Voto de confianza a gobierno: Manuel Mireles
Aunque dice que en el gobierno "traicionan a
cada rato", el líder de las autodefensas de Michoacán, Manuel Mireles, asegura
a El Universal que está dando un voto de confianza a las autoridades
con la decisión de que a partir del 10 de mayo los grupos civiles
entregarán sus armas
Por: El Universal
miércoles,
16
de
abril
del
2014
TEPALCATEPEC, Mich.— Manuel Mireles, líder moral del Consejo
de Autodefensas y Comunitarios de Michoacán, interrumpió su siesta
vespertina y salió al corredor de su casa con un papel en la mano: su
carta de antecedentes no penales que solicitó al gobierno estatal.
Tramitó el documento, otorgado el 28 de marzo, para responder al supuesto expediente judicial publicado por el diario Excélsior el 17 de enero pasado en el que se afirma que en 1988 el michoacano estuvo preso tres años y ocho meses en el penal de Uruapan, acusado de producir y traficar 86 kilos de mariguana.
“No soy un criminal, ningún delincuente ni buscado por la ley, soy un médico cirujano de este pueblo”, —señaló al mostrar el documento a cámara, calzando chanclas, medio despeinado, maltrecho.
Dijo que no durmió nada la noche del lunes por estar en operativos de captura de ex templarios en retenes de autodefensas en Lombardía.
Ese lunes al mediodía participó además en la reunión con el gobierno federal en la que se pactó la disolución de los grupos armados ciudadanos presentes en 36 municipios, con fecha del 10 de mayo, si para entonces se limpia el estado del crimen organizado de forma total y conjunta, se libera al centenar de guardias civiles encarcelados por portación de arma de grueso calibre, y se instaura el Estado de derecho en Michoacán.
Mireles estaba extenuado. El cansancio hacía más visible la parálisis que tiene en el lado derecho de su cara, producto del accidente aéreo que sufrió el 5 de enero, y por la que trae incrustados 48 tornillos en la dentadura y en el rostro.
El fin de semana el doctor encabezó la toma de Tingambato y recorrió parte de la costa michoacana. Intentaba tomar una siesta en casa tras haber regresado de su huerta de mango, donde almorzó tacos de queso fresco acompañados de agua mineral con Coca-Cola.
Durante el almuerzo de ayer, Mireles manifestó una postura menos beligerante a la que me expresó un día antes durante una entrevista realizada en la costa.
El domingo me habló de “traición del gobierno”. Y me dijo: “Yo no le tengo confianza al gobierno”. Y el lunes salió contento de la reunión en La Ruana con Alberto Castillo, comisionado para la seguridad en Michoacán. “Le estoy dando un voto de confianza”, puntualizó en el almuerzo improvisado en el comedor destartalado que tiene a la sombra de un mango.
La charla se hizo mientras se preparaba sus tacos de tortillas con queso, a mano pelona. Y se interrumpía por los timbrazos en su celular de llamadas y sonidos de chifliditos de mensajes entrantes, tres o cuatro en promedio por minuto. Una ráfaga sonora. Casi todos los checaba, pero la mayoría eran ignorados.
—El domingo me dijo que no confiaba en el gobierno y que temía una traición.
—¿Una? Muchas, traicionan a cada rato.
—En el documento oficial no se habla de la liberación de los guardias civiles detenidos, sólo de su traslado de otros penales al de Apatzingán.
—Todos se van a liberar, todos los que fueron detenidos por portar armas exclusivas.
—Y a Hipólito Mora, ¿lo han dejado solo?
—Va a salir Hipólito, y no, nadie lo ha dejado solo, tenemos comunicación continua, yo incluso hablé con el hace tres días porque me habían comentado que estaba enfermo, me dijo que no, que le echaramos ganas... Estamos pendientes de eso, sabemos que va a salir porque el único testigo que queda es la señora que vio a Hipólito a cinco cuadras y en la noche, entonces eso es desechable.
—Tampoco reconocen que harán de manera conjunta la limpieza total del estado. El comunicado de ayer no reconoce públicamente lo que ustedes exigen?
—Terminada la reunión del Consejo nos reunimos los coordinadores, vamos a seguir unidos, reuniéndonos. Tenemos 30 días para tomar todos los pueblos que nos faltan, eso tampoco se dijo pero también se acordó. Ahorita a las 12 del día es la reunión de planeación [con el gobierno federal] para tomar Lázaro Cárdenas, Arteaga y Uruapan, que va a ser esta semana.
—Entonces yo le repetiría: ¿tiene confianza en el gobierno?
—Yo no, yo no.
—¿Que va a pasar si no cumple el gobierno federal para el 10 de mayo?
—Nosotros vamos a seguir armados y defendiéndonos.
—El comisionado declaró hoy que a partir del 11 de mayo las autodefensas podrían ser detenidas y consignadas con todas las de la ley.
—10 de mayo es el fin de la revolución. Esa fecha la pusieron ellos. Acuérdate que ellos dijeron: ‘Para el 10 de mayo los vamos a desarmar’. Y yo les dije la otra: ‘Si para el 10 de mayo no me han liberado a todos los presos, les vamos a parar el estado y a seguir en la guerra’.
—¿Y si intentan detenerlos a partir del 11 de mayo?
—Les vamos a cerrar las carreteras, no dejaríamos pasar ningún vehículo oficial, ya lo hicimos el 10 de abril.
—¿Hubo algunos acuerdos que no se dieron a conocer públicamente?
—Exactamente, y la fecha es el 10 de mayo.
—Y de cumplirse, ¿qué pasará con las armas que ya tienen registradas?
—Son para las casas de cada quien, para la defensa de su hogar. Nada más se van a entregar las de muy alto poder, M50, M60 y lanzagranadas.
—La mayoría de los guardias civiles son pequeños y medianos productores agrícolas ¿La gente realmente quiere integrarse a las guardias rurales?
—No todos, como un 20%.
—¿En las tomas programadas de ciudades irán de manera conjunta con el gobierno federal?
—Conjunta, ahora sí va conjunta. Hemos entrado a dos municipios de manera conjunta, el sábado entramos a Tingambato hace tres días…
—Algo más que no haya dicho
—Que estoy cansado. Es lo único que no he dicho, pero sí estoy cansado. Estamos en máxima alerta en todos los municipios. Hay la amenaza de que van a entrar otros cárteles que ya se asociaron, hablan del cártel del Golfo, de Los Zetas. Y alerta también ante el gobierno, porque no hay una confianza absoluta.
Tramitó el documento, otorgado el 28 de marzo, para responder al supuesto expediente judicial publicado por el diario Excélsior el 17 de enero pasado en el que se afirma que en 1988 el michoacano estuvo preso tres años y ocho meses en el penal de Uruapan, acusado de producir y traficar 86 kilos de mariguana.
“No soy un criminal, ningún delincuente ni buscado por la ley, soy un médico cirujano de este pueblo”, —señaló al mostrar el documento a cámara, calzando chanclas, medio despeinado, maltrecho.
Dijo que no durmió nada la noche del lunes por estar en operativos de captura de ex templarios en retenes de autodefensas en Lombardía.
Ese lunes al mediodía participó además en la reunión con el gobierno federal en la que se pactó la disolución de los grupos armados ciudadanos presentes en 36 municipios, con fecha del 10 de mayo, si para entonces se limpia el estado del crimen organizado de forma total y conjunta, se libera al centenar de guardias civiles encarcelados por portación de arma de grueso calibre, y se instaura el Estado de derecho en Michoacán.
Mireles estaba extenuado. El cansancio hacía más visible la parálisis que tiene en el lado derecho de su cara, producto del accidente aéreo que sufrió el 5 de enero, y por la que trae incrustados 48 tornillos en la dentadura y en el rostro.
El fin de semana el doctor encabezó la toma de Tingambato y recorrió parte de la costa michoacana. Intentaba tomar una siesta en casa tras haber regresado de su huerta de mango, donde almorzó tacos de queso fresco acompañados de agua mineral con Coca-Cola.
Durante el almuerzo de ayer, Mireles manifestó una postura menos beligerante a la que me expresó un día antes durante una entrevista realizada en la costa.
El domingo me habló de “traición del gobierno”. Y me dijo: “Yo no le tengo confianza al gobierno”. Y el lunes salió contento de la reunión en La Ruana con Alberto Castillo, comisionado para la seguridad en Michoacán. “Le estoy dando un voto de confianza”, puntualizó en el almuerzo improvisado en el comedor destartalado que tiene a la sombra de un mango.
La charla se hizo mientras se preparaba sus tacos de tortillas con queso, a mano pelona. Y se interrumpía por los timbrazos en su celular de llamadas y sonidos de chifliditos de mensajes entrantes, tres o cuatro en promedio por minuto. Una ráfaga sonora. Casi todos los checaba, pero la mayoría eran ignorados.
—El domingo me dijo que no confiaba en el gobierno y que temía una traición.
—¿Una? Muchas, traicionan a cada rato.
—En el documento oficial no se habla de la liberación de los guardias civiles detenidos, sólo de su traslado de otros penales al de Apatzingán.
—Todos se van a liberar, todos los que fueron detenidos por portar armas exclusivas.
—Y a Hipólito Mora, ¿lo han dejado solo?
—Va a salir Hipólito, y no, nadie lo ha dejado solo, tenemos comunicación continua, yo incluso hablé con el hace tres días porque me habían comentado que estaba enfermo, me dijo que no, que le echaramos ganas... Estamos pendientes de eso, sabemos que va a salir porque el único testigo que queda es la señora que vio a Hipólito a cinco cuadras y en la noche, entonces eso es desechable.
—Tampoco reconocen que harán de manera conjunta la limpieza total del estado. El comunicado de ayer no reconoce públicamente lo que ustedes exigen?
—Terminada la reunión del Consejo nos reunimos los coordinadores, vamos a seguir unidos, reuniéndonos. Tenemos 30 días para tomar todos los pueblos que nos faltan, eso tampoco se dijo pero también se acordó. Ahorita a las 12 del día es la reunión de planeación [con el gobierno federal] para tomar Lázaro Cárdenas, Arteaga y Uruapan, que va a ser esta semana.
—Entonces yo le repetiría: ¿tiene confianza en el gobierno?
—Yo no, yo no.
—¿Que va a pasar si no cumple el gobierno federal para el 10 de mayo?
—Nosotros vamos a seguir armados y defendiéndonos.
—El comisionado declaró hoy que a partir del 11 de mayo las autodefensas podrían ser detenidas y consignadas con todas las de la ley.
—10 de mayo es el fin de la revolución. Esa fecha la pusieron ellos. Acuérdate que ellos dijeron: ‘Para el 10 de mayo los vamos a desarmar’. Y yo les dije la otra: ‘Si para el 10 de mayo no me han liberado a todos los presos, les vamos a parar el estado y a seguir en la guerra’.
—¿Y si intentan detenerlos a partir del 11 de mayo?
—Les vamos a cerrar las carreteras, no dejaríamos pasar ningún vehículo oficial, ya lo hicimos el 10 de abril.
—¿Hubo algunos acuerdos que no se dieron a conocer públicamente?
—Exactamente, y la fecha es el 10 de mayo.
—Y de cumplirse, ¿qué pasará con las armas que ya tienen registradas?
—Son para las casas de cada quien, para la defensa de su hogar. Nada más se van a entregar las de muy alto poder, M50, M60 y lanzagranadas.
—La mayoría de los guardias civiles son pequeños y medianos productores agrícolas ¿La gente realmente quiere integrarse a las guardias rurales?
—No todos, como un 20%.
—¿En las tomas programadas de ciudades irán de manera conjunta con el gobierno federal?
—Conjunta, ahora sí va conjunta. Hemos entrado a dos municipios de manera conjunta, el sábado entramos a Tingambato hace tres días…
—Algo más que no haya dicho
—Que estoy cansado. Es lo único que no he dicho, pero sí estoy cansado. Estamos en máxima alerta en todos los municipios. Hay la amenaza de que van a entrar otros cárteles que ya se asociaron, hablan del cártel del Golfo, de Los Zetas. Y alerta también ante el gobierno, porque no hay una confianza absoluta.
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