El asteroide y el meteorito
La Navidad vie 15 de febrero de 2013
Nota
del diario El País: “Mientras todo el mundo está pendiente del
asteroide 2012 DA14, de unos 50 metros de diámetro, que pasará cerca de
la Tierra esta noche, otras piedras del cielo se han adelantado cayendo
sobre Siberia. No se trata del mismo objeto, pero los expertos no saben
aún si pueden estar relacionados, porque el meteorito de Siberia puede
que sea un fragmento que se desprendió del asteroide”.
Va más lejos la información de El País: “El 2012 DA14 está siendo seguido con precisión y tanto la NASA como los astrónomos especialistas han descartado que pueda chocar con la Tierra, mientras el de Siberia no se esperaba. ‘Puede ser una coincidencia, pero la probabilidad de que uno tenga que ver con otro es alta, puede que sea un trozo que vaya en la misma órbita’, señala el ingeniero Miguel Belló Mora, expertos en dinámica orbital.
En su editorial, el mismo diario español ha expresado:
“Parece que esta vez nos vamos a librar. Los astrofísicos aseguran que el asteroide 2012 DA14 que hoy pasará ‘rozando’ la Tierra, a 27 mil 700 kilómetros de distancia, no impactará con ella, lo cual es un alivio, pues la caída de un pedrusco como este, de 50 metros de diámetro, provocaría un cráter de 1,5 kilómetros de diámetro y su efecto expansivo podría causar daños muy graves, especialmente si cayera sobre una zona urbana.
Tranquiliza saber que esta vez el asteroide descubierto hace un año se comporta como se esperaba, pero no tanto descubrir algo que, por desconocido, está fuera de nuestros cálculos cotidianos de riesgo: que ahí afuera, merodeando a nuestro alrededor, hay más de 500 mil objetos celestes de entre 50 metros y 1 kilómetro de diámetro. La estadística indica que cada 40 años pasa un asteroide como el DA14 cerca de la Tierra, e impacta en ella cada mil 200. Cuanto mayor es, peores son los daños, claro. En Arizona hay un cráter enorme de un asteroide de 75 metros que impactó hace 50 mil años. Y, llegados a este punto, resulta inevitable pensar en los dinosaurios, esas entrañables criaturas —que, de seguir viviendo entre nosotros, no nos lo parecerían tanto— que probablemente se extinguieron, junto a otras muchas especies, por el impacto de un asteroide de 10 kilómetros de diámetro. Pero eso ocurrió hace 65 millones de años”.
Cientos de heridos en Rusia por los fragmentos de un meteorito asociado a un asteroide deben servir para hacernos entender la fragilidad de nuestra condición de seres mortales.
Va más lejos la información de El País: “El 2012 DA14 está siendo seguido con precisión y tanto la NASA como los astrónomos especialistas han descartado que pueda chocar con la Tierra, mientras el de Siberia no se esperaba. ‘Puede ser una coincidencia, pero la probabilidad de que uno tenga que ver con otro es alta, puede que sea un trozo que vaya en la misma órbita’, señala el ingeniero Miguel Belló Mora, expertos en dinámica orbital.
En su editorial, el mismo diario español ha expresado:
“Parece que esta vez nos vamos a librar. Los astrofísicos aseguran que el asteroide 2012 DA14 que hoy pasará ‘rozando’ la Tierra, a 27 mil 700 kilómetros de distancia, no impactará con ella, lo cual es un alivio, pues la caída de un pedrusco como este, de 50 metros de diámetro, provocaría un cráter de 1,5 kilómetros de diámetro y su efecto expansivo podría causar daños muy graves, especialmente si cayera sobre una zona urbana.
Tranquiliza saber que esta vez el asteroide descubierto hace un año se comporta como se esperaba, pero no tanto descubrir algo que, por desconocido, está fuera de nuestros cálculos cotidianos de riesgo: que ahí afuera, merodeando a nuestro alrededor, hay más de 500 mil objetos celestes de entre 50 metros y 1 kilómetro de diámetro. La estadística indica que cada 40 años pasa un asteroide como el DA14 cerca de la Tierra, e impacta en ella cada mil 200. Cuanto mayor es, peores son los daños, claro. En Arizona hay un cráter enorme de un asteroide de 75 metros que impactó hace 50 mil años. Y, llegados a este punto, resulta inevitable pensar en los dinosaurios, esas entrañables criaturas —que, de seguir viviendo entre nosotros, no nos lo parecerían tanto— que probablemente se extinguieron, junto a otras muchas especies, por el impacto de un asteroide de 10 kilómetros de diámetro. Pero eso ocurrió hace 65 millones de años”.
Cientos de heridos en Rusia por los fragmentos de un meteorito asociado a un asteroide deben servir para hacernos entender la fragilidad de nuestra condición de seres mortales.
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