miércoles, 13 de febrero de 2013

Obama, radiografía de sus promesas

Obama, radiografía de sus promesas

En sus discursos sobre el Estado de la Unión, el mandatario se ha enfocado en el tema del empleo; el Gobierno creó 1.2 millones de plazas, pero no al ritmo que requieren las cifras de desocupación.

Publicado: Miércoles, 13 de febrero de 2013 a las 06:02
Barack Obama redujo el déficit en su primer mandato pero no completamente como se comprometió a hacerlo: expertos. (Foto: AP) Barack Obama redujo el déficit en su primer mandato pero no completamente como se comprometió a hacerlo: expertos. (Foto: AP)

 
NUEVA YORK — Buscando la manera de sacar a Estados Unidos de una espiral económica descendente, el presidente Barack Obama hizo muchas promesas en sus discursos sobre el Estado de la Unión... e incluso ha mantenido muchas de ellas.
Obama tuvo más éxito en impulsar sus objetivos políticos en el Congreso en la primera mitad de su primer mandato, cuando ambas Cámaras estaban bajo el control demócrata. En el momento en que dio su primer discurso ante el Congreso en 2009, ya había asegurado la Ley Estadounidense de Recuperación y Reinversión Económica (American Recovery and Reinvestment Act) y había puesto en marcha un programa para ayudar a los propietarios que enfrentaban ejecuciones hipotecarias.
Para mediados de su primer mandato, batalló con los legisladores para lograr la aprobación de dos piezas de legislación distintivas de su Gobierno que dominaron sus primeros discursos: el cuidado de la salud y la reforma a Wall Street.
Después de eso, su trayectoria se volvió más accidentada a medida que los republicanos en la Cámara de Representantes bloquearon muchos de sus esfuerzos. Tampoco logró muchos progresos en algunos de los mayores problemas que enfrenta la nación, como la reforma a los programas de asistencia social.
He aquí un vistazo a cómo se desempeñó Obama en algunas de las mayores promesas de su primer mandato.
Empleo: La creación de empleo fue un tema central en los cuatro discursos de Obama ante el Congreso. El impulso al empleo estuvo en la raíz de muchas de sus propuestas, que abarcaron campos como la energía, la educación, las exportaciones y la infraestructura.
El proyecto de ley de estímulo de 2009 hizo que el dinero fluyera hacia las industrias de energía limpia e infraestructura, promoviendo la contratación en esas áreas. También proporcionó una red de seguridad financiera a los estados, lo cual mantuvo a los profesores, bomberos y otros trabajadores del Gobierno en sus puestos. Obama presionó para realizar asociaciones con la industria manufacturera y los colegios comunitarios con el fin de preparar a la próxima generación de trabajadores estadounidenses.
Aunque el Gobierno consiguió aprobar unas cuantas leyes menores en el Congreso después de la Ley de Recuperación, Obama no consiguió una legislación general para el empleo en los últimos años de su primer mandato. Y aunque ha puesto mucho énfasis en la reactivación del sector manufacturero -llamándola en su discurso del año pasado "un modelo para una economía que está construida para durar"-, la industria ha perdido 606,000 puestos de trabajo desde su primera toma de posesión.
Aún así, no hay duda de que se crearon empleos durante el Gobierno de Obama. La nación añadió 1.2 millones de empleos desde que asumió el cargo. Eso es aún más impresionante si tenemos en cuenta el gran agujero del que tuvo que salir: la nación comenzó a perder empleos a principios de 2008 y siguió haciéndolo durante más de un año del mandato de Obama. Los empleadores han añadido 5.5 millones de empleos desde el punto más bajo en febrero de 2010.
Sin embargo, la economía no está creando empleos lo suficientemente rápido como para afianzar una recuperación sólida. En enero pasado, sólo 157,000 puestos de trabajo fueron añadidos.
Impuestos: Le tomó cuatro años, pero Obama obtuvo lo que quería en cuanto a eliminar los recortes de impuestos para los estadounidenses más ricos. Bueno, casi.
Desde que Obama asumió el cargo, ha utilizado su discurso del Estado de la Unión para pedir el fin de los recortes de impuestos para los más adinerados, establecidos por Bush. Dijo que el país no puede darse el lujo de hacer permanentes las exenciones fiscales para el 2% de la población más rica, o para aquellos que ganan más de 250,000 dólares.
El 1 de enero, como parte del acuerdo del abismo fiscal, el Congreso aprobó elevar la tasa de impuesto sobre las personas que ganan más de 400,000 dólares y sobre parejas que ganan más de 450,000 dólares. Pero ellos son el 0.7% más adinerado de los estadounidenses, no el 2% superior.
Obama tampoco pudo cumplir su compromiso de mantener una reducción de impuestos en vigor para los trabajadores estadounidenses. Los trabajadores recibieron cuatro años de recortes de impuestos bajo el Gobierno de Obama, en un principio con el crédito Making Work Pay en 2009 y 2010 y, posteriormente, con la reducción de impuestos de nómina. Sin embargo, su buena fortuna fue sólo temporal.
En su discurso de 2012, Obama dijo que "la prioridad más inmediata es detener un aumento de impuestos sobre 160 millones de trabajadores estadounidenses mientras la recuperación sigue siendo frágil". Esa alza de impuestos se produjo en enero, cuando el Congreso permitió que la reducción al impuesto sobre la nómina caducara. La exención fiscal había colocado 1,000 dólares adicionales anuales en el bolsillo de la familia promedio con ingresos de 50,000 dólares al año.
Los repetidos llamados de Obama a recortar miles de millones de dólares en subsidios costeados por los contribuyentes para las compañías petroleras no llegaron a ninguna parte.
Reducción del déficit: Obama redujo el déficit durante su primer periodo en el cargo, aunque no completamente en la medida en que se comprometió en el primer discurso, en el que propuso a reducirlo a la mitad.
El déficit fue de 1.5 billones de dólares en el año fiscal 2009 y se espera que sea de 845,000 millones para el año fiscal en curso. Sin embargo, eso depende en parte de si los recortes automáticos al gasto, también llamados ‘secuestro', son promulgados este año.
El gasto no discrecional también fue congelado en gran parte, como Obama prometió, en parte gracias a la Ley de Control de Presupuesto (Budget Control Act) aprobada en 2011.
Aunque el presidente mencionó que frenaría el gasto en programas de asistencia social -sobre todo en Medicare y Seguridad Social-, logró poco en ese terreno. Si bien la Ley de Asistencia Asequible (Affordable Care Act) recortó el gasto de Medicare, se necesita mucho más para contener realmente el gasto en salud, el principal impulsor del déficit. El Congreso ahora se prepara para debatir recortes más profundos a Medicare como parte de las negociaciones sobre el techo de la deuda y el ‘secuestro'.
Energía: Obama enfatizó la importancia de invertir en energías limpias en cada uno de sus discursos, diciendo que este sector transformará a la economía, creará empleos, protegerá la seguridad y ayudará a salvar el planeta.
Efectivamente, el presidente amplió la cantidad de energía limpia que se produce en Estados Unidos, manteniendo su promesa de 2009 de duplicar el suministro nacional de energía renovable en tres años. Y fortaleció las normas de consumo vehicular eficiente de combustible.
Pero gran parte de su éxito en el sector de la energía limpia se basa en el financiamiento y créditos fiscales contenidos en la Ley de Recuperación. Por sí sola, la industria no es rentable como Obama había esperado. Varias de estos subsidios expirarán a finales de 2013, y existe incertidumbre sobre si el Congreso los renovará.
Obama también tuvo algunas fallas importantes en el ámbito energético. No consiguió aprobar un proyecto de ley integral sobre energía y cambio climático, como solicitó en 2010. Tampoco fue capaz de imponer normas que limiten las emisiones de carbono.
"El presidente Obama amplió el suministro de energía limpia, pero no logró generar una demanda permanente de energía limpia", dijo Kevin Book, director general de ClearView Energy Partners, una firma de investigación.

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