Colombia. La verdad sobre la exhumación de los restos de Camilo Torres
La
exhumación de los restos del cura, sociólogo y guerrillero Camilo
Torres Restrepo, causó revuelo entre simpatizantes y detractores de las
ideas de cambio social por él promovidas. Hay muchas dudas sobre el
destino de sus restos, justo en el marco del aniversario número 50 de su
muerte en combate.
Según
detalló el Padre Jesuita Javier Giraldo, en la mañana de ayer “se llevó a
cabo una diligencia de exhumación en el panteón militar de la Quinta
Brigada de Bucaramanga porque, desde hace un tiempo, hay indicios de que
ahí podrían haber ocultado los restos del padre Camilo Torres”. La
tumba exhumada indicaba el nombre de Mario Cáceres, un Cabo Segundo, que
figura con fecha de muerte del 14 de octubre de 1965.
Giraldo
aclaró que no es seguro que los restos encontrados sean los de Camilo, a
la vez que recordó las declaraciones del General Álvaro Valencia Tovar a
propósito: “El General dijo públicamente que él había entregado los
restos al hermano de Camilo, Fernando Torres, un médico que siempre
vivió en Estados Unidos. Ciertamente hubo un carteo, una
correspondencia entre el general Valencia y Fernando, pero también hay
indicios de que el general quiso convencer al país de que él había
entregado los restos. Eso no es cierto, hay una carta del mismo Fernando
del año 2001 en la que, después de las declaraciones del General,
Fernando lo desmiente”.
Lo único
cierto, para Giraldo, es que se cree que el destino de los restos fue
controlado por el general Valencia y que hay algunos indicios de que en
el panteón militar pueden estar los restos. “Familiares de Camilo y
personas muy allegadas, que desde hace muchos años han suspirado por la
entrega de los restos, hicieron una acción legal, una petición formal a
la Presidencia de la República para que se permitiera explorar el
osario, que se tomaran unas muestras y se confrontaran con los restos de
la madre de Camilo y para ver si corresponden”, indicó.
Para el abogado Leonardo Jaimes, también presente en la exhumación, más que un gesto de buena voluntad de parte del Presidente Juan Manuel Santos en relación al camino hacia los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional –ELN-, “es una obligación del Estado, un derecho de la familia y de la sociedad en general si asumimos que Camilo es un símbolo para América Latina y para el mundo”. En su criterio, el episodio de la exhumación es “el inicio de un proceso de dignificación, más que un gesto de buena voluntad es una obligación entregar los restos del padre Camilo Torres Restrepo”.
Para el abogado Leonardo Jaimes, también presente en la exhumación, más que un gesto de buena voluntad de parte del Presidente Juan Manuel Santos en relación al camino hacia los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional –ELN-, “es una obligación del Estado, un derecho de la familia y de la sociedad en general si asumimos que Camilo es un símbolo para América Latina y para el mundo”. En su criterio, el episodio de la exhumación es “el inicio de un proceso de dignificación, más que un gesto de buena voluntad es una obligación entregar los restos del padre Camilo Torres Restrepo”.
El papel de Camilo
Javier
Giraldo resaltó que la memoria de Camilo es muy importante dentro de la
historia de Colombia: “Su vida causó un impacto profundo en el mundo
académico, en el mundo religioso, en el mundo social y también en los
movimientos guerrilleros, es una vida muy polifacética pero muy
coherente, tiene un mensaje y un compromiso muy radical con un cambio
del país hacia un nuevo modelo de sociedad más justa, más humana,
entonces él se convirtió en un símbolo de alguien que se juega la vida
hasta las últimas consecuencias por buscar una sociedad más justa”.
En
su criterio, el tema de sus restos compete no solo a la familia (ya
quedan muy pocos familiares vivos), sino a quienes están interesados en
que Camilo tenga un espacio de referencia para su memoria: “En nuestra
tradición cultural la tumba es el contacto simbólico de la familia, de
los amigos con la persona que fallece y mucha gente reclama el espacio
de Camilo, tener el referente de su vida, de su memoria, de su
existencia física”.En los últimos 50 años se han presentado muchas manifestaciones para reclaman los restos de Camilo, empezando por su mamá, quien acudió ante el papa Pablo VI en su visita a Colombia: “Ella escribió una carta muy conmovedora pidiéndole al papa que le ayudara a rescatar los restos. También le escribió al presidente de esa época, el Carlos Lleras Restrepo con fundamentos legales; acudió al derecho de petición y citó artículos de la Constitución y la legislación colombiana. El presidente ni siquiera le respondió. Hay un clamor que ha atravesado cincuenta años”, manifestó el Padre Giraldo.
Ilegalidad, incumplimiento y mentira
El
paradero real de los restos de Camilo es un secreto que Javier Giraldo
calificó de ilegal: “En la petición que se hizo se citaron tratados
internacionales que han sido violados como, por ejemplo, los convenios
de Ginebra de 1949, firmados por Colombia en 1960. Hay toda una
jurisprudencia del Comité del Pacto de las Naciones Unidas, que es la
entidad que vela por el cumplimiento del pacto internacional de derechos
civiles y políticos y que ha examinado las denuncias de otros países en
donde se presentó el ocultamiento de restos y produjo sentencias en
donde se condenó a esos países. En ellas, se asegura que el ocultamiento
de restos es equivalente a la tortura, que esta proscrita en el Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos”.
Por último,
el Padre insistió en que este proceso apenas está iniciando: “Las
pruebas científicas son demoradas pero por lo menos se ha iniciado ese
proceso para descartar si todos los indicios que apuntan a este sitio
son válidos”.
Martes, 26 Enero 2016
Fotografías aportadas por Equipo Jurídico Pueblos y Colectivo Frente Unidohttp://colombiainforma.info/cultura/recordando/3032-la-verdad-sobre-la-exhumacion-de-los-restos-de-camilo-torres
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