Perú. Campesinos de Aucallama denuncian sembrado de armas y drogas para sacarlos de sus tierras
Mariátegui
En
conferencia de prensa realizada en el Congreso de la República,
comuneros de la Comunidad Campesina de Aucallama (Huaral - Lima)
denunciaron el abuso que recibieron por parte de la Policía Nacional
del Perú hace unas semanas. La madrugada del jueves 18 de febrero, las
familias de la comunidad fueron intervenidas bajo el argumento de portar
armas de fuego y llevar con sigo estupefacientes. Producto de esto 21
mujeres y hombres fueron maltradados y llevados a prisión; luego de 15
días han sido puestos en libertad.
Las
pruebas oficiales que les hicieron para determinar su contacto con
armas de fuego y drogas resultaron negativas, lo que pone en evidencia
que se trataría de sembrado de estas pruebas por parte de grupos de
poder interesados en quitarles sus tierras. La Dirección de
Investigación Criminal, responsable de esta intervención tiene que
responder por este problable abuso de poder.
En
conferencia de prensa, la presidenta de la Comunidad Carmen Castillo
Pretel negó que los campesinos de Aucallama sean delincuentes y denunció
que la intervención de la Policía Nacional del Perú fue para
amedrentarlos pues es el operativo se da en un contexto en que vienen
recibiendo serias amenazas contra la vida de las familias asentadas en
dicha comunidad, a pesar de que estas gozan de título de propiedad. La
misma dirigente ha denunciado en reiteradas ocasiones que la han
amenazado de muerte por vía telefónica y mediante mensajes fúnebres que
han llegado a su domicilio.
Carmen
Castillo, quién ha promovido la gobernanza democrática de las tierras
comunales facilitando la tenencia a los hijos herederos de la comunidad,
teme por su vida y la de sus hijos. Le preocupa también más abusos
sobre las familias campesinas de la comunidad. Hasta el momento, han
presentado quejas a la Inspectoría General de la PNP y a los fiscales
locales para que sigan y reporten lo que viene ocurriendo contra el
derecho a la tierra y territorio de las comunidades campesinas.
Para
Antolín Huáscar, presidente de la Confederación Nacional Agraria, no es
admisible que las fuerzas del orden que deberían proteger a las
propiedades comunales e individuales de las personas se presten a
denigrar la dignidad de los comuneros sembrándoles armas y drogas para
beneficiar a las mafias que precisamente quieren quitarle las tierras a
estas familias.
Los
comuneros esperan justicia y que los organismos del Estado puedan
sancionar los abusos de malos policías y hacer efectiva la justicia
contra los traficantes de tierras.
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