El uso de un acuífero para hacer Coca-Cola amenaza el agua de 30.000 personas en El Salvador
- La sobreexplotación de un acuífero de una embotelladora subcontratada por Coca-Cola amenaza el acceso al agua de un municipio, según un informe de Alianza por la Solidaridad.
- La empresa La Constancia/SabMiller pretende ahora ampliar sus instalaciones para hacer agua embotellada de otra marca: las ONG alertan que acabaría con el agua disponible en 27 años.
- “Tenemos agua cada dos o tres días mientras que las multinacionales extraen una cantidad enorme por segundo”, dice un afectado a eldiario.es
Maribel Hernández⎮
Unas 100.000 cajas de
Coca-Cola salen cada día de Nejapa, un municipio salvadoreño de 30.000
habitantes, ubicado a tan solo 21 kilómetros de la capital del país.
Desde hace casi veinte años, la empresa embotelladora de Coca-Cola en El
Salvador, La Constancia/Sab Miller, elabora, comercializa y distribuye esta bebiday
otras marcas de la conocida multinacional de refrescos en toda
Centroamérica. Para producir un litro de Coca-Cola se necesitan dos
litros de agua y en Nejapa, en medio del país con menor disponibilidad
hídrica de la región, hay un acuífero estratégico.
Un reciente informe de Alianza por la Solidaridad, que recoge el trabajo realizado por el Foro del Agua,
denuncia que los nuevos planes de ampliación, que tienen como objetivo
la producción de agua embotellada de otra marca [Cristal], tendrá
consecuencias aún más críticas para el acuífero y la población. El
estudio, elaborado por un reconocido hidrólogo en el país, Julio
Quiñonez, concluye que el proyecto puede acabar con el agua del acuífero
en los próximos 27 ó 30 años. Con la ampliación, la empresa pasaría de
consumir 39,31 litros por segundo a 69,83, según sus cifras.
Pero efectos de la actividad
de la embotelladora ya son notorios, aseguran los vecinos de Nejapa.
Esta importante reserva natural suministra agua a casi la mitad de la
población de la capital y es clave para los 30.000 habitantes del
municipio. La gran paradoja es que, mientras los nejapenses observan a
diario el ir y venir de camiones cargados de bebidas, el 40% de los
hogares no tiene acceso al agua potable y en aquellos donde existe, el
suministro no llega de manera continua y el coste es elevado.
eldiario.es se ha puesto en contacto con La Constancia, así como con
Coca-Cola Company y Coca-Cola España pero en el momento de publicar esta
información continúa sin recibir respuesta.Varias ONG han lanzado una campaña de firmas contra la actuación de la multinacional en El Salvador.
“Hay más Coca-Cola que
agua”, dice al otro lado del teléfono el líder comunitario Ines Flores.
“La Coca-Cola la vemos en todas partes, está en todos los lados, hay
quien deja de beber refrescos naturales pero la Coca-Cola no debe
faltar. No somos conscientes del daño que nos causa la Coca-Cola”,
subraya Flores, uno de los nejapenses que se ha dado a la lucha contra
el gigante de las bebidas carbonatadas y su embotelladora, a la que
acusan de no revertir en la sociedad los beneficios que obtiene de sus
recursos y que, en 2013, presentó una solicitud para ampliar sus
instalaciones con el propósito de producir allí agua embotellada de la
marca Cristal.
Los estudios geológicos
realizados por estas organizaciones advierten del colapso del acuífero.
La ampliación solicitada por la empresa supondría una explotación al
200% de su capacidad de recarga. Por este motivo, alertan, el agua se
agotará en los próximos 27 ó 30 años. “La gente ve una inminente
amenaza, el río se está quedando sin agua, se sienten engañados. Cuando
se acaben nuestros recursos la empresas se irán, quienes nos quedaremos
con el problema seremos nosotros, eso la gente lo tiene claro”, afirma
Karen Ramírez, gerente del programa de Agua y Saneamiento de la
organización Provida.
“Una inmensa mayoría de las
comunidades rurales no cuentan con agua, nosotros la tenemos racionada,
tenemos agua cada dos o tres días mientras que las multinacionales
extraen una cantidad enorme por segundo”, resalta Ines Flores al tiempo
que destaca cómo esta escasez acaba generando problemas de higiene o
epidemias. “Hay una comunidad que se llama Tutultepeque, a un kilómetro
de ella baja un río sucio al que van a parar aguas negras de la capital y
ahí va la gente. Han hecho un orificio a la orilla del río y de ahí
llenan agua”, añade este hombre que ha liderado protestas al grito de
“el agua no se vende, el agua se defiende”.
“El valor de la
investigación del Foro del Agua es que el estudio respalda lo que la
gente dice. Fueron las comunidades quienes vinieron a contarnos el
problema del agua, se preguntaban cómo era posible que la subcontrata de
Coca-Cola les dijera que el agua alcanza para todos cuando no es así,
cuando llega racionalizada, cuando en este o ese río ya no hay, o está
contaminada… Ellos hicieron el análisis desde su cotidianidad”, explica
Ramírez.
Los problemas con el agua
dan lugar a situaciones como las del colegio Las Mercedes. Karen Ramírez
cuenta que este centro escolar no tiene acceso a agua potable. “Los
niños y las niñas a veces tienen que suspender las clases, una escuela
pública sin agua. Nosotros consideramos que es bien doloroso e
indignante ver cómo en tu comunidad existen empresas que están generando
riqueza a partir del agua y que aquí su falta provoque que no haya
clases. ¿Qué tipo de desarrollo es este?”, se pregunta la responsable de
Provida. Karen acusa al Estado y a las transnacionales “de estar
violando los derechos humanos de la gente de Nejapa”.
Los planes de la embotelladora
La Constancia/Sap Miller
inició su producción en Nejapa en el año 1999. La embotelladora de
Coca-Cola se había trasladado a este municipio tras el agotamiento del
acuífero de Soyapango. Entonces no existía en el país un Ley de Medio
Ambiente y la empresa obtuvo el permiso de actividad sin ningún análisis
previo de los impactos ambientales y sociales que generaría.
En 2013, la solicitud de
ampliación sí fue acompañada de su correspondiente informe. Según el
estudio elaborado por la empresa, cada año se extraen del acuífero 15,65
millones de metros cúbicos de agua, con una recarga de la misma de
21,76 millones. La Constancia afirma que su consumo se ampliaría en 79,1
metros cúbicos al mes. Sin embargo, las organizaciones
sociales denuncian que la empresa no ha permitido la entrada a técnicos
de la Unidad Ambiental del municipio para verificar estos datos. Las
cifras no coinciden con las que se extraen de la investigación realizada
por un reconocido hidrólogo en el país, Julio Quiñonez, cofinanciada
por varias organizaciones, incluida la AECID.
Este informe determina que
en la actualidad lo que se extrae al año son 34,67 millones de metros
cúbicos. Además, mientras que en 1999 se sacaba el agua de uno de los
pozos a una profundidad de 31,04 metros, en el año 2012, se bajó hasta
los 75,69 metros. Con la ampliación, la empresa pasaría de consumir
39,31 litros por segundo a 69,83. Es por ello, enfatizan, que en 30
años, 27 teniendo en cuenta el cambio climático, el acuífero de Nejapa
se agotará.
¿Y qué opina el Estado? Lina
Pohl, la ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno
presidido por Salvador Sánchez Cerén, admite el estado crítico de los
recursos hídricos en su país, problema que achaca a la escasez y a la
contaminación pero también, reconoce a eldiario.es desde Madrid con
motivo de su visita oficial a España, a la explotación y mala gestión de
los mismos. Pohl, que llegó al ministerio en junio de 2014 tras la
victoria electoral de Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional
(FMNL), espera que durante el mandato actual se apruebe, tras 30 años
de intentos, una Ley General de Aguas y que se reconozca el derecho
humano al agua en la Constitución, algo que se reclama desde la sociedad
civil pero que ha sido siempre tumbado en la Asamblea Legislativa.
“Todavía hay intereses muy
fuertes, intereses privados que siguen queriendo imponerse al interés
público, que quieren mantener este recurso como una mercancía y no como
un derecho”, sostiene la ministra, quien no aclara si se concederá la
ampliación a La Constancia: “Estamos evaluándolo y en el caso de que
obtuviera el permiso tendría que compensar lo que saca del acuífero pero
eso todavía no sabemos si es posible”.
El “compromiso” de Coca-Cola con el medioambiente
Desde la sociedad civil se
exige responsabilidad y que realmente se compense por su actividad. Un
simple vistazo al apartado de responsabilidad con el medio ambiente de
la web de
Coca-Cola es suficiente para comprobar el supuesto compromiso de la
transnacional con “devolver a la naturaleza la misma cantidad de agua
que consume”. Eso es lo que se pide también desde Nejapa. “Coca-Cola
tiene el compromiso de devolver a los acuíferos gota a gota el agua que
extraen y esto está planteado como un compromiso global. Nosotros
estamos comprobando que eso aquí no se cumple”, revela Ramírez.
“Lo que estamos viendo es
una campaña muy fuerte de movilización de recursos, imagen y publicidad.
Su estrategia con las comunidades es el “pan y circo”. Participan en
las fiestas patronales, regalan comida, refrescos, organizan campeonatos
deportivos, plantan algún árbol, etc. Pero esto no son medidas de
responsabilidad sistemáticas, son acciones aisladas. Hay una publicidad
muy engañosa”, señala Ramírez. Ines Flores coincide con ella. “¿A cuánta
gente se engaña con esos anuncios mentirosos? Cuando andaban queriendo
ampliar hicieron una consulta popular, invitaban a la gente a asambleas,
les daban un buen almuerzo y un estudio amañado donde les hacían creer
que nunca se terminaría el agua y a cambio les ofrecían apoyos y
empleos, algo totalmente falso porque en la planta de Coca-Cola apenas
trabajan unos 15 nejapenses”, desmiente Flores.
Según el informe de Alianza
por la Solidaridad, las acciones de carácter social promovidas por La
Constancia suelen ser ejecutadas por dos ONG (ASISTEDCOS y FUNDE), “sus
ONG” -matiza Flores- y se resumen en: algunas becas, zapatillas de
fútbol para algunos jóvenes, unas peceras para la alcaldía, pequeños
proyectos de reforestación, refrescos para las comunidades, tanques de
agua en una escuela y otras actividades puntuales.
Karen Ramírez llama la
atención sobre lo difícil que es hacer pública esta denuncia ante los
medios de comunicación. “Con solo mencionar el nombre de la empresa es
suficiente, son anunciantes y jamás lo sacarán”, lamenta. Su petición,
la del Foro del Agua y Alianza por la Solidaridad no es que cierre
Coca-Cola. “Lo que queremos es que desista de esta ampliación y cumpla
con los compromisos que tiene adquiridos. Somos un país frágil, donde
falta una normativa, pero Coca-Cola ha manifestado compromisos a nivel
global. Pensamos que El Salvador es digno de que se cumplan también en
nuestro territorio”.
Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/Agua-El_Salvador-Coca_Cola-Medio_Ambiente_0_397560950.html
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