Los sueños pueden usarse para resolver problemas, revela estudio
¿A quién le iría mejor en un examen? ¿A un alumno que estudió toda la noche, o al que durmió 8 horas y se despertó temprano para revisar sus apuntes? El sueño, de pasivo, no tiene nada
Por: pijamasurf
Una misma tarea, sea cual sea, puede ser
muy fácil de resolver en horas matutinas, pero puede llegar a ser
complicada en horas tardías de nuestras jornadas, con el cansancio del
día sobre los hombros, pero, ¿por qué?
Tendemos a concebir el sueño como un
estado de pasividad, como un período de recuperación del cuerpo,
caracterizado por un estado de conciencia alterado, relajación muscular y
una baja en la actividad metabólica que reduce nuestra temperatura
corporal (por eso usamos cobijas). Sin embargo, investigaciones
recientes afirman que el sueño, lejos de ser un simple letargo en el que
el cuerpo no tiene actividad alguna, es un proceso altamente activo.
Increíble que desde el 360 a. C, en “De somno et vigilia” (“Acerca del sueño y la vigilia”), Aristóteles
ya vislumbraba el sueño como un proceso altamente activo que promueve
la instauración del sentido común. El sueño y la vigilia se
complementan, no hay uno sin otro, uno no es mejor que otro, ni uno más
activo o más pasivo que el otro.
Resulta lógico pensar que el sueño debe
servir para algo más que un simple descanso, por eso se ha conservado a
lo largo de la evolución y existe en mamíferos, aves, reptiles,
anfibios, peces e insectos.
El descanso tiene numerosas
consecuencias en el desempeño del ser humano en su vida activa: reafirma
los recuerdos, la memoria a corto y largo plazo y juega un papel en la
asimilación de la información nueva. Recuerda tal vez el proceso de la
desfragmentación en las PCs, en el cual la computadora reordena toda la
información y la clasifica de manera que el acceso a ella sea más rápido
y eficaz, liberando también espacio en el disco duro. Sí, el sueño
sería entonces la tecnología más avanzada que poseemos para organizar
nuestras mentes.
Si el sueño nos ayuda a reordenar la
información nueva incorporándola a la ya existente eso implica que
tendremos más claridad, mejor toma de decisiones y mejor juicio.
De hecho, desde el punto de vista
biológico, el sueño se caracteriza por un estado de anabolismo en el
cual el sistema construye nuevas moléculas, repara daños a nivel de
nervios, esqueleto y músculos. Así que el sueño, de pasivo, no tiene
nada.
Científicos de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) encontraron
que las personas que tienen un buen descanso nocturno pueden resolver
problemas con alto grado de dificultad a la mañana siguiente con mucha
más facilidad que las personas que tratan de resolver dichos acertijos
por la noche, sin haberse beneficiado de un buen descanso.
Los científicos describieron que existe
un número finito de maneras de resolver problemas o acertijos, o
cualquier situación en la vida, y que el sueño puede ayudarnos a
encontrar esas maneras conservadas para afrontar una situación. Es
decir, podemos resolver problemas actuales empleando soluciones
previamente ya utilizadas para otros problemas. Una suma, sea cual sea,
siempre se resolverá añadiendo el valor de los números en cuestión. No
hay otra forma de hacerlo. Aunque los números sean distintos, el
procedimiento siempre es el mismo.
El sueño ayuda al humano a reformular el
problema, traduciéndolo a otro lenguaje tal vez más entendible, como
cuando nos explicaban sumas con manzanas o con los dedos de las manos.
Es, por así decirlo, una fuente de útiles metáforas para despertar
nuestra comprensión en diferentes niveles de la conciencia.
Así que, ante un problema de cualquier índole, no es descabellado “consultarlo con la almohada”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario