Forbes: Putin es el hombre más influyente del año
Foto: RIAN
Los expertos vincularon tal decisión al éxito,
a todas luces de Moscú, de evitar la operación armada que países
occidentales se aprestaban a lanzar contra Siria, víctima de un dilatado
conflicto civil, y a una serie de otros éxitos en política exterior e
interna del Kremlin.
Forbes
es una publicación analítica de gran prestigio. En sus cerca de cien
años de historia ha conquistado la confianza en la información que
publica, incluida la clasificación de políticos y empresarios. No es la
primera vez que Vladímir Putin figura en las páginas de esta revista
entre las personas más influyentes. Pero sí es la primera vez que lo
sitúa en la cima. El segundo lugar fue para Barack Obama, y el tercero
para el titular de China, Xi Jinping.
Este trío refleja
en los hechos la correlación real en la política global. Y tal
correlación justamente de protagonistas revela que la elite política
estadounidense ha reconocido la relevancia de los esfuerzos desplegados
por el líder ruso en los más distintos campos. Desde la promoción de los
intereses geopolíticos y económicos de Rusia, hasta la defensa
consecuente, y lo principal, eficaz de los principios del derecho
internacional y de los derechos de los Estados soberanos. Caso
contrario, Siria habría sufrido las gravísimas consecuencias de una
intromisión armada externa, y el programa nuclear civil de Irán sería
motivo para el recrudecimiento de sanciones contra el país y otras
formas de coacción sobre sus líderes. Sin embargo, en el caso de Siria,
merced a la participación activa de Putin, todo quedó en la eliminación
del arma química como alternativa a la agresión bélica.
Dmitri
Abzalov, vicepresidente del Centro de Comunicaciones Estratégicas, se
refiere a los principios de la formación de la lista creada por Forbes:
—Uno de ellos es el informativo, es decir, el grado de frecuencia con que el político es mencionado en losmass media.
El segundo se refiere al grado de participación en la toma de
decisiones, y si de su postura y acciones depende la situación en
general en el contexto internacional. Y en este sentido, el rating
no tiene nada de sorprendente. Uno de sus componentes fue, sin duda, el
conflicto en Siria que amenazaba con degenerar en una lucha étnica y
religiosa.
El experto añade que las iniciativas
del presidente de Rusia sobre Siria influyeron no solo sobre la
situación en la región, sino también en el mercado norteamericano y en
el sistema político del país. En esencia, las propuestas de Putin dieron
a Barack Obama la posibilidad de renunciar a una variante blindada en
Siria y, de esa manera, impedir el ahondamiento del cisma entre
demócratas y republicanos. El periodista francés Dmitri de Coscou
considera que la clasificación actual refleja cabalmente el cuadro real:
—Putin
es de veras un político influyente. Su papel es enorme, entre otras
cosas, en el conflicto sirio. Aquel papel que desempeñó, aunque es
posible que no todo lo que hubiera querido en el caso Snowden, es
también importante. Lo que sucede hoy entre Europa y EEUU fue posible
debido a que Snowden no está entre rejas o no fue eliminado, sino que
encontró asilo en Rusia. Putin ha actuado este año enérgicamente en la
arena mundial, y dentro del país sigue siendo popular, aunque hace
tiempo que está en el Kremlin.
La revista Forbesmisma
explicaba su opción señalando que Vladímir Putin ha concentrado todo el
poder en Rusia en sus manos. Mientras que Barack Obama, a juicio de la
redacción, volatizó los puntos políticos.
Con tal
trasfondo, la mayoría de los norteamericanos se desencariñó de Obama. Su
clasificación interna, como lo revelan los sondeos de la Universidad de
Quinipiac y el periódico The Wall Street Journal,
cayó hasta el mínimo. Más del 50 % de la población está insatisfecha
con la labor de su líder. Este es el índice de popularidad más bajo
registrado por un inquilino de la Casa Blanca. El 54 % de los electores
no aprueba como cumple su mandato. Hace un mes, los descontentos sumaban
el 49 %. La dinámica para Obama es alarmante. En la prensa
estadounidense escriben que terminó su luna de miel con los electores y
que al presidente le “tiembla el piso”.
Y no se trata
solamente de la escandalosa reforma sanitaria, sino de toda una sucesión
de fracasos, comenzando con el problema sirio y terminando con la
naufragada política monetaria y financiera. Ella sigue asentándose en el
crecimiento de la masa circulante no asegurada, en el abultamiento de
la ya sideral deuda fiscal de más de diecisiete billones de dólares que
ha puesto al país al borde de la suspensión de pagos y que desatara el
cierre temporal de decenas de instituciones públicas. En la popularidad
de Obama inciden también los recortes en gastos sociales, la inseguridad
de los norteamericanos en el futuro, la cesantía, los casos acaecidos
de masacres como consecuencia de la desaceleración del crecimiento; a
ello se suma el escándalo del caso Snowden, y el intento de las
autoridades de someter a su control poco menos que al mundo entero,
mientras que los asuntos dentro del país están a años luz de lo ideal.
Así las cosas, en el próximo rating anual de Forbes, es perfectamente posible que Obama salga volando del primer trío.
sb/as/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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