Bancos de EE.UU. contra el terrorismo: ¿una paranoia peligrosa?
Los bancos de EE.UU. han cerrado miles de cuentas por considerar sospechosos a sus propietarios, informa el portal ruso 'Vestifinance', que analiza los pros y contras de esta política.
Los bancos estadounidenses han cerrado miles de cuentas cuyos propietarios eran personas o entidades que fueron consideradas sospechosas, de riesgo o difíciles de controlar, incluidas muchas empresas dedicadas a la transferencia de dinero, bancos extranjeros y organizaciones no gubernamentales que trabajan en el extranjero, informa el portal 'Vestifinance', que analiza los pros y contras de esta política.
Según explica el portal ruso, las cuentas se cierran por miedo a que los clientes puedan beneficiarse del sistema financiero, o perseguir objetivos que no son bien vistos por Washington.
El flujo de dinero se oculta, y es contraproducente para el propósito original, que era controlar el flujo de dinero
"Al igual que las empresas de telecomunicaciones ayudaron a la Agencia Nacional de Seguridad, se requiere que los bancos y otras instituciones financieras identifiquen y reporten señales de la financiación del terrorismo y el lavado de dinero", reza el artículo, que agrega que la introducción en el 2001 de la Ley Patriota, que amplía las facultades del Gobierno federal para investigar las actividades terroristas y enjuiciar a las personas sospechosas de dicha actividad, ha dado lugar a un crecimiento sin precedentes del flujo de datos de los clientes proporcionados por los bancos y otras instituciones financieras.
Como resultado de la adopción de esta y otras leyes, las autoridades comenzaron a recibir millones de informes que incluían nombres, direcciones y otros datos de las personas que los bancos señalaban como sospechosas.
Los analistas del portal indican que, según las autoridades estadounidenses, la ventaja de este sistema es que ha aumentado la capacidad para resolver los delitos relacionados con el fraude, el tráfico de drogas y la financiación del terrorismo.
Muchos funcionarios creen que es una de las fuentes más importantes que se utilizan en la lucha contra el Estado Islámico, y las exigencias de EE.UU. para los bancos e instituciones financieras ahora son estudiadas para ser introducidas en otros países.
Otra cara de la moneda
Por otro lado, para 'Vestifinance', el problema es que las empresas a las que les han negado el servicio buscan alternativas, hasta incluso el transporte de dinero en el extranjero en bolsas, práctica que deja al sistema bancario global sin millones de dólares.
Las transacciones que podrían llevarse a cabo legalmente y de forma transparente, pueden pasar a la clandestinidad
"El flujo de dinero se oculta, y es contraproducente para el propósito original, que era controlar el flujo de dinero", cita el portal al experto Dilip Ratha, economista del Banco Mundial, quien califica esta situación de "una paradoja".
El controlador de la moneda de EE.UU., Thomas Curry, también reconoció el potencial peligro en una conferencia internacional de banqueros y reguladores en Washington, donde advirtió de que "las transacciones que podrían llevarse a cabo legalmente y de forma transparente, pueden pasar a la clandestinidad".
Las propias autoridades estadounidenses dicen que no quieren que los bancos se nieguen a abrir una cuenta a esta categoría de clientes, ya que de lo que se trata es de mantener dichas cuentas bajo control, no evitarlas.
Además, el artículo subraya que la detección de la financiación del terrorismo es una tarea muy difícil, ya que por lo general, los terroristas no utilizan el sistema financiero formal, y los casos en que lo hacen, las cantidades no suelen ser lo suficientemente grandes como para levantar sospechas.
RT
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