China logra el mayor éxito en el mercado mundial de armas
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La
Empresa China de Importación y Exportación de Maquinaria de Precisión
(CPMIEC) celebra la victoria junto con la compañía vendedora del sistema
y la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASIC)
que lo fabricó. China logró adelantar a tres rivales que participaron en
la licitación: el consorcio estadounidense Raytheon, con el sistema de
misiles antiaéreos Patriot (PAC-3); el consorcio franco-italiano
EuroSAM, con SAMP/T Aster 30, y la exportadora estatal de armas rusa
Rosoboronexport que ofreció el sistema S-300VM. Como suele pasar en
tales casos, las características tácticas y técnicas de los sistemas
antiaéreos estaban relegadas a un segundo plano. El papel principal lo
desempeñaron los aspectos financieros del contrato y la disposición del
fabricante a transferir las tecnologías.
China
hizo serias concesiones, al rebajar el precio del contrato de cuatro
mil millones a casi tres mil millones de dólares, lo que fue muy
importante para Turquía que afronta serios problemas presupuestarios.
Pero aún más importante fue la disposición de China de transferir, en la
mayor medida posible, sus tecnologías demostradas en el marco de la
realización de anteriores proyectos militares con Turquía. Por ejemplo,
en los noventa, Turquía inició la fabricación de su primer misil
balístico J-600T Yildirim con la ayuda de China. Este misil fue
desarrollado a partir del sistema chino B-611. CPMIEC y CASIC fueron
socios de la empresa turca Rocketsan.
China
y Turquía empezaron a desarrollar una cooperación militar en los
ochenta, y J-600T no fue su único resultado. China suministraba a
Turquía sus sistemas pesados de lanzamisiles múltiples WS-1.
Posteriormente, Turquía empezó a fabricarlos bajo licencia. Los países
cooperan también en el ámbito de la fabricación de municiones de alta
precisión para la aviación y misiles aire-superficie. Está realizándose
un programa de fabricación de bombas aéreas guiadas en Turquía con la
ayuda de China. CASIC y CPMIEC participaron en muchos proyectos
anunciados también.
Por
su lado, Rusia no tuvo muchas posibilidades de ganar el concurso. Pese a
un rápido desarrollo de la cooperación comercial de Rusia y Turquía,
los lazos políticos entre estos dos países no se caracterizan por un
alto nivel de confianza. Rusia renunció a presentar en la licitación su
sistema antiaéreo más avanzado S-400 y lo sustituyó por el S-300VM
desarrollado en su tiempo para las unidades de defensa antiaérea del
Ejército de Tierra ruso. Además, no estaba claro si Rusia estaría
dispuesta a transferir las tecnologías en dimensiones comparables con
China, en caso de ganar el concurso.
El
rival principal de los fabricantes chinos fue el consorcio EuroSAM, con
su sistema SAMP/T. Turquía depende de sus lazos económicos con Europa.
La industria civil turca se desarrolla, ante todo, en base a las
inversiones y tecnologías europeas. Europa desempeña un papel muy
importante en el desarrollo de la industria de defensa turca también.
Durante mucho tiempo, Turquía planeaba ingresar en la UE. Aunque estos
planes no se hicieron realidad, las relaciones con los principales
países europeos, como Alemania, son muy importantes para Turquía.
Las
posiciones de EEUU fueron más flojas, pero importantes también,
teniendo en cuenta que Turquía es un país miembro de la OTAN y que los
sistemas de misiles antiaéreos Patriot ha sido probados de manera eficaz
en combates reales. Es posible que una de las causas de elección del
sistema chino haya sido el deseo de este país de demostrar que aplica
una política exterior independiente y multipolar.
No
obstante, la cuestión sobre el futuro sistema antiaéreo de Turquía
queda abierto. Pekín y Ankara sostendrán negociaciones sobre los
detalles de la transferencia de las tecnologías y la modificación del
sistema, de acuerdo con las necesidades de Turquía. Según la experiencia
global, tales negociaciones pueden ser largas y complicadas. Turquía es
miembro de la OTAN. Así las cosas, el país debe guardar en secreto
muchos aspectos relacionados con la fabricación del armamento y material
bélico comunes para todos los países miembros de la Alianza Atlántica.
Es posible que durante la preparación del contrato con China para el
suministro de sistemas antiaéreos, EEUU y los países de la UE ejerzan
una presión política sobre Turquía para obligarla a renunciar a este
contrato. No obstante, la victoria de China en este concurso de
adjudicación ha sido un éxito muy importante en el mercado mundial de
armas.
ek/as/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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