El Papa permanecerá oculto para el mundo
El papa Benedicto XVI, al despedirse de los obispos y sacerdotes de la diócesis de Roma, dijo que “permanecerá oculto para el mundo” después de que se haga efectiva su renuncia
Pascal Beltrán del Río/ Enviado, EFE, AFP, Andrés Guardiola/ Corresponsal, Notimex y DPA
15/02/2013 06:19
El
adiós. El papa Benedicto XVI está acompañado por el cardenal Agostino
Vallini durante una audiencia con el clero romano. Foto: Reuters
“He notado siempre vuestra presencia física, y aunque me retiro para rezar, sé que siempre estaréis cerca de mí, aunque permanezca oculto para el mundo”, afirmó el Pontífice ante el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini.
En tanto, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, dijo que es probable que Joseph Ratzinger conserve el título de Benedicto XVI, tras su renuncia.
Lombardi, el escudo del Papa
Para los medios, Federico Lombardi es el vocero del papa Benedicto XVI, pero él no duda en sacudirse ese título cada vez que lo cree necesario. “Soy el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede”, le gusta precisar.
Jesuita, de 70 años de edad, Lombardi se ha visto catapultado hacia la primera línea de un Papado controvertido. Por casi siete años ha sido intermediario entre un Pontífice que habla sin temor de lo que sus palabras puedan provocar y una fuente informativa que burbujea ante la polémica.
Tenía apenas tres meses en el cargo cuando el Papa dio una conferencia en la universidad de Ratisbona, en su natal Alemania, que incendió al mundo musulmán.
Benedicto XVI citó una frase de uno de los últimos emperadores bizantinos, quien calificó de malvadas e inhumanas las enseñanzas de Mahoma.
Surgieron protestas en varios países islámicos, como Pakistán, donde la imagen del Papa fue quemada y se desató una persecución contra comunidades cristianas.
Lombardi debió salir a la palestra para decir que el Papa no había querido herir la sensibilidad de los creyentes musulmanes sino que había querido expresar un rechazo a la justificación religiosa de la violencia.
Luego vinieron los escándalos sexuales relacionados con la Iglesia católica, muchos de los cuales se originaron antes del papado de Benedicto XVI. El padre Lombardi debió enfrentar la tormenta y explicar y defender la forma en que la Iglesia manejó los casos, frecuentemente de manera contraria al deseo de las víctimas.
Incluso el pasado remoto de la vida del Papa ha sido tema sobre el que ha tenido que dar explicaciones Lombardi. Por ejemplo, la participación de Joseph Ratzinger en las juventudes hitlerianas, que fue negada por el vocero en 2009, pese a que el Papa había admitido un enrolamiento forzado.
Pero fueron las filtraciones conocidas como VatiLeaks –que se comenzaron a conocer en enero de 2012– las que convirtieron a Federico Lombardi en figura central de cuanto ocurre aquí.
Nacido en la región de Piamonte en 1942, Lombardi estudió matemáticas y teología y, en 1972, se ordenó como sacerdote jesuita. Trabajó como redactor para la revista La civilità cattolica y fungió como superior de la Compañía de Jesús para la provincia de Italia hasta 1990.
En 1991 fue nombrado responsable de programación de Radio Vaticana, estación de la que se convirtió en director en 2005. Ha mantenido ese cargo desde entonces, junto con la dirección de la Oficina de Prensa.
A diferencia de su antecesor en el cargo, el español Joaquín Navarro-Valls –quien fungió por más de dos décadas como vocero del papa Juan Pablo II–, Lombardi no es un hombre que tenga acceso directo a los círculos de poder del Vaticano.
Eso ha hecho que tenga que opinar, contextualizar y explicar los sucesos de interés público de la Santa Sede sin tener la película completa.
Por ejemplo, durante el escándalo de VatiLeaks –la serie de filtraciones que expuso la corrupción en el Vaticano–, Lombardi llegó a negar públicamente hechos que posteriormente se confirmaron, como las pruebas sicológicas hechas a Paolo Gabriele –el mayordomo del Papa, sentenciado posteriormente por robo de documentos— sin que estuviera presente su defensa.
Respuestas como esa han deteriorado la imagen de Lombardi ante los reporteros que cubren el Vaticano, aunque para muchos de ellos el vocero que niega ser vocero hace el mejor trabajo posible para un papado que ha resultado altamente controversial.
Desde el lunes pasado, la tarea de Lombardi se ha complicado. La renuncia del papa Benedicto XVI ha creado un conjunto de interrogantes para las cuales nadie en el Vaticano tiene respuestas –entre otras cosas, por falta de antecedentes históricos—, mucho menos el portavoz papal.
Preguntas como cuál será el título de Joseph Ratzinger una vez que se haga la dimisión o qué tipo de ropa vestirá han sido respondidas de forma contradictoria por parte de Lombardi, quien ha tenido que admitir que “hay cosas que no sé”.
Lo ha hecho con la mezcla de serenidad e ironía que lo caracteriza. Cuando un reportero de televisión lo presionó para que dijera a qué se va a dedicar Ratzinger una vez que viva enclaustrado en su nueva residencia, el vocero le respondió lacónicamente: “¿Y qué quiere que le diga? También tendrá que cenar”.
Para el periodista de la fuente vaticana Andrés Beltramo Álvarez, a Lombardi “le ha tocado un momento histórico, y, como tal, le faltan muchas respuestas a las preguntas que le hacemos. Cosas como el título que usará el Papa renunciante, o si vestirá de blanco, no tienen un mero sentido práctico sino jurídico y simbólico. Por eso en ocasiones tiene que responder evasivamente. Es una situación completamente nueva para él”.
–¿Su ironía es un escudo? –se le pregunta.
–Sí, porque en el Vaticano hay intereses. Prefiere usar la ironía o la ambigüedad para evitar comprometerse.
–¿Ha sido un vocero que refleja los problemas de comunicación de este Papado? ¿Cómo lo compararía con Navarro-Vals?
–Es un vocero funcional para las circunstancias. Navarro-Vals era un portavoz con mucho poder. No se les puede comparar de ninguna manera, pues él tenía acceso directo. Lombardi ha sido un vocero funcional para un Papa que tiene un mensaje que muchas veces no es apreciado por los medios pero que, aun así, lo dice.
“Lombardi es un vocero que interpreta lo menos posible para que el mensaje llegue lo más directo que se pueda. Admiro su paciencia. A pesar de las dificultades que le han tocado, ha hecho un buen trabajo”.
Pontífice se despidió de obispos
Benedicto XVI se despidió ayer de los obispos y sacerdotes de su diócesis, Roma, a los que dijo que, aunque renuncia al papado y quedará “oculto para el mundo”, siempre estará unido a ellos en las plegarias.
“He notado siempre vuestra presencia física y, aunque me retiro para rezar, sé que siempre estaréis cerca de mí, aunque para el mundo permanezca oculto”, afirmó el Papa ante el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, los obispos auxiliares y varios centenares de sacerdotes de la diócesis romana, cuyo titular es él como Obispo de Roma.
El encuentro, celebrado en el Aula Pablo VI del Vaticano, estaba previsto antes de que Benedicto XVI anunciara el pasado día 11 que renunciará al papado el 28 de febrero; por eso adquirió un significado mayor, ya que ha sido la última vez que se reúne con toda su diócesis.
El cardenal Vallini así lo entendió y en su discurso, durante el que se le vio muy emocionado y se le saltaron las lágrimas, dijo que en estos momentos tenían una “mezcla de sentimientos: tristeza y respeto, admiración y añoranza, afecto y orgullo”.
El purpurado destacó la personalidad de Benedicto XVI, de quien resaltó su humildad y que nunca “se ha echado para atrás”.
“En los años de su luminoso pontificado nos ha enseñado muchas cosas importantes para ser discípulos de Cristo y buenos pastores: el testimonio de una vida totalmente entregada a Jesús y a la Iglesia, una fe inquebrantable y valiente”, afirmó.
Monjas en México dan su versión
La directora del colegio Miraflores, sor María Rocío García, negó que el papa Benedicto XVI se viera mermado por enfermedades durante su estancia en México. Aseguró que se notaba rejuvenecido por toda la energía que le inyectó la alegría del pueblo mexicano.
Tras conocer la noticia difundida por el periódico italiano La Stampa, de que el Pontífice sufrió un accidente en el colegio Miraflores de esta ciudad durante su gira guanajuatense de marzo pasado, las monjas de la Congregación Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios se mostraron sorprendidas porque nunca se enteraron de lo ocurrido.
“Yo no puedo decir si es verdad o no es verdad. Ni lo vimos ni nos enteramos. Nomás le servíamos la comida, el Santo Padre se sentaba, hacía su oración de la mañana y nuestra tarea era servirle, y hacíamos la habitación del Santo Padre y no notamos nada”, refirió sor María Rocío García.
Benedicto XVI pasó tres noches en una habitación de este instituto educativo, y según La Stampa, durante la noche, sin poder ver, el religioso se golpeó la cabeza ocasionándose una herida que incluso dejó rastros de sangre en la almohada.
“Como nosotras estábamos en el Noviciado, no estábamos aquí con ellos, puede ser que lo atendiera su doctor que estaba aquí y quedó entre ellos. Y lo he leído y digo, y lo dice uno de los que estaban de séquito y lo publica un diario de Roma y me sorprende muchísimo. Y digo, pues qué raro”.
La directora del colegio Miraflores recordó que el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, no comentó absolutamente nada del presunto accidente, y si algo hubiera ocurrido, las madres se hubieran percatado.
“Y como el Santo Padre tenía aquí su médico, tenía un equipo de especialistas pues a lo mejor estando nosotras durmiendo, de madrugada, que estábamos y nosotros hasta que veníamos a servirle el desayuno no veníamos para acá. Y yo pienso que si hubiera ocurrido hubiera comentado algo el arzobispo y no comentó nada. Si el Santo Padre se cayó, como dice ahí, lo atendieron porque en la mañana no se notó nada. Él entraba y salía normalmente y no le notamos nosotras nada”.
La religiosa española sólo notó que el Papa usaba bastón, pero únicamente durante su estancia en el colegio Miraflores.
Lo llamarán Benedicto XVI
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, apuntó que quizá pueda permanecer el título de Benedicto XVI una vez se haga efectiva la renuncia del Papa el próximo 28 de febrero a las 20:00 horas locales.
En este sentido, ha recordado que Joseph Ratzinger será obispo por siempre, porque es un sacramento, al contrario, que cardenal, que es un título jurídico. Por ello, señaló que se está estudiando si seguirá siendo o no cardenal.
Igualmente, todavía no se ha precisado si Benedicto XVI estará presente o ausente en la ceremonia del que será su sucesor, ya que Lombardi señaló que todavía no hay declaración oficial a este respecto.
Por otro lado, ha recordado que los cardenales que lleguen a Roma para el próximo cónclave no podrán residir en la Casa de Santa Marta hasta el próximo 1 de marzo, cuando ya se haya hecho efectiva la renuncia, y ha precisado que sí participarán en el mismo los dos cardenales que cumplen 85 años.
En todo caso, ha puntualizado que la fecha de este cónclave será anunciada durante la Sede Vacante -la norma establece que sea entre 15 y 20 días después- y que la determinará el decano del Colegio cardenalicio, el Camarlengo y algunos miembros de las congregaciones generales.
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