Legado de Allende, fuerte a 40 años del golpe
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SANTIAGO, Chile (AP) -- Una médica socialista, como lo era
Salvador Allende, está a punto de recuperar la presidencia para la
izquierda chilena en momentos en que una nueva generación de jóvenes,
nacidos después de la dictadura, se han tomado las calles y chocado con
la policía para exigir que las demandas sociales que el líder socialista
impulsó, ahora se vuelvan una realidad.
"El
único retrato que los acompaña es Salvador Allende" dijo a The
Associated Press la senadora Isabel Allende, hija del presidente
derrocado el 11 de septiembre, 1973. "A los 40 años, hoy en día, más que
nunca es mencionado por los jóvenes que están en las calles demandando
educación pública, gratuita y de calidad".
El
malestar de los jóvenes se concentra en la mala calidad y el alto costo
de la educación, un sistema de salud deficiente y la creciente brecha
entre ricos y pobres.
"Las demandas que se han
levantado con fuerza en la última década provienen de un movimiento
social y político que ha tenido que recomponerse de un fuerte golpe y
brutal desintegración, no sólo por lo sufrido durante la dictadura
militar, sino que principalmente por la herencia cultural, política y
económica que ésta nos dejó" dijo Camila Vallejo, quien fuera líder del
movimiento estudiantil y ahora es candidata a diputada por el Partido
Comunista. "Casi la totalidad de los problemas que hoy nos afectan se
originan en las transformaciones hechas durante este terrible período de
nuestra historia".
En 1971, cuando gobernaba
Allende, la mayoría de los estudiantes asistía a escuelas públicas con
profesores preparados en establecimientos gratuitos dedicados a
formarlos. La mayoría de la educación era gratuita, pagada por el estado
y de calidad.
Cuando terminaban su
bachillerato tras 12 años de estudios, los estudiantes rendían una
prueba y muchos lograban entrar a la universidad sin necesidad de
reforzar conocimientos en centros especializados, que hoy son un
lucrativo negocio en manos de particulares.
Una
escuela privada sólo se diferenciaba de una pública por su
infraestructura y no por la calidad de sus maestros, como sucede ahora.
En
1981 la dictadura cercenó la educación estatal, que tenía al 78% de los
estudiantes, y la traspasó a las municipalidades, e inició un espiral
de desigualdad sin freno.
"La educación contra
la cual estamos luchando comienza justamente con el gobierno de
Pinochet, aunque luego se profundiza con los gobiernos de la
concertación (de centroizquierda) y de la derecha", dijo el presidente
de los estudiantes de la Universidad de Chile, Andrés Fielbaum.
Cuando
Pinochet salió del poder en 1990, el 57.8% de los jóvenes estudiaban en
las municipalidades. En 2012, sólo el 38% de los estudiantes lo hacía,
producto del rápido descenso en la calidad que contribuyó a la creación
de un sistema pagado mixto pagado por los municipios y los padres.
"Las
dictaduras significaron en América Latina, y en Chile en particular, un
retroceso enorme en esas conquistas que se habían ido logrando", dijo
el historiador Pedro Milos de la Universidad Alberto Hurtado.
Salvador
Allende fue el primer líder socialista elegido presidente en
Latinoamérica. Asumió el cargo en 1970 tras ganar con el 36 por ciento
de los votos, en un mandato refrendado por un Congreso hostil.
Embarcó
al país en lo que él llamó "la vía chilena al socialismo", nacionalizó
la industria del cobre, dominada por empresas estadounidenses, hizo una
reforma agraria con resultados buenos y malos, y mejoró la salud y
educación públicas.
Su gobierno, que incluyó
una visita de tres semanas de Fidel Castro, hizo de Chile un complejo
escenario durante la Guerra Fría. El presidente Richard Nixon aprobó una
campaña encubierta para agravar el caos económico del país y ayudó a
provocar el golpe militar, inicialmente apoyado por muchos chilenos
hartos de una inflación del 500%, la crónica escasez de alimentos y las
tomas de fábricas por parte de obreros.
Pero
destruyó lo que los chilenos llamaban la democracia más antigua de
América del Sur: Pinochet cerró el Congreso, prohibió los partidos
políticos y usó a las fuerzas de seguridad para desaparecer y matar a
miles de disidentes.
La lista de muertos,
torturados o encarcelados por motivos políticos ascendió a 40.018. El
gobierno estima que 3.095 de ellos fueron asesinados, incluyendo cerca
de 1.200 de los que sólo se han encontrado a 125 restos.
A
Pinochet se le reconoce décadas de estabilidad institucional y rápido
crecimiento económico de Chile al crear un sistema de libre mercado que,
entre otros, redujo las barreras para el comercio, lo que alentó las
exportaciones. Pero creó desempleo sin derecho a protestar porque las
manifestaciones estaban totalmente prohibidas y los sindicatos se
atomizaron.
Privatizó el sistema de pensiones,
la prestación del servicio de agua, la tierra volvió a sus propietarios
y los salarios de los trabajadores fueron disminuidos.
Los
"demócratas que llegaron no cambiaron el sistema económico (de
Pinochet) sino que lo alteraron un poco mientras que intentaban acabar
con un sistema de seguridad nacional donde los generales todavía le
podían decir al presidente lo que nos les gustaba y entonces no se
hacía", dijo el politólogo de la Universidad de Nueva York, Patricio
Navia.
El economista y ex ministro de Economía
y Hacienda de Pinochet, Rolf Luders, de la escuela de Universidad de
Chicago, cree que la dictadura otorgó a los chilenos un nivel de
bienestar general y de libertad económica "que nuestros compatriotas de
1973 jamás se imaginaron que pudiéramos llegar a tener".
Ahora, no obstante, los chilenos no están conformes y piden más.
"La
demanda de hoy a mí me parece más interesante porque es más modesta,
más real y energéticamente muy parecida", dijo Patricio Fernandez,
editor del periódico semanal más leído en Chile, de "The Clinic",
llamado tras el lugar en Londres donde Pinochet fue detenido en 1998.
"El
deseo hoy entre los chilenos tiene que ver con un deseo profundo de más
democracia y más igualdad y donde el crecimiento que ha tenido el país
en el último tiempo no alcanza a adormecer esa consciencia de vivir en
una sociedad más igualitaria porque la nuestra es horriblemente dispar.
La desigualdad en chile es brutal" agregó Fernandez.
Para
Camila Vallejo la juventud está cada vez adquiriendo mayores grados de
conciencia social y política, pero aún no al nivel de los años 70. "Son
cada vez más los jóvenes que han logrado ir fisurando la hegemonía
cultural neoliberal y se han levantado para decir basta, para
demostrarles a las generaciones anteriores que aún quedan razones para
luchar, que aún tenemos la capacidad de organizarnos, demandar y
hacernos cargo de los cambios que Chile requiere", dijo.
El
próximo gobierno, que asumirá en marzo de 2014, deberá trabajar bajo la
presión de la sociedad civil, que no dejará atrás las movilizaciones
que pusieron en jaque e hicieron derrumbar la popularidad del gobierno
del derechista Sebastián Piñera.
Michelle
Bachelet se enfrentará a la ultraderechista Evelyn Matthei. Ambas son
hijas de generales de la Fuerza Aérea, comparten una historia en común
debido a la estrecha amistad de sus padres: el primero murió por las
torturas de sus compañeros, el segundo, que no participó en el golpe,
integró la junta militar de Pinochet.
La
candidata socialista es la favorita en las encuestas. Su programa de
gobierno plantea reformas profundas en materia política y social y
anunció una reforma tributaria que busca recaudar 8.200 millones de
dólares y financiar uno de sus proyectos más ambiciosos: la reforma de
la educación.
Bachelet busca que el 70% de
estudiantes tengan una educación gratuita en un plazo de cuatro años, y
lograr una cobertura gratuita universal en seis.
Pero
primero, debe ganar las elecciones y obtener una mayoría en el Congreso
que le permita reformar la rígida Constitución que Pinochet legó y que
es el escollo principal para reformar las llamadas `leyes de amarre',
que regulan la educación y salud pública.
Para
hacerlo se requiere que los parlamentarios de izquierda doblen en
votación a los de derecha en la mayoría de distritos electorales del
país; algo inédito en la historia del país. (ver historia anexa)
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Con producto interactivo: http://hosted.ap.org/interactives/2013/golpe-pinochet-es
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A este reportaje colaboró el corresponsal de la AP en Santiago de Chile Luis Andrés Henao.
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