lunes, 23 de junio de 2014

La inflación vuelve a la agenda de Wall Street



La inflación vuelve a la agenda de Wall Street



2014-06-23




E.S. BROWNING, The Wall Street

Los críticos han advertido durante años que las políticas de crédito fácil de la Reserva Federal de Estados Unidos generarían una inflación enorme. Hasta el momento, se han equivocado.

Ahora, sin embargo, los precios al consumidor están repuntando y Wall Street debate las repercusiones para el mundo de las inversiones.

Si la inflación regresa a sus niveles normales y permanece allí, esto podría indicar una economía más vigorosa, lo cual sería positivo para las acciones. Sin embargo, un aumento de la inflación también podría anunciar el final de una larga racha alcista en los precios de los bonos que ha mantenido bajas las tasas de interés de largo plazo desde principios de los años 80. Esto implicaría tasas más altas, lo que afecta a los compradores de viviendas, a las empresas y a los tenedores de bonos de bajo rendimiento.

Rick Rieder, quien supervisa las inversiones en renta fija de BlackRock Inc., opina que la inflación más alta es un hecho y seguirá presente en los próximos meses a medida que se fortalezca la economía, pero que se mantendrá a raya en el largo plazo. Esto significa que los rendimientos de los bonos finalmente subirán y que la Fed podría elevar su tasa de interés de referencia a un día en el primer trimestre de 2015, antes de lo previsto por la mayoría, resalta Rieder. En este momento, los mercados prevén que las alzas de tasas comenzarán en el segundo semestre de 2015.



"Nuestra perspectiva es que las cifras les darán una oportunidad para hacerlo antes de lo que la gente piensa", acota Rieder, cuya empresa gestiona US$4,4 billones (millones de millones) en activos, incluyendo US$700.000 millones en bonos.

Algunos analistas empiezan a decir que el débil crecimiento de la economía global mantendrá la inflación y los rendimientos de los bonos más bajos de lo previsto durante años, lo que puede cambiar la forma en que los inversionistas perciben el mundo. Otros adoptan la perspectiva contraria, que sostiene que la complacencia de la Fed causará una inflación perniciosa.

La forma en la que se resuelva esta disputa tendrá un gran impacto en la dirección de los precios de las acciones, los bonos y otros activos en los meses y años venideros.

El Departamento de Trabajo de EE.UU. anunció el martes pasado que los precios al consumidor acumularon un alza de 2,1% entre mayo de 2013 y mayo de 2014, la mayor inflación desde octubre de 2012. Tanto los precios del oro como los de los bonos reaccionaron con fuerza.

La presidenta de la Fed, Janet Yellen, le restó importancia a la noticia y subrayó que los datos se vieron distorsionados por el "ruido" estadístico. Reiteró que la entidad tiene la intención de mantener las tasas de interés excepcionalmente bajas durante un período prolongado.

Los inversionistas bursátiles celebraron la combinación de una inflación más alta y una Fed benigna. El Promedio Industrial Dow Jones y el S&P 500 batieron marcas el viernes pasado. El Dow Jones casi llegó a los 17.000 puntos y quedó en 16.947,08. El S&P 500 se acerca a las 2.000 unidades mientras que y el Índice Compuesto Nasdaq se encuentra en su mayor nivel en 14 años.

Los inversionistas en acciones esperan que el alza de inflación sea un síntoma del fortalecimiento de la economía, lo que apuntalaría las ganancias de las empresas.

Los inversionistas en renta fija, sin embargo, no están conformes. Ellos se concentran en las tasas de interés, que están estrechamente ligadas a los rendimientos de los bonos y la inflación. Cuando la inflación aumenta, también lo hacen los rendimientos de los bonos, lo cual reduce los precios. Los temores inflacionarios elevaron el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años a 2,625% el viernes. El aumento de 0,166 punto en tres semanas fue el mayor este año, aunque el rendimiento se mantiene muy por debajo del nivel de 3% que imperaba en enero.

Las amortizaciones en los fondos de bonos estadounidenses registraron su máximo en un lapso de 15 semanas, conforme una cantidad neta de US$4.000 millones salió de los fondos de renta fija de plazos mediano y largo en la semana hasta el 18 de junio, reportó EPFR Global.

El mercado de deuda está incorporando una inflación anual de 2,28%, según cálculos basados en los rendimientos relativos de los bonos del Tesoro a 10 años y el bono del Tesoro con protección contra la inflación. Se trata de la mayor tasa desde enero y supone un alza frente al 2,10% de abril, según datos de Ryan ALM y el Departamento del Tesoro. La meta de inflación de la Fed es 2%, aunque se basa en una medida distinta que está por debajo del Índice de Precios al Consumidor.

El oro, un refugio en momentos de temor en los mercados, registró su mayor alza en tres días desde octubre, ascendiendo 3,5% a US$1.316,20 la onza entre miércoles y viernes, aunque se mantiene 30% por debajo de su récord de 2011 de US$1.888,70. la onza.

De todos modos, incluso muchos economistas que prevén aumentos en la inflación dicen que las consecuencias serán moderadas. "Pensamos que será un sostenido giro alcista en la inflación subyacente", anotó Dean Maki, economista jefe de EE.UU. en Barclays PLC, refiriéndose a los indicadores que excluyen los precios volátiles de la energía y los alimentos. Debido a que esto reducirá el riesgo de una deflación, "será bienvenido por la Fed y no creará preocupaciones para los inversionistas", sentenció.

Pronostica una aumenta en las tasas de la Fed en junio de 2015, ligeramente antes del consenso, y dice que las expectativas de una inflación en alza y de los aumentos en las tasas causarán un mayor aumento en los rendimientos de los bonos.

Algunos economistas y analistas están empezando a indicar que la inflación severa podría ser más bien un problema del pasado que del futuro.

Las poblaciones con una mayor edad promedio implican un crecimiento económico más lento, anotan estas personas. Y la presión sobre los gobiernos, las empresas y las personas para reducir la deuda podría mantener a raya la emisión de bonos, las tasas de interés, la inflación y el crecimiento a nivel mundial.

El analistas de finanzas hipotecarias Michael Widner de Keefe, Bruyette & Woods indicó que el alza en la inflación subyacente es impulsada principalmente por el sector médico, los costos escolares y la vivienda. Dijo que la Fed quizás debería abstenerse de restringir la demanda inmobiliaria en este momento, y posiblemente la política monetaria no influiría tantos a los otros dos sectores.

Su conclusión: los motores tradicionales de inflación podrían estar más débiles que en el pasado.

"Pienso que no tenemos el potencial de crecimiento en la economía global para impulsar al alza las tasas de interés significativamente y pienso que no tenemos el potencial para inflación", dijo.

Para los rígidos con la inflación, eso se llama autocomplacencia. Para los flexibles, se trata del nuevo paradigma.

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