El lado oscuro y destructor de las ONG
Desde
los años 1980 las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) se
expandieron por todo el mundo abriendo un importante espacio político,
cultural y socio económico, prácticamente en cada rincón del planeta. Se
calcula que actualmente hay más de 10 millones de ONG en el planeta. En
la India, por ejemplo, hay una ONG para cada 600 personas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra…
- Antonio Machado, 1875-1939,
el poema "He andado muchos caminos"
Vicky Peláez
Mariátegui
24/09/15
Para
lograr esto, los medios de comunicación globalizados destacan día a día
su rol en la educación, la lucha contra la pobreza y el analfabetismo,
la protección del medio ambiente, la promoción de libertades civiles,
protección de los derechos humanos etc., pero ocultan su lado oscuro.
Hay
aproximadamente unas 40.000 ONG subvencionadas por los gobiernos
norteamericanos y europeos y que fueron creadas con el fin específico de
ser instrumentos de los globalizadores de Washington y Bruselas. La
idea de crear organizaciones no gubernamentales que podrían ser
utilizadas por los servicios de inteligencia para la creación de las
redes sociales en África, Asia y América Latina con el propósito de
promover los intereses norteamericanos, surgió inicialmente al final de
los años cuarenta. Sin embargo, este proyecto demoró casi una década y
recién fue puesto en marcha en 1961 impulsado por el triunfo de la
revolución cubana en 1959, cuando por una orden ejecutiva fue creada la
Agencia de EEUU para el Desarrollo (USAID). Su propósito oficial fue
reforzar la política exterior norteamericana cooperando con los países
receptores de la ayuda en áreas económica, agrícola, sanitaria, política
y humanitaria.
En
1972 el profesor norteamericano William A. Douglas elaboró una idea más
compleja del prototipo de una futura ONG en su libro “Developing
Democracy”. Según el estudioso, la gente en Asia, África y Latinoamérica
eran como unos “niños” que necesitaban para su desarrollo, en términos
norteamericanos, “una tutela, reglamentación y el control del gobierno
de EEUU”. Posteriormente este concepto abarcó todo el planeta,
incluyendo al pueblo norteamericano. Para Douglas, el proceso de
transformación global no podría ser realizado a través de los gobiernos,
se necesitaba crear organizaciones de base en cada lugar del planeta
bajo el control de unas agencias especializadas estadounidenses. Estas
organizaciones de base tomaron en los años 1980 la forma de las
Organizaciones No Gubernamentales que fueron incorporadas como
instrumentos vitales del “Proyecto Democracia” para fortalecer la
globalización neoliberal del mundo entero bajo la tutela de Washington.
Para
cumplir con su tarea las ONG bajo el control del departamento de Estado
tenían que desestabilizar los gobiernos no afines a la política
norteamericana a través de un trabajo sutil, encubriendo sus propósitos
subversivos con unos programas reales como la lucha contra la pobreza
extrema. A la vez, fue precisamente USAID que envió al famoso
especialista norteamericano en tortura Dan Mitrione a Brasil 1960-1967,
República Dominicana 1965 y a Uruguay en 1969-1970. También la USAID
participó activamente en todos los golpes de Estado e intentos de golpes
que tuvieron lugar en África, Asia y Latinoamérica desde 1961 hasta
ahora, en estrecha colaboración con la CIA, DIA (Servicio de
Inteligencia Militar, la FBI, la DEA, NSA (Agencia Nacional de
Seguridad) etc.
Mientras
existía la Unión Soviética y el campo socialista, USAID junto con otras
ONG, como la Fundación Nacional para la Democracia (NED) hicieron todo
lo posible para contener la influencia ideológica de la URSS siendo
misioneros ideológicos y operativos del imperio durante la Guerra Fría.
Las revelaciones sobre la participación de la CIA y su organización
encubierta USAID en el asesinato de Patricio Lumumba en Congo, en la
muerte de Salvador Allende en Chile y cientos de atentados contra Fidel
Castro obligaron al gobierno norteamericano a crear la NED en 1983. El
presidente Ronald Reagan anunció entonces que “este programa no actuará
detrás de la sombra. Va ser visible y al mismo tiempo consistente con
los intereses nacionales de EEUU.
Su
creador, el profesor de Georgetown University, Allen Weinstein fue más
específico cuando en 1991 durante una entrevista declaró: “la gran
cantidad de tareas que cumplimos hoy día fueron 25 atrás la
responsabilidad de la CIA”. Unos años antes, en 1986 el primer director
de la NED, Carl Gershman reconoció que su organización era una fachada
de la CIA.
En
la Declaración de Principios firmada por sus líderes neoconservadores,
Elliot Abrams (envuelto en el escándalo Iran Contragate), Francis
Fukuyama (autor del Final de la Historia), Zalmay Khalilzad (ex
embajador de EEUU en Irak y Afganistán) y Win Weber (uno de los autores
republicanos del Proyecto del Nuevo Siglo Norteamericano), se afirma que
“tenemos que aceptar la responsabilidad de asumir el único rol en la
preservación y extensión del orden internacional amigable a nuestra
seguridad, prosperidad y a nuestros principios”.
Para
cumplir con esta tarea tanto la NED junto con sus cuatro
organizaciones: Free Trade Union Institute, Centre for International
Private Enterprise, the National Republican Institute for International
Affairs, the National Democratic Institute for International Affairs y
su subordinada ONG Freedom House en coordinación con la USAID se dedican
oficialmente a financiar y canalizar las fuerzas de las principales
organizaciones de la sociedad civil en casi 100 países del mundo. Para
esto tienen un fuerte presupuesto: para el año fiscal 2016 la USAID
dispone de 22,3 mil millones de dólares y la NED tiene a su disposición
170 millones. Con este dinero no sería difícil crear las ONG afines a
los intereses norteamericanos utilizando las organizaciones de base.
Esto
explica porqué los indígenas misquitos de Nicaragua se convirtieron en
los colaboradores de los contrarrevolucionarios y de la CIA durante la
revolución sandinista. También aclara la reciente marcha indígena contra
el gobierno de Rafael Correa después que el presidente de Ecuador
cuestionó la labor de 31 ONG en Amazonía con el presupuesto de 56,2
millones de dólares provenientes de la NED, USAID y varias otras ONG
extranjeras, esencialmente norteamericanas. Los indígenas de la región
amazónica marcharon 700 kilómetros para protestar violentamente contra
una posible futura reelección de Rafael Correa.
Una
de las tareas de las ONG afines a los intereses de los globalizadores
es formar miles de disidentes en los países que no siguen el rumbo
norteamericano e influir en las elecciones presidenciales, legislativas,
municipales en aquellas naciones. Según los cálculos del departamento
de Estado, en cada país que no está de acuerdo con la política
norteamericana hay no menos de un 10 por ciento de la población que
apoya a Norteamérica y puede formar una quinta columna para
desestabilizar el gobierno en los países como Rusia, China, Cuba,
Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Armenia,
Bielorrusia, Tayikistán, Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán o
Egipto.
Entonces
la cuestión es organizar y financiar a los potenciales descontentos y
lavarles el cerebro a través de los medios de comunicación. Así sucedió
en Polonia en 1989 cuando la NED en colaboración con el Vaticano entregó
al movimiento Solidaridad 2,5 millones de dólares con la condición de
promover la candidatura de su líder pro norteamericano Lech Walesa a la
presidencia. Posteriormente la NED y USAID financiaron tales
organizaciones como “OTPOR” en Serbia, “KHMARA” en Georgia, “PORA” en
Ucrania, “KELKER” en Kirguistán, “ZUBR” en Bielorrusia. Después
promovieron la “revolución de rosas” en Georgia, la “revolución de
tulipanes” en Kirguistán, la “revolución naranja” y posteriormente
“Maidan” en Ucrania, intentaron sin resultado una revolución en Armenia
bajo la consigna “Ereván Eléctrico” y también fracasaron hace poco en
Hong Kong tratando de instigar la “revolución de paraguas”.
Los
líderes de oposición en América Latina, como Henrique Capriles y
Leopoldo López en Venezuela, Mauricio Rodas en Ecuador, Aecio Neves en
Brasil son creaciones de la NED y los eslabones de la derecha nacional
en su lucha contra los gobiernos progresistas legítimamente elegidos. Su
agenda principal consiste en desestabilizar estos gobiernos para
retornar sus países al “patio trasero” norteamericano. Todos ellos
tienen estrechos contactos con el ex presidente colombiano Álvaro Uribe y
con los sectores de ultra derecha latinoamericana.
Sin
embargo, a medida que pasa el tiempo los países de nuestro planeta cada
vez más adquieren la conciencia y se dan cuenta de los propósitos de la
USAID, de la NED y de sus ONG subsidiarias y toman las medidas
correspondientes. Ya son tres países del grupo BRICS: Rusia, China e
India que promulgaron la Ley de Registro de Agentes Extranjeros respecto
a las ONG que reciben los fondos del extranjero. Es en realidad la
misma ley que usa EEUU desde 1938, pero su uso en otros países produjo
indignación y rechazo en Washington cuyos dirigentes anunciaron el fin
de la democracia en China y Rusia. Lo que al mismo tiempo no quieren
reconocer los actuales líderes norteamericanos, tanto neoliberales como
los neoconservadores es que su propio país ya dejó de representar una
democracia sino se convirtió en un estado autoritario que cada vez más
se inclina hacia el totalitarismo.
En
un reciente artículo publicado por Counterpunch el estudioso
norteamericano Henry A. Giroux escribió que “los tiempos oscuros no nos
están esperando en el futuro, sino ya están presentes pero esto no
significa que se quedarán para siempre”.
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