Domingo 27 de Abril de 2014 22:32
La
creciente amenaza de Occidente de imponer sanciones a Rusia debido a la
crisis en Ucrania obliga a Moscú a cambiar su estrategia energética, más
aún ahora que crece la demanda de petróleo y gas en países asiáticos
como China y la India.
A fin de
diversificar el suministro de hidrocarburos, Rusia planea construir con
la India un oleoducto que atravesaría la provincia china de Xinjiang. El
proyecto está valorado en 30 millones de dólares que, en caso de
llevarse a cabo, sería el más caro del mundo.
En la actualidad, la India adquiere pequeñas cantidades de petróleo ruso. De acuerdo con la Embajada de esa nación asiática en Moscú, el volumen de importaciones de petróleo procedentes de Rusia en 2012 era solo de 176 millones dólares, una pequeña cantidad si se tiene en cuenta que el volumen de las exportaciones rusas, que consistieron principalmente en suministro de armas, fueron de unos 8.000 millones en ese periodo.
La crisis de Ucrania ha contribuido al hecho de que el proyecto sobre la construcción del oleoducto recibiera un fuerte apoyo político, tanto en Rusia como en China y la India. Según 'Vesti Finance', el proyecto se enfocará en los mercados que se encuentren fuera de Europa, como en Asia y en otros países emergentes, donde la demanda de hidrocarburos está creciendo rápidamente. De llegarse a concretar la construcción, el proyecto sería la principal respuesta de Rusia ante la amenaza de fuertes sanciones por parte de Europa y EE.UU.
Mientras Pekín considera que el proyecto es beneficioso para China, ya que le permite obtener el status de territorio de tránsito del petróleo ruso, la India espera reforzar los lazos para unirse a la Organización de Cooperación de Shanghái. Sin embargo, para empezar la construcción del oleoducto las partes todavía tienen que resolver una serie de problemas tanto económicos como estratégicos.
En la actualidad, la India adquiere pequeñas cantidades de petróleo ruso. De acuerdo con la Embajada de esa nación asiática en Moscú, el volumen de importaciones de petróleo procedentes de Rusia en 2012 era solo de 176 millones dólares, una pequeña cantidad si se tiene en cuenta que el volumen de las exportaciones rusas, que consistieron principalmente en suministro de armas, fueron de unos 8.000 millones en ese periodo.
La crisis de Ucrania ha contribuido al hecho de que el proyecto sobre la construcción del oleoducto recibiera un fuerte apoyo político, tanto en Rusia como en China y la India. Según 'Vesti Finance', el proyecto se enfocará en los mercados que se encuentren fuera de Europa, como en Asia y en otros países emergentes, donde la demanda de hidrocarburos está creciendo rápidamente. De llegarse a concretar la construcción, el proyecto sería la principal respuesta de Rusia ante la amenaza de fuertes sanciones por parte de Europa y EE.UU.
Mientras Pekín considera que el proyecto es beneficioso para China, ya que le permite obtener el status de territorio de tránsito del petróleo ruso, la India espera reforzar los lazos para unirse a la Organización de Cooperación de Shanghái. Sin embargo, para empezar la construcción del oleoducto las partes todavía tienen que resolver una serie de problemas tanto económicos como estratégicos.
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