Analistas estadounidenses: Así son las verdaderas relaciones entre EE.UU. y China
Publicado: 14 jul 2015 14:52 GMT
| Última actualización: 14 jul 2015 15:11 GMT
Después de décadas de tratar de adaptarse al
crecimiento de China, las relaciones de cooperación entre Pekín y
Washington ahora están en punto muerto y han dado paso a una política de
nueva "generación de almirantes que está entrando en posiciones de
influencia y mando", creen analistas estadounidenses.
A principios de 2013, el presidente Obama
cedió a la insistente presión china y al reunirse con el líder del
gigante asiático, Xi Jinping, anunció un "nuevo tipo de relaciones entre
grandes potencias". En otras palabras, se trataba de una formulación de
la paridad de China con los Estados Unidos, recuerda un reciente
artículo de la revista estadounidense 'The National Interest'.Desde esa reunión en California, estos sentimientos positivos "se evaporaron", señala la revista. No se equivoquen, no hay nada en el mundo que necesite más la atención estadounidense que las relaciones con China. Pese a la crisis de Ucrania y Oriente Próximo, los temas de China y Asia dominan en la campaña electoral del 2016 como la cuestión extranjera más consecuente, sin excepción.
Una nueva generación de almirantes está entrando en posiciones de influencia y mando. Ellos ven en la última estratagema china una vieja táctica: empuje y empuje.Lamentablemente, mientras que el Gobierno de Obama adoptó e incluso amplió la agenda de Bush en Asia, la actual Administración de la Casa Blanca demostró irresponsabilidad en otras partes del mundo, mostrando "vacilación y falta de decisión", señala el artículo. Lo que pronto desemboca en la postura de 'Estados asiáticos' que miran el fracaso de la diplomacia de Obama en otras partes del planeta y dan prioridad a cuestiones extranjeras usando una métrica de largo plazo. Los últimos acontecimientos en Asia, donde China está jugando un juego a largo plazo, lo demuestran con claridad.
Parte de esta política china, 'la creación de islas chinas' en el mar de la China Oriental ha vuelto a desequilibrar la región. "Una vez más, el Gobierno de Obama ha respondido tibiamente, con retraso y de manera reactiva", destaca la revista.
En el caso de Estados Unidos, la respuesta suele ser militar, a través de una movilización de fuerzas en la región.
"Una nueva generación de almirantes está entrando en posiciones de influencia y mando. Ellos ven en la última estratagema china una vieja táctica: empuje y empuje. Y en ciertos momentos, por un rato, ceder y permitir que los adversarios se hagan ilusiones y crean que su respuesta ha tenido un efecto moderador".
Sin embargo, el 'impulso subyacente' continúa, sin disminuir, sugieren los autores del artículo, James Clad y Ron Wahid, conocidos analistas y consejeros políticos. "El presidente del partido chino ha elegido un camino inequívoco", un juego en el que Estados Unidos cede la iniciativa, afirman los analistas.
La creciente influencia económica china da a Pekín el peso para dar forma a esta política de 'tira y afloja'.
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