Renace Myspace ¿podrá volver a ser el gigante que una vez fue?
Escrito por Arturo Loría
Aunque usted no lo crea, Myspace
ha vuelto. El pasado 15 de enero, la mítica red social fue
relanzada con un diseño completamente renovado y nuevas características
que buscan devolverle al sitio el lugar que alguna vez tuvo en Internet.
Ya todos conocemos la trágica historia:
en 2002 Tom Anderson funda su red social que en 2004 se abre al público;
en 2005 el magnate Rupert Murdoch la compra por $580 millones de
dólares, se vuelve la red social más poderosa del momento y, en 2008, el
nuevo vecino, Facebook, la desbanca de una forma terrible. Tras haber
sido vendida por más de medio millón de dólares, Myspace es finalmente
comprada en 2011 por $35 mdd.
Specific Media fueron los encargados de realizar aquella transacción, y entre sus socios, se encuentra el cantante y actor Justin Timberlake, quien le hacía justicia a la ficción tras replicar algo similar a lo que su personaje de la película de 2010, La Red Social, hacía.
Nada tonto, Timberlake decidió
aprovechar su estatus como una de las mayores estrellas pop de la
actualidad y, sabiendo que tenía un vasto público ávido de material
nuevo, relanzó el sitio junto con el anuncio de su nuevo disco, el
primero en seis años.
Así pues, de repente, Myspace tenía de
nuevo la atención mundial, no sólo porque la red social intentaba una
vez más revivir, sino porque con ella, venía el nuevo material del
cantante. Por primera vez en años, el nombre del sitio resonó por medios
impresos y electrónicos.
La presencia de Timberlake y ahora el
resultado final dejan algo muy claro: El nuevo Myspace quiere retomar la
característica que en su momento lo convirtió en un gigante: la música.
Es por ello que en la nueva plantilla de registro se incluyen
profesiones como artista, músico, banda, productor, DJ o periodista,
entre otras.
Sin embargo, el nuevo Myspace ha decidido
apelar también hacia lo visual y su nueva plataforma toma inspiración
(por no decir que copia) modelos como el de Pinterest o la interfaz
Surface, basando su diseño en el uso de “mosaicos”.
¿Funcionará? Es difícil saber si estas
renovaciones le devolverán al Myspace el poder que alguna vez tuvo. De
hecho, es muy difícil de creer. Lo cierto es que en la era post Facebook
no es nada fácil intentar volverse el nuevo gigante de las redes
sociales, más aún si ya lo fuiste una vez y la gente que estaba contigo
ha migrado a otros espacios. Además, pese a la buena fe de estas
renovaciones, lo cierto es que una vez que se ingresa al sitio y se
intenta hacer un registro (o un re-registro si ya se fue una vez parte
de la comunidad Myspace), la web se siente confusa y complicada, además
de vacía.
En caso de tener éxito, Myspace
representaría un caso único en las redes sociales: el de un producto
fallido al que se le supo dar el debido giro; el necesario como para de
nuevo ser consumido por cientos de miles de personas.
Pero ante esta nueva plataforma y el
triste sentido desértico que se respira en Myspace, es difícil
distinguir si en realidad es una red que se ha renovado, o simplemente
un vehículo de promoción para Justin Timberlake y sus intereses.
La pregunta es ¿La sociedad actual necesita de una red social más? ¿La sociedad actual necesita de Myspace?
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