VIDEO / Lo que está ocurriendo en Haití es una auténtica rebelión
CARLOS AZNAREZ / Resumen Latinoamericano – Puerto Príncipe y
otras ciudades de Haití son hoy el escenario de la más grande rebelión
popular de las últimas décadas de la sufrida nación haitiana. Decenas
de miles de manifestantes se han lanzado a la calle para demostrar su
repulsa contra el actual gobierno presidido por Michell Martelly, que
había decidido, contra el pensamiento de la gran mayoría, mantener la
fecha del domingo 24 para realizar una “mascarada electoral”, tal cual
la califican los partidos opositores.
Sin embargo, un griterío ensordecedor comenzó a subir desde los
rincones más pobres de la ciudad e incluso invadió con inusitada
violencia las calles residenciales de Petion-Ville: es es pueblo en toda
la magnitud de su capacidad de resistencia, haciendo honor a sus
orígenes independentistas y anti-esclavistas de 1804, que se ha puesto
de pie para generar una ofensiva antiimperialista y escribir en las
páginas de su propia historia un descomunal: “¡¡Basta!!”.
-Basta de utilizar el territorio haitiano como un laboratorio invasivo por parte de Estados Unidos y sus aliados.
-Basta de tropas invasoras de la Minustah, que muy por el contrario
de lo que enuncian sus promotores cuando hablan de “ayudar al pueblo
haitiano y ejercer una misión humanitaria”, todo lo que ha dejado su
accionar es represión, ocupación, violación de niños y niñas por parte
de soldados entrenados para matar, transmisión del cólera, cuya epidemia
causó decenas de miles de muertos.
-Basta de complicidad latinoamericana con las tropas invasoras de las Naciones Unidas.
-Basta de la burla e hipocresía internacional, derivada de las
vergonzosas “misiones de ayuda”, encabezadas por el genocida
norteamericano Bill Clinton, que solo persiguen afianzar aún más los
lazos de dependencia y dominación del pueblo haitiano.
Es por ello que durante las últimas semanas Haíti se fue
convirtiendo en un escenario claramente pre- revolucionario,
produciéndose estos últimos días una masiva rebelión popular. Frente a
la tozudez criminal de Martelly y sus secuaces de querer que el acto
electoral se realizara de todas maneras, y la tibia y epistolar
respuesta de la partidocracia opositora (salvo honrosas excepciones),
miles de jóvenes decidieron tomar el futuro en sus manos y en grandes
oleadas comenzaron a recorrer las calles, primero pacíficamente,
levantando consignas contra el Consejo Electoral y pidiendo la renuncia
del Presidente. Frente a la brutal represión policial y de las tropas de
la Minustah, quienes se movilizaron comenzaron a ejercer, en respuesta,
la lógica y necesaria violencia popular. Esa que cuando surge, en las
circunstancias límites (y esta, vaya si lo es) siempre provoca
reacciones de repudio en los sectores oligárquicos y pequeño burgueses
(incluso en algunos sectores de cierta izquierda boba) que no pueden
comprender que la paciencia de los pueblos tiene límites muy claros.
En el Haití de hoy, todo lo que haga el pueblo en su autodefensa,
frente a políticos venales y uniformados invasores, está más que
justificado.
Los ejemplos de estas últimas horas son contundentes: Estudiantes,
trabajadores y luchadores de todas las generaciones atravesaron a la
carrera el bulevard La Saline. luego irrumpieron en el barrio Bel-Air y
en la ruta Delmas, al grito de “Martelly se tiene que ir. Nosotros somos
el gobierno”. En la plaza Saint-Pierre la policía y no pocos cascos
azules de la Minustah atacaron a la multitud con gases, balas de goma y
chorros de líquido irritante para la vista y la piel, pero los jóvenes
no cedieron y comenzaron a levantar barricadas y a encender neumáticos
en los cortes de calle. Las bombas molotov, las piedras y otros objetos
similares, eran la respuesta a la violencia de los uniformados que
convirtieron en pocos minutos el clima irrespirable por los gases en un
verdadero pandemónium. Coches incendiados, locales del partido
oficialista destruidos y el boca a boca advirtiendo que “nadie abandone
las calles, somos el poder popular”.
Cuando un grueso de los manifestantes invadieron con sus cantos y
protestas el bastión “martellista” de Petion-Ville, los comerciantes
cerraron sus puertas y algunos energúmenos ligados al partido de
Martelly golpearon a un joven, que fue defendido rápidamente por otros,
mientras la ira popular se desató en toda su magnitud contra vehículos y
algunos establecimientos oficiales.
Fue en ese preciso momento, que una noticia recorrió cada una de
las manifestaciones como un reguero de pólvora: “el gobierno ha decidido
no realizar los comicios el 24 por razones de seguridad”. El estallido
de alegría atronó en todo el territorio, y se redoblaron las consignas
que exigen que Martelly abandone el cargo. “Mientras él no renuncie,
nadie se irá a su casa”, gritó subido al techo de un vehículo uno de los
luchadores haitianos. Y miles de brazos se levantaron haciendo la V de
la victoria.
Así está el panorama por estas horas, a pesar del ninguneo y la
tergiversación mediática, en una nación a la que América Latina y el
Caribe le deben tanto. Entre otras cosas: los vientos libertarios de
1804 que iluminaron las luchas independentistas posteriores. Ahora, lo
que hace falta, es que en cada uno de los países donde los malos
gobiernos impulsaron invadir Haití con tropas latinoamericanas, se haga
todo lo posible para que esa vergüenza concluya de una buena vez. Y que
a cambio, las organizaciones populares del continente eleven su
solidaridad concreta con quienes en las calles están peleando con todos
los medios a su alcance por la definitiva independencia.
VER VIDEOS SOBRE LOS ULTIMOS ACONTECIMIENTOS Y LA LUCHA DEL PUEBLO HAITIANO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario