OPERACIÓN "MIRAGE": LAS ABDUCCIONES SECRETAS DE LA C.I.A. (1ª PARTE)
¿Qué ocurriría si buena parte de los archivos de los investigadores OVNIs fueran fruto de un gigantesco engaño?. ¿Qué pasaría si algunos de los incidentes ufológicos mas importantes de la historia fueran el resultado de una terrorífica experimentación clandestina?. ¿Existe una gran operación de inteligencia para manipular el fenómeno OVNI desde sus inicios?. ¿Es la CIA la responsable de algunas de las abducciones más célebres de la literatura ufológica? ...
Para conocer que puede haber de verdad en todo esto, vamos a desgranar, quizás, uno de los episodios más siniestros en la historia de los servicios de inteligencia norteamericanos. Unos oscuros sucesos que podrían estar vinculados con el origen de muchos mitos originados en torno a los platillos volantes …
EL ORIGEN
En el año 1953, en plena efervescencia del fenómeno OVNI en los Estados Unidos, la CIA organizó, con el beneplácito de la USAF, un comité de estudio dirigido por el Dr. H. P. Robertson y otros destacados científicos para intentar esclarecer, de cara a la opinión pública, este incipiente enigma. Las conclusiones del "Panel Robertson" no se hicieron esperar:
- Los OVNIS no son hostiles y nada prueba que se deban revisar las ideas científicas corrientemente admitidas.
- Las alertas continuas a las que dan lugar sus apariciones podrían camuflar los eventuales indicios de acciones realmente hostiles.
Además, la posibilidad de una histeria colectiva ante una invasión espacial inexistente, otorga un amplio margen de maniobras para una guerra psicológica desencadenada por los enemigos potenciales de Norteamérica.
Una de las primeras manipulaciones de la CIA consistió en camuflar los vue- los del avión espía U2 como incidentes OVNIs |
El Panel Robertson recomendaba encarecidamente que la población fuera instruida para saber interpretar mejor lo que estaban viendo en los cielos; globos sonda, aviones, reflejos, etc., intentando así, desmitificar por completo el Fenómeno OVNI. Pero, posiblemente, las conclusiones del Panel Robertson provocaron un nuevo y desconocido interés de la CIA por los “platillos volantes”. La posibilidad de que las “creencias” en OVNIs pudieran ser utilizadas como un “arma de guerra” o como un “camuflaje perfecto” por el enemigo comunista, hizo mover ficha a los expertos de la agencia. El investigador Manuel Carballal en su imprescindible libro “Los Expedientes Secretos” (2001) afirmaba que: “ya a principios de los cincuenta el Panel Robertson llegó a la conclusión de que era militarmente posible aprovecharse de los OVNIS”.
Una de las primeras manipulaciones de la CIA fue “ocultar” a la población norteamericana la existencia del avión espía U-2. Carballal lo explicaba perfectamente en su obra: “Según confiesa la CIA, los militares que investigaban los OVNIs -es decir, los responsables del Proyecto Libro Azul-, conocedores del secreto del U-2, buscaron explicaciones naturales para justificar los avistamientos, atribuyéndolos a “cristales de hielo”, “inversiones de temperatura”, etc.”. La misma CIA lo confesó décadas después al informar que “una vez el U-2 comenzó sus vuelos de prueba (1955), pilotos comerciales y controladores de tráfico aéreo comenzaron a informar con mayor frecuencia de OVNIs. Los primeros U-2 eran de color plata (mas tarde se pintaron de negro) y reflejaban los rayos del sol, especialmente a la salida o al ocaso de este. A menudo se apreciaban como objetos ardientes a observadores situados bajo ellos”. Pero esto sólo era el principio, de un vasto plan más siniestro y terrorífico. LA CIA había comprendido que las distintas creencias generadas en torno a los OVNIs ofrecían un amplio marco de acción para las experimentaciones clandestinas …
El director de la CIA Allan Dulles, quien auto- rizó la puesta en marcha del proyecto utrase- creto conocido como MK-Ultra |
Coincidiendo con la reunión del Panel Robertson, en 1953, la CIA creó el infausto proyecto MK ULTRA donde médicos y científicos, auspiciados por el gobierno estadounidense, cometieron todo tipo de experimentaciones y torturas psicológicas, con pacientes no voluntarios, más propias de los doctores nazis que de un país civilizado. Los objetivos de estas prácticas eran el desarrollo de técnicas y drogas capaces de controlar y doblegar la mente humana, para utilizarlas en interrogatorios o, por ejemplo, para otra de las grandes aspiraciones de la CIA, la “creación” de asesinos hipno-programados. No en vano, en 1957, el inspector general de la CIA, Lyman Kirkpatrickel, emitió un memorándum interno del proyecto MK ULTRA donde dejaba claro que sus siniestras investigaciones debía permanecer en el más estricto secreto: “Se deben tomar precauciones no solo para proteger las operaciones de fuerzas enemigas, sino para ocultar estas actividades del público americano en general. El conocimiento de que la Agencia está conduciendo actividades ilícitas y poco éticas podría tener repercusiones serias en los círculos políticos y diplomáticos.”
Una de las drogas “favoritas” del MK ULTRA era el LSD, que administró sin ningún tipo de control, ni pudor, sobre cientos de enfermos mentales, voluntarios, prisioneros de guerra, presidiarios, prostitutas, militares, secuestrados, políticos, etc.. La dietilamida de ácido lisérgico (LSD) es una potente droga psicodélica semisintética cuyos efectos incluyen alucinaciones con los ojos abiertos y cerrados, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo, desconexión de la realidad y disolución del ego. Curiosamente muchos de los efectos de estas drogas están muy asociados a las experiencias OVNIs: “Ilusiones y/o alucinaciones, alteraciones en el tiempo, las distancias, las formas, y distorsión de imágenes y colores”.
El escritor y experto en servicios secretos Eric Franttini concedió una entrevista al medio “Estrella Digital” (2008) donde explicaba perfectamente los orígenes y desarrollo del MK ULTRA: “MKUltra, fue una operación que se inició con Eisenhower, se desarrolló con Kennedy y finalizó con Johnson. La idea de MKUltra era conseguir mediante el uso de sustancias químicas como LSD, curare, opio y muchas otras más, el interrogatorio perfecto. Es decir, se les inyectaba a mendigos, prostitutas y enfermos mentales estadounidenses para ver como reaccionaban cuando eran interrogados. Si daba resultado, esta sustancia era probada en prisioneros del Vietcong. Se calcula que MKUltra afectó a cerca de 11.000 ciudadanos de Estados Unidos. Por ejemplo a Kennedy, le preocupaba tanto que la prensa descubriese MKUltra que ordenó que todos los experimentos fueran trasladados al Allan Memorial Institute, en Canadá. MKSearch, ampliación de MKUltra, fue una operación que se inició con Johnson, y se desarrolló y finalizó con Nixon. MKSearch consistía en la búsqueda del asesino perfecto. La idea era la de lavar el cerebro a una persona, para conseguir que al oír una palabra clave, se conectase y se convirtiese en un asesino. La CIA se gastó millones de dólares en este experimento. Los dos hombres que dirigieron MKUltra y MKSearch fueron los doctores Sydney Gottlieb y Ewen Cameron. Cameron había sido asesor en los juicios de Nuremberg y estudió todos los experimentos que había realizado Mengele en los campos de exterminio nazis. Muchos de esos experimentos le sirvieron como base para algunos programas dentro de MKUltra.”
Sidney Gottlieb, creador y director del proyec- to MK-Ultra |
Algunos de los espantosos objetivos del MK ULTRA fueron expuestos en el año 1973, tras la investigación emprendida por el Subcomité de Salud e Investigaciones Científicas del Senado Norteamericano. Así el público estadounidense pudo conocer, horrorizado, que la CIA había estado amparando de forma incontrolada e irresponsable, la investigación, búsqueda y desarrollo de: “sustancias orientadas a promover el pensamiento ilógico y la impulsividad, sustancias que prevengan o contrarresten los efectos de las intoxicaciones por alcohol, otras sustancias que de manera contraria potencien los efectos del alcohol, sustancias que provoquen de manera artificial los síntomas de enfermedades desconocidas, sustancias que promuevan la inducción a la hipnosis (narco-hipnosis), que permitan al individuo resistir a la privación, coerción, tortura y el “lavado de cerebro”, sustancias que provoquen amnesia, sustancias y métodos físicos que provoquen el shock, productos que provoquen la invalidez en las piernas o anemias graves, sustancias que provoquen euforia duradera, productos que provoquen la desestructuración mental del individuo y su dependencia de otra persona, sustancias que provoquen debilidad o distorsión en la vista y en el oído sin efectos permanentes, píldoras amnésicas para mezclar con tabaco, bebidas y comida…”.
Para tener una idea exacta de la envergadura de las experimentaciones abarcadas por la CIA hay que decir que por ejemplo, en el 1952, liberaron una pequeña cantidad de LSD en aerosol en un vagón de metro de Nueva York para ver la reacción de los pasajeros (toda la información sobre este incidente se destruyó en 1973). Y un año más tarde, en 1953 un vehículo circuló por Nueva York, durante 128 kilómetros, emitiendo un gas experimental sobre toda la ciudad a través del tubo de escape. En San Francisco un gas biológico, con efectos de desorientación, fue lanzado desde el puente Golden Gate, con la intención de cubrir toda la ciudad. Las conclusiones de las autoridades fueron devastadoras para la conciencia del pueblo americano: “Desde su inicio en los albores de la década de los 50, hasta su terminación en 1963, el programa de administración subrepticia de LSD a sujetos no-voluntarios, demuestra el fracaso de la CIA en mostrar la debida atención a los derechos individuales. A pesar de conocer que el experimento era peligroso, las vidas de los sujetos fueron puestas en riesgo e ignoradas. A pesar de que era evidente que las leyes de los Estados Unidos estaban siendo violadas, la experimentación continuó".
La CIA también subvencionó decenas de terribles ensayos destinados al desarrollo de implantes cerebrales que pretendían controlar la voluntad humana con fines militares. Por ejemplo, en octubre de 1963 la agencia llevó a cabo, con 24 prisioneros vietnamitas, un nefasto experimento en un laboratorio improvisado en un aeródromo a las afueras de Saigón. A todos los soldados cautivos se les sometió a una complicada y peligrosa intervención quirúrgica, sin las condiciones médicas adecuadas, y se les implantó un dispositivo eléctrico en el cerebro con la finalidad de provocarles comportamientos violentos.
La guerra de Vietnam fue un perfecto campo de pruebas para el proyecto MK-Ultra |
Pero lo que muchos investigadores se preguntaban, a tenor de todas estas informaciones, era si la CIA y otras agencias de inteligencia habían podido conducir algunas de estas experimentaciones clandestinas cobijándose tras la “tapadera” OVNI …
(Fuente: http://caravaca.blogspot.com.es)
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