Por qué no deben escapar los pollos del corralito griego
Artículo anterior del 30 de Junio del 2015
Carles-Andreu Fernández Piñero
Economista
Economista
Los dioses del Olimpo deben estar
tirándose de los pelos de ver que no va nada bien la economía de su
querida Grecia. Ahora, por causa de esta mala situación, el gobierno ha
decretado un “corralito financiero”, un corralito griego,
es decir, limitaciones a los reintegros de efectivo de los bancos. En
concreto, se han cerrado todas las oficinas bancarias durante una
semana, hoy los cajeros automáticos no funcionarán y a partir de mañana,
sólo se podrán sacar hasta 60 euros en efectivo de las cuentas
bancarias. ¿Pero por qué hacen esto? ¿Por qué no me dejan sacar mi
dinero que es mío?
La razón se puede resumir en lo
siguiente: los bancos no tienen todo el dinero que hay depositado en
ellos. Es decir, sería imposible que todos los clientes de una entidad
sacaran a la vez todo lo que tienen en sus cuentas. ¿Y por qué? Porque
no están. Cuando nosotros ingresamos fondos en el banco, éste utiliza
nuestro dinero para pagar gastos, realizar inversiones, conceder
créditos y de vez en cuando financiar algún chanchullito financiero,
aprovechándose que todos los días los reintegros de los clientes se
compensan en cierta medida con los ingresos. Tan sólo están obligados a
mantener líquidos por seguridad una parte de sus fondos, que se llama
coeficiente de caja.
Cuando la economía tiene un
funcionamiento normal, todo esto está muy bien, pero al producirse un
pánico bancario el sistema puede reventar. Es lo que ha pasado en
Grecia, donde la población ha retirado más de 8.000 millones de euros
(¡el 4,3% del PIB del país!) en dos semanas, asustados por la situación
política y económica. Ello ha supuesto que el sistema bancario se
descapitalice y, por tanto, sea más débil y con propensión a quiebras,
lo que es peligroso para un país porque, por suerte o por desgracia, las
economías actuales dependen mucho de ellos.
Realmente es un fastidio que no dejen
sacar dinero de las cuentas bancarias, pero el “corralito” es un
mecanismo que sirve para prevenir rescates bancarios al evitar que los
fondos salgan de las entidades financieras. Y es que si salen en exceso,
o el banco quiebra, o alguien tiene que “prestarle” fondos para que no
se hunda, y ya sabemos a quién le toca al final: al pobre ciudadano de a
pie a través del dinero público. Ahora bien, evitar la circulación de
efectivo (aunque se permitan las transferencias entre bancos) supone un
problemón muy grande para las transacciones económicas, al paralizar
gran cantidad de cobros y pagos que se realizan en esta modalidad. Y es
que, como pasa muchas veces en economía, para arreglar una cosa hay que
estropear otra.
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