percepciones.
Se ha decidido minimizar el problema de
la Narcoviolencia, simplemente no hablar de ello, no tocar el tema en la
agenda ni en los medios, y eso a nivel colectivo es percibido como una
señal de que “todo está mejorando”. Aunque en las zonas más azotadas por
este clima de inseguridad esta percepción no exista como tal, tomemos
en cuenta que nuestro país no tiene precisamente una cultura de
información por lo que está pasando, aunado a que se vive en zonas
geográficamente remotas y culturalmente disímbolas, en muchos casos se
llega a percibir las situaciones de otros lugares como “remotas” o
“aisladas”.
Es aquí donde el spoteo del “Pacto por México” es presentado como la panacea que
vendrá a resolverlo todo. Es difícil pensar que todos eso actores
políticos que se percibían antagónicos ahora comulguen por una causa justa.
Pero en los hechos, no representa ninguna novedad, pues la gente ya se
ha acostumbrado a todos los hábitos de la clase política, tanto que ya
no causa extrañez nada de lo que hagan, al contrario, se le considera
‘normal’ y se acepta de forma fatalista.
Las elecciones recientes dieron cuenta
de un clima ríspido entre fuerzas políticas, un clima perfecto para
campañas electorales pero mortal para gobernar. Todos lo sabían y quizá
el acoso y ridiculización de la figura de Peña Nieto se hizo normal en
aquella época (quizá porque parecía derrumbarse) , pero cuando llegó el
tiempo en el que asumió el poder, todo esa voracidad se sublimó en
elogios y adulaciones, y así todos los personajes y grupos se fueron
diluyendo hasta lo insípido, hasta desaparecer sin dejar rastro.
El “Pacto por México” representa un acto
desesperado pero astuto por recuperar el poder temerario de la clase
política, que había alcanzado su mayor “gloria” en la transición
Zedillo-Fox y cuyo villano llegó en la persona de López Obrador. Cuando
AMLO entró a escena, se vivió la mayor crisis, pues el PAN estuvo a
punto de perder la presidencia y el PRI de desaparecer.
De todos es sabida la historia de los
últimos seis años y de cómo el mapa político cambió de forma radical.
Ahora falta saber cuál será el resultado de este pacto y su influencia
en el futuro.
¿Desaparecerá el PAN? ¿El PRD logrará tener respaldo popular? ¿El PRI podrá conquistar el país entero?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario