La excepcionalidad de EEUU deja de existir

Foto: flickr.com

A día de hoy, pocas noticias pueden ser el centro de atención de la comunidad internacional durante más de varias horas o días. Así fue un artículo del presidente ruso, Vladímir Putin, publicado en el diario estadounidense The New York Times, en el que este critica los intentos de los políticos estadounidenses de alentar al electorado a verse a sí mismo como excepcional. Continúan los debates suscitados en torno a la excepcionalidad de EEUU y los propios ciudadanos estadounidenses participan activamente en estos.

En la polémica sobre la existencia y la esencia de la llamada excepcionalidad de EEUU las opiniones más triviales y menos interesantes las manifiestan los políticos vinculados con el actual sistema político de EEUU. En virtud de las normas de este sistema, cualquier candidato para un puesto electivo se ve obligado a elogiar a sus electores, lo que prevé un apoyo público de la idea de excepcionalidad de EEUU. En esta coyuntura, la opinión de los políticos estadounidenses puede interesar solo a los especialistas en ingeniería política. Los puntos de vista expresados por los participantes de a pie del proceso político que no pertenecen a la élite política son mucho más interesantes. Esta gente puede hablar sinceramente sin recurrir a frases formales.

Al conceder una entrevista exclusiva a La Voz de Rusia, Karl Denninger, empresario en el ámbito de tecnologías digitales, activista político y redactor de Market-ticker.org, dijo que la excepcionalidad de EEUU en la interpretación de los padres fundadores ya no existe:

—EEUU fue basado en el siguiente principio: todos los ciudadanos tienen derechos que el Gobierno no puede infringir. Es fundamental para EEUU el reconocimiento de que las personas pertenecen a sí mismos y tienen el derecho de propiedad para los productos de su actividad física y mental. A diferencia de otras naciones, el Gobierno estadounidense no fue basado en el derecho de la clase gobernante. Al contrario, el sistema de relaciones entre las autoridades y la sociedad se organizó de abajo a arriba, es decir, desde el pueblo hacia las autoridades.

Pero, según el experto estadounidense, se produjeron muchos cambios en los últimos siglos:

—Esto fue aniquilado mediante la astucia y fraude. El concepto de excepcionalidad que ha existido durante doscientos años no tiene fundamento, hoy por hoy.

Los cimientos de nuestra nación convirtieron en una farsa las declaraciones de nuestros legisladores, incluidos Harry Reid, Nancy Pelosi, Barack Obama, así como el consentimiento del Partido Republicano de hacer la vista gorda ante todo eso, en vez de reaccionar a tales declaraciones con las demandas de destituir al presidente del país y revocar a los senadores y congresistas. Lo que la gente aguanta confirma que no tenemos derecho a hacer declaraciones sobre nuestra excepcionalidad.

La situación descrita por Karl Denninger es poco esperanzadora. EEUU gozaba de una excepcionalidad que ya no existe a día de hoy, debido a las acciones de los políticos realizadas con un consentimiento tácito de los electores. Y, ¿qué espera de la excepcionalidad de EEUU en un futuro? Según Denninger:

—El quid de la excepcionalidad es nuestro principal ADN. Pero si no decidimos que nos devuelvan lo que nos han robado y no obligamos al Gobierno a reconocer que solo puede existir si el pueblo lo desea y que este deseo es un asunto personal de cada uno, no podremos declarar que EEUU es excepcional.

ek/as/sm

Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

Valentin Mândrăşescu