martes, 13 de agosto de 2013

¿Quién sostiene las riendas de Europa?

¿Quién sostiene las riendas de Europa?

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¿Cuán alto es el grado de profesionalismo de la Comisión Europea? Esta pregunta se hace la página web EU-Infothek, que sale en Viena y narra la vida de la Unión Europea.

“Agosto en Bruselas es tradicionalmente temporada muerta –explica EU-Infothek el propósito de un análisis detallado que ha publicado–. En la sede de la UE reinan los ánimos vacacionales, los miembros de la Comisión Europea se preparan para descansar, ofreciendo de este modo una magnífica oportunidad para apreciar sus cualidades profesionales y la correspondencia al cargo que ocupan”.
La principal conclusión es realmente deprimente. La mayoría aplastante de los comisarios –afirma EU-Infothek–, responde por asuntos que en modo alguno se corresponden con su nivel profesional. Desde luego, la experiencia profesional y las habilidades de algunos comisarios no suscitan dudas algunas, pero constituyen una minoría. En cambio, los que están dispuestos a abordar cualquier problema, no disponiendo para ello de las mínimas cualidades profesionales, realmente abundan e incluso están de sobra.
Por ejemplo,  el político belga Karel De Gucht quien hizo espectaculares zigzagueos en su trayectoria. A partir de 1980, durante catorce años fue diputado al Parlamento Europeo, luego de lo cual pasó a ser senador en su tierra natal. Posteriormente, fue designado ministro de asuntos exteriores de Bélgica. En 2009, al ser destinado por el Gobierno a la sede de la UE en Bruselas, asumió la responsabilidad por el desarrollo y la ayuda humanitaria. Ello no obstante, pasados tan sólo dos meses, por razones absolutamente inexplicables fue designado comisario de Comercio. Igualmente policromática es, según EU-Infothek, la trayectoria europea del español Joaquín Almunia. Exprofesor de Derecho Laboral en la Universidad de Harvard, luego, ministro de Trabajo y Empleo, primero fue nombrado para el cargo de comisario de Economía y Finanzas y en 2010, para el de Competitividad. Los motivos se desconocen.
Igualmente multifacéticas son las áreas de aplicación de las dotes de Viviane Reding, representante de Luxemburgo. Habiendo obtenido la licenciatura en Antropología y trabajado de periodista, durante 10 años ella ocupó el cargo de comisario de Educación, Cultura y Deportes; luego, pasó a ocupar el cargo de comisario de comunidad de información y, a partir de 2010, el de Justicia y Derecho Internacional. Y el nombramiento, en 2008, de la baronesa Catherine Ashton primero para el cargo de comisario de Comercio y, pasado un año, alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea seguirá siendo el mayor misterio del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ironiza la edición digital, ya que esta señora no ha tenido absolutamente nada que ver con la política exterior.
No creo que sea necesario seguir aduciendo los enigmáticos nombramientos en la Comisión Europea, mencionados por EU-Infothek.
Lo único que nos queda es asumir la conclusión irónica en el sentido de que por ahora, la distribución de los cargos en la Comisión Europea semeja una lotería o actuaciones circenses y que después de las elecciones al Parlamento Europeo a celebrarse el próximo año, es preciso acabar con esta práctica. Las competencias de la comisión actual expiran en octubre de 2014. Mientras tanto, varios políticos y expertos acusan a la Comisión Europea de la falta de democracia, la abultada plantilla de comisarios y empleados con sueldos injustificados. El experto ruso Serguéi Utkin destaca también otro aspecto del problema:
—Los comisarios son muy diferentes. Aun cuando un país pueda resultar incapaz de avalar a un especialista dotado que sea relevante en el ambiente europeo, de todas formas tiene que promover a alguien. De ahí, los deplorables resultados. Por lo que a las personalidades concretas se refiere, los mismos Herman Van Rompuy y Catherine Ashton, criticados por un insuficiente actividad y escasa imagen pública, fueron elegidos por los países miembros precisamente porque nadie los conocía. Ahora los líderes tienen que vérselas con los resultados.
Al comentar las discusiones sobre la necesidad de reducir la plantilla o, al contrario, aumentarla, Rainer Brüderle, jefe de la facción del Partido Democrático Liberal en el Bundestag, ha destacado en la entrevista radial:
—Tenemos el presidente de la Comisión Europea, el presidente del Consejo de Europa, alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea. Tenemos el presidente del Parlamento europeo y veintiocho comisarios. Los cargos son suficientes, quienes escasean son las personas capaces de resolver problemas.
¿Quiénes comprobarán las capacidades de los comisarios que siguen conduciendo el coche europeo?
ach/as/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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