El portamisiles ruso toma rumbo hacia el Mediterráneo
Foto: flickr.com
El
crucero lanzamisiles "Moskvá", buque insignia de la Flota rusa del mar
Negro, que regresó de una larga expedición por los océanos Atlántico y
Pacífico formará próximamente parte de la flotilla naval de Rusia
desplegada en el Mediterráneo. Mientras, se redujo la probabilidad de
que EEUU asestara un golpe contra Siria. Una participación activa de
Rusia en la lucha informativa contribuyó a esto, entre otras cosas.
“¿Queremos realmente librar una guerra?”
Las
preguntas similares aparecen con frecuencia en los medios de
comunicación estadounidenses que abordan el problema sirio. Se pone en
duda la necesidad de la intervención internacional en Siria,
atribuyéndolo a varias causas, desde la falta de confianza en la
información sobre el uso de armas químicas por las tropas del presidente
sirio, Bashar Asad, hasta las consideraciones económicas. Además, los
estadounidenses centran una atención especial hacia la presencia de los
buques de guerra rusos cerca de las costas de Siria. Los ciudadanos de
EEUU comunes y corrientes piensan qué pasaría si un misil de crucero de
EEUU impactase ocasionalmente un buque ruso. Los expertos discuten si
los radares instalados en los buques rusos son capaces de cubrir todo el
espacio del mar Mediterráneo. Teniendo en cuenta el desarrollo actual
de los acontecimientos, no se puede garantizar que la información
recibida por estos radares no se entregue de inmediato a Damasco, lo que
aumentará considerablemente la eficacia de los sistemas sirios de
defensa antiaérea y costera.
"¿Queremos participar en una guerra para defender Al Qaeda?"
Es
la siguiente pregunta que se hacen muchos ciudadanos de EEUU. Es
necesario destacar en este ámbito el papel de los medios de comunicación
rusos, incluido el canal de televisión Russia Today (RT). La promoción
del otro punto de vista sobre los acontecimientos en Siria, la
presentación de la composición real de los grupos opositores al régimen
de Asad junto con los cuadros de alta calidad y los presentadores con
experiencia cambiaron la imagen de la oposición siria como luchadores por la libertad formada
en la mente de los estadounidenses. “Apoyáis a los caníbales. Vais a
guerrear en los intereses de la red terrorista Al Qaeda y otro
extremistas islámicos. ¿Apoyáis de verdad a esa gente cuyos comandantes
pueden comer el corazón de su enemigo en el campo de combate?”, se
pregunta de la pantalla. Esta presión en los ciudadanos de EEUU que
saben bien qué es justicia y normas morales no pudo pasar desapercibida.
A día de hoy, la mayor parte de los estadounidenses se pronuncia en
contra de la guerra o al menos duda de que ésta tenga sentido. En esta
coyuntura, el traspaso por Barack Obama
de la iniciativa al Congreso pone de relieve que el mandatario de EEUU
prefiere arreglar el conflicto sin perjudicar su reputación. A juzgar
por todo, los congresistas no se arriesgarán a pasar por alto la opinión
de la mayoría de los electores.
El despliegue de las unidades navales
El
principio estratégico de desplegar las unidades navales en el teatro de
operaciones fue formulado a finales del siglo XVII. Esto asusta al
enemigo y en reiteradas ocasiones puede obligarle a renunciar a sus
planes iniciales. Las operaciones que realiza Rusia cerca de las costas
de Siria confirma que este principio sigue siendo actual. Los buques
rusos desplegados en el Mediterráneo cumplen varias misiones:
suministran las armas al Gobierno de Asad,
garantizan el funcionamiento de radares rusos y hacen a EEUU a suponer
que estos radares pueden entregar la información en el tiempo real a las
autoridades sirias.
El
conflicto sirio, de hecho, es un raro ejemplo de una guerra terminada
antes de estallar, ante todo, gracias a una eficaz lucha informativa. En
este conflicto, Rusia usa los métodos tradicionales aplicados por
Occidente y se puede calificar como extraordinario el éxito de una
campaña de tales dimensiones, especialmente porque ésta fue llevada a
cabo por Rusia.
Mientras,
la Armada es una de las herramientas importantes en esta política. La
información sobre la salida en el mar de los buques rusos y su
concentración en una u otra zona no suele interesar tanto a los lectores
occidentales. Además, el crucero portamisiles "Moskvá" encabezará
próximamente el grupo naval operativo de Rusia en el Mediterráneo. Los
buques de esta clase dotados con armamento potente, incluido el sistema
avanzado de misiles antibuque P-1000 Vulcán, son conocidos en la prensa
occidental como asesinos de portaaviones. El propio despliegue de tal crucero en cualquier teatro de operaciones es un argumento de peso.
El
mensaje principal de Moscú apoyado con el despliegue del grupo naval
operativo en el Mediterráneo consiste en que la parte que libre una
guerra será responsable de todas sus consecuencias. Además, EEUU debe
estudiar la posibilidad de iniciar la guerra sin apoyo de sus aliados,
ya que la mayoría de los países miembros de la OTAN renunció a
participar en la operación militar contra Siria.
Mientras,
ahora no se trata tanto de la guerra como de una posible salida de un
estado crítico de preguerra con sin perjudicar la reputación. Es un buen
resultado de trabajo de la diplomacia rusa.
ek/as/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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