La incógnita del ataque químico en Damasco
Foto: EPA
Pero
el documento que acaba de hacerse público no menciona a los
responsables. Ello no obstante, EEUU, Gran Bretaña y Francia ya
interpretaron a su manera las conclusiones, afirmando que evidencian el
empleo del agresivo tóxico por las tropas gubernamentales.
Las cuarenta páginas del informe no hacen mención alguna de que el régimen de Asad
empleara agresivos tóxicos contra los rebeldes y la población civil. En
cambio, contiene fragmentos que realmente ponen en guardia. Los
expertos de la ONU insisten en repetidas ocasiones que los llevaron a
unas áreas con un gran número de personas, sin que les fuera posible
desentrañar lo sucedido.
He
aquí tan solo dos citas del informe que mencionan los posibles vectores
de los agresivos tóxicos: “Los fragmentos y otras pruebas materiales
con toda seguridad habían sido removidos antes que llegara la misión de
expertos; los proyectiles M14 podían haber estado dotados tanto de
ojivas reglamentarias como de las de fabricación casera”. Según muestran
los hechos, estas últimas son las que emplean los rebeldes.
Los
expertos de la ONU distan mucho de imputar al régimen de Asad. “Todo el
tiempo que llevamos a cabo la investigación, llegaban a estas zonas
unos hombres trayendo nuevas pruebas, lo cual obliga a pensar que fueron
eliminadas y manipuladas”.
Al presentar el informe, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon,
tampoco se ha apresurado a sacar conclusiones categóricas, limitándose a
calificar de crimen de guerra el empleo de agresivos tóxicos:
–La
misión de expertos de la ONU, encabezada por el científico sueco Ake
Sellstrom, tenía la tarea de determinar el empleo de armas químicas y
sus proporciones, pero no establecer a los responsables. Alguien debe
decidir sobre la investigación ulterior del caso para descubrir a los
responsables. Cada uno de nosotros puede tener su propia opinión. Sólo
puedo decir que es un crimen grave.
Expertos
de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han estado investigando el
ataque químico desde el pasado 26 de agosto. Establecieron, entre otras
cosas, que para lanzar el ataque se emplearon proyectiles del
lanzamisiles múltiples de fabricación soviética RPU-14. La URSS
suministró este armamento a Siria solo hasta 1969, y el Ejército de este
país desde hace tiempo que los retiró del servicio. Ello no obstante,
según los datos correspondientes a 2010, dichos sistemas todavía estaban
en dotación de las FFAA de Afganistán, Egipto y Yemen, países en que
están presentes células de Al Qaeda, cuyos combatientes pelean en Siria.
No les habría costado introducir en Siria estos proyectiles para
hacerlos pasar por pruebas.
En
esta relación, Rusia ha invitado a otros países que preparan una nueva
conferencia sobre el arreglo en Siria a que no hagan conclusiones
precipitadas, centrándose en el traspaso de las armas químicas sirias
bajo control internacional.
Después de reunirse con su homólogo egipcio en Moscú, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov,
hizo hincapié en la necesidad de observar el acuerdo
ruso-estadounidense del 14 de septiembre relativo al traspaso de las
armas químicas sirias bajo el control internacional:
–Hemos
de tener claro: si deseamos resolver el problema de eliminación de las
armas químicas en Siria, los acuerdos entre Rusia y EEUU desbrozan un
camino práctico, profesional y concreto hacia este objetivo. Pero si
para algunos es más importante amenazar, intimidar, buscar pretextos
para asestar golpes, entonces, es una vía directa para estimular a la
oposición intransigente a cometer nuevas provocaciones. También es una
vía directa a abortar definitivamente la convocatoria de la conferencia
de Ginebra 2.
El
jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, discutirá hoy en Moscú las
perspectivas del arreglo en Siria, así como los recientes acuerdos
ruso-estadounidenses sobre Siria con su homólogo francés, Laurent
Fabius, quien ha llegado a Moscú tras sostener negociaciones con el
ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, y el
secretario de Estado de EEUU, John Kerry.
ach/sk/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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