Colgate-Palmolive y sus tácticas para el desabastecimiento programado (+Infografía)
Lo
dice la Ley Antimonopolio, en su artículo 12 (pág. 8), donde prohíbe la
cartelización, y una de sus expresiones concretas en la guerra
económica es la reducción de la producción para fines de manipulación en
torno al desabastecimiento programado en Venezuela. Las denuncias
públicas en este apartado llegaron a la Superintendencia Nacional para
la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde).
Por
ello la entidad anunció el día martes 15 de marzo que inició un proceso
de inspección y fiscalización en la transnacional Colgate-Palmolive.
En
una nota de prensa publicada en su página web, la Sundde explicó que el
procedimiento se realiza de manera simultánea en su sede administrativa
ubicada en Los Cortijos, Caracas, y en su planta productora ubicada en
Valencia, estado Carabobo, bajo el acta de fiscalización número
27144-2016.
Trabajadores denuncian la guerra transnacional
La
ausencia en los anaqueles venezolanos de los artículos de higiene
personal y de limpieza del hogar elaborados por la empresa
Colgate-Palmolive responden a una decisión política, ya que la compañía
empaca sólo presentaciones grandes, con lo cual la oferta en el mercado
disminuye hasta un 80%.
Así lo
afirmaron trabajadores de la transnacional en Venezuela al diario
Últimas Noticias, quienes aseguraron que la simplificación de la
producción que adelanta la empresa desde hace unos dos años
aproximadamente, consiste en destinar el total de la materia prima para
las presentaciones mas grandes (mayor contenido) y de esa forma
disminuir los productos disponibles y en consecuencia, las oportunidades
de compra.
“Se mantiene la
producción (medida en toneladas), pero disminuye significativamente
cuando se calcula en unidades empacadas”, denunciaron Carlos Rodríguez,
secretario de actas y correspondencia; Félix Bello, secretario general; y
Ernesto Moya, secretario de disciplina del Sindicato Nacional de
Trabajadores de Colgate-Palmolive.
Rodríguez
explicó que en el caso del suavizante, anteriormente se producían 140
mil unidades de diversos tamaños y precios (con 50 toneladas de materia
prima). Ahora, con la misma cantidad, sólo se empacan 5 mil unidades de
las presentaciones más grandes, que son también las más costosas.
Esta
disminución arropa los casos de la crema dental Colgate, el suavizante
Soflán, el lavaplatos Axión y los detergentes ABC y Ajax.
“Las
grandes empresas nunca han trabajado a pérdida. Las decisiones
gerenciales que se han planificado y tomado no responden a razones
administrativas ni por costos de producción. Hay un interés en atacar la
gestión del presidente Nicolás Maduro a través del desabastecimiento
planificado y el malestar que eso causa en los consumidores”, aseguró
Félix Bello.
Chupadólares y táctica corporativa
Colgate
durante 2004-2012 recibió 588 millones de dólares vía Cadivi. Pero nada
más durante 2014 tuvo en su haber 109 millones de dólares por medio de
Cencoex, es decir, aproximadamente un 35% más en 2014 que lo que venía
recibiendo durante 2004-2012 mensualmente. Sin embargo, el
desabastecimiento planificado a través de la táctica guerra económica
dirigida a reducir la oferta en el marco de una guerra perceptiva que
estimula mayor demanda hacia estos productos con la llamada “escasez”,
supone también grandes beneficios financieros para esta corporación que
malbarata y estafa a la población con los dólares (subsidiados)
asignados por el Estado venezolano.
Este
no es el primer caso de denuncia a corporaciones por actos de sabotaje
en la producción venezolana. Trabajadores de Empresas Polar, Coca-Cola,
Kimberly Clark, Procter&Gamble, General Motors, han aseverado en
reiteradas oportunidades que esas compañías impulsan la guerra económica
en Venezuela.
Con esta medida, la
Sundde busca restituir los procesos de producción con el fin de
garantizar el cumplimiento de la ley antimonopolio en menoscabo de las
pretensiones de guerra y de desestabilización directa en lo económico de
una de las principales corporaciones globales de productos de consumo
personal.
Algunos datos y comentarios complementarios de esta nota fueron aportados por el equipo de redacción de Misión Verdad.
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