Lucha por 15 dólares - EEUU vive una de las mayores protestas en su historia
Miles de trabajadores han protestado en las calles para
exigir un aumento en sus ingresos; se planean movilizaciones en 230
ciudades. La campaña Fight for $15 representa a trabajadores de bajos ingresos, como empleados domésticos y de limpieza. (AP)
La campaña en pos de un salario mínimo de 15 dólares, que comenzó en el sector de comidas rápidas, se está extendiendo para incluir a una gama más amplia de trabajadores y convertirse más en un movimiento de justicia social.
En la ciudad de Nueva York el miércoles, más de 100 manifestantes que coreaban se reunieron frente a un restaurante McDonald's alrededor del mediodía, por lo que el local cerró sus puertas con el fin de impedir que la muchedumbre ingrese, informa The Associated Press.
Manifestantes se tendieron en la acera para simular que estaban muertos, estrategia popular durante las recientes protestas tituladas "Las vidas de personas negras importan" en referencia a casos recientes en que policías han matado a hombres de raza negra.
Varios más llevaban sudaderas que decían "No puedo respirar", en alusión a las últimas palabras de un hombre que murió en Nueva York tras ser controlado con una llave de asfixia por la policía.
Timothy Roach, de 21 años, empleado de Wendy's de Milwaukee, Wisconsin, dijo que la brutalidad policial que enfrentan los hombres negros está vinculada con la falta de oportunidades económicas que tienen. Consideró que las protestas son importantes para enviar un mensaje a las compañías.
"Si ellos no ven que es algo que nos importa a nosotros, entonces no les va a importar a ellos", afirmó.
Desafío
Los organizadores dijeron que se planeaban manifestaciones para más de 230 ciudades estadounidenses y campus universitarios, así como decenas de ciudades en el extranjero. Entre los que se unieron el miércoles en el último día de protestas en todo el país había trabajadores aeroportuarios, trabajadores de Walmart y profesores adjuntos.
La campaña, denominada Fight for $15 (Lucha por 15 dólares), comenzó a fines de 2012 y es encabezada por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU por sus siglas en inglés), que representa a trabajadores de bajos ingresos en áreas como labores domésticas, cuidado infantil y servicios de limpieza en edificios.
Mary Kay Henry, presidenta del SEIU, dijo que la presión ya ha ayudado a impulsar a los gobiernos locales a que sopesen un incremento en los salarios mínimos, así como a las compañías a que anuncien alzas en los sueldos y le faciliten a los integrantes del SEIU obtener mejores contratos. Esos resultados están inspirando a otros grupos de trabajadores, señaló.
"Ha desafiado una sensación de desesperanza", agregó.
Beneficio para todos
En Jackson, Mississippi, unas 30 personas protestaron en un McDonald's antes de ser expulsados, y uno de los manifestantes fue detenido por ingresar a propiedad ajena.
Manifestantes se congregaron además en las afueras de restaurantes McDonald's en ciudades como Denver, Los Ángeles y Albany, Nueva York.
Incluso si los trabajadores de comida rápida y otros nunca se sindicalizan, el obtener un mayor salario para ellos beneficiaría al SEIU al ayudar a que sus propios miembros ya no pongan de sus salarios, dijo Susan Schurman, decana de la facultad de administración y relaciones laborales en Rutgers.
"Al elevar el tope salarial, ello realmente beneficia a todo el mundo", afirmó.
En la ciudad de Nueva York el miércoles, más de 100 manifestantes que coreaban se reunieron frente a un restaurante McDonald's alrededor del mediodía, por lo que el local cerró sus puertas con el fin de impedir que la muchedumbre ingrese, informa The Associated Press.
Manifestantes se tendieron en la acera para simular que estaban muertos, estrategia popular durante las recientes protestas tituladas "Las vidas de personas negras importan" en referencia a casos recientes en que policías han matado a hombres de raza negra.
Varios más llevaban sudaderas que decían "No puedo respirar", en alusión a las últimas palabras de un hombre que murió en Nueva York tras ser controlado con una llave de asfixia por la policía.
Timothy Roach, de 21 años, empleado de Wendy's de Milwaukee, Wisconsin, dijo que la brutalidad policial que enfrentan los hombres negros está vinculada con la falta de oportunidades económicas que tienen. Consideró que las protestas son importantes para enviar un mensaje a las compañías.
"Si ellos no ven que es algo que nos importa a nosotros, entonces no les va a importar a ellos", afirmó.
Desafío
Los organizadores dijeron que se planeaban manifestaciones para más de 230 ciudades estadounidenses y campus universitarios, así como decenas de ciudades en el extranjero. Entre los que se unieron el miércoles en el último día de protestas en todo el país había trabajadores aeroportuarios, trabajadores de Walmart y profesores adjuntos.
La campaña, denominada Fight for $15 (Lucha por 15 dólares), comenzó a fines de 2012 y es encabezada por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU por sus siglas en inglés), que representa a trabajadores de bajos ingresos en áreas como labores domésticas, cuidado infantil y servicios de limpieza en edificios.
Mary Kay Henry, presidenta del SEIU, dijo que la presión ya ha ayudado a impulsar a los gobiernos locales a que sopesen un incremento en los salarios mínimos, así como a las compañías a que anuncien alzas en los sueldos y le faciliten a los integrantes del SEIU obtener mejores contratos. Esos resultados están inspirando a otros grupos de trabajadores, señaló.
"Ha desafiado una sensación de desesperanza", agregó.
Beneficio para todos
En Jackson, Mississippi, unas 30 personas protestaron en un McDonald's antes de ser expulsados, y uno de los manifestantes fue detenido por ingresar a propiedad ajena.
Manifestantes se congregaron además en las afueras de restaurantes McDonald's en ciudades como Denver, Los Ángeles y Albany, Nueva York.
Incluso si los trabajadores de comida rápida y otros nunca se sindicalizan, el obtener un mayor salario para ellos beneficiaría al SEIU al ayudar a que sus propios miembros ya no pongan de sus salarios, dijo Susan Schurman, decana de la facultad de administración y relaciones laborales en Rutgers.
"Al elevar el tope salarial, ello realmente beneficia a todo el mundo", afirmó.
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