viernes, 1 de abril de 2016

El Banco de España advierte del riesgo político para la economía


economia.elpais.com

El Banco de España advierte del riesgo político para la economía

Luca Costantini

La economía española se desacelera. Ese es el pronóstico del Banco de España, que no se cree las previsiones del Gobierno de que el producto interior bruto (PIB) seguirá creciendo en torno al 3% tanto este año como el próximo. Además, subraya que los riesgos para la economía han "empeorado apreciablemente en los últimos meses". Y entre esos riesgos, el organismo destaca la incertidumbre política, como previamente había hecho la Comisión Europea. La falta de Gobierno puede frenar el consumo y la inversión, según el organismo, que empeora sus previsiones sobre la economía española por primera vez en tres años.
"Las dudas acerca del curso futuro de las políticas económicas podrían incidir negativamente en las decisiones de gasto de los agentes privados, especialmente si la actual situación de incertidumbre política se prolongase en el tiempo", ha señalado este viernes el organismo con motivo del informe trimestral de proyecciones incluido en su Boletín Económico.
El Banco de España reconoce que, "en la medida en que esta incertidumbre abarca ámbitos diferentes", como la política presupuestaria o la agenda de reformas, estimar su impacto macroeconómico resulta extraordinariamente complejo. Pero, el director general de Economía y Estadística, Pablo Hernández de Cos, incidió en la posibilidad de que una incertidumbre política prolongada en el tiempo pueda reflejarse negativamente en el consumo y las inversiones. "Reducir la incidencia de estos riesgos requiere priorizar tanto la culminación del proceso de consolidación fiscal, que resulta esencial para mantener la confianza, como perseverar en la aplicación de las reformas estructurales", señaló Hernández de Cos.
A esos riegos internos se unen otros externos, como las tensiones en los mercados financieros internacionales, la fragilidad de algunos mercados emergentes y la intensificación de las tensiones geopolíticas, agrega el organismo en su informe. Sus proyecciones sobre la desaceleración económica se inscriben en un contexto global de ralentización. "No percibimos en España elementos diferenciales con otras economías", dijo Hernández de Cos, agregando que "la desaceleración en España es la misma que en otros países de la eurozona".
El servicio de estudios del organismo que dirige Luis María Linde ha rebajado la previsión de crecimiento para este año una décima, hasta el 2,7%, frente al 3% que preveía el Gobierno. Además, prevé que el frenazo continuará el año próximo, en el que la economía crecerá un 2,3%, según sus previsiones, frente al 2,9% del cuadro macroeconómico del Gobierno de Mariano Rajoy. Con respecto a la actividad del Ejecutivo, Pablo Hernández de Cos apreció las reformas en el mercado laboral y en las pensiones, pero recalcó la necesidad de que el próximo Gobierno profundice en dichos campos. "No se trata del signo del Ejecutivo, sino de las medidas que tomará", dijo.

Exceso de déficit

El frenazo en el crecimiento económico será una dificultad añadida para reducir el desbocado déficit público, que en 2015 fue del 5,2%, un punto por encima de lo acordado con la Comisión Europea. En los Presupuestos para este año, el crecimiento previsto era del 3%. Un menor crecimiento se traduce normalmente en menores ingresos por recaudaciones y mayores gastos por prestaciones.
"En 2015 hubo una desviación importante del déficit", subrayó este viernes el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien declaró que el crecimiento del PIB (2,7%, en 2016, y 2,3%, en 2017) es "compatible" con el déficit proyectado. Todo dependerá, añadió, de las medidas que las autoridades tomarán para corregir los posibles desequilibrios, incidiendo en la necesidad de llevar adelante una profundización en ámbitos como la reforma laboral o el aumento de competitividad del mercado de servicios.
El instituto advirtió, sin embargo, sobre la posibilidad de que tratar de corregir ese déficit puede suponer un frenazo económico aún mayor del ya esperado por su servicio de estudios: "La adopción de medidas presupuestarias adicionales (...) podría alterar el perfil de crecimiento del producto, comportando costes en el corto plazo y generando beneficios, en términos de las ganancias de confianza correspondientes, que solo se harían totalmente visibles transcurrido un tiempo", indicó el Banco de España en su Boletín Económico.
El organismo cree que el periodo expansivo continuará, pero a menor ritmo, "a medida que pierdan fuerza algunos de los factores que han impulsado recientemente el avance del producto, tales como las sucesivas bajadas del precio del petróleo registradas desde mediados de 2014, la depreciación del tipo de cambio del euro observada durante buena parte de 2015, la moderación de los costes de financiación que se ha producido en los últimos años o el tono más expansivo de la política fiscal en el pasado ejercicio".

Crecimiento del 0,7% en el primer trimestre

El Banco de España cree que esa desaceleración de la actividad económica ya se ha empezado a notar en el primer trimestre del año, en el que, según sus estimaciones, el PIB ha crecido un 0,7% trimestral, frente al 0,8% de los últimos tres meses de 2008.
En cuanto a los precios, el Banco de España cree que la inflación media del año será negativa en una décima, muy condicionada por la evolución del precio del petróleo. El nuevo pronóstico del -0,1% supone una rebaja de ocho décimas frente al anterior. El Banco de España señala que, "en ausencia de nuevas perturbaciones", los precios empezarán a repuntar en la segunda mitad de año y llevarían la inflación media al 1,6% en 2017.
El Banco de España justifica la rebaja de su previsión de crecimiento para este año en "una ligera revisión a la baja en el crecimiento mundial, una apreciación del tipo de cambio efectivo del euro y un descenso en las cotizaciones bursátiles".
El crecimiento seguiría apoyándose en la demanda nacional y, en particular, en el consumo de los hogares, gracias a "la buena evolución esperada del empleo y, en el corto plazo, a algunos elementos de carácter transitorio, como las recientes caídas del precio del petróleo". "La desaceleración prevista para la inversión empresarial se debe al debilitamiento transitorio de los mercados exteriores y el fortalecimiento del euro", añade el organismo.

Creación de empleo

En el mercado de trabajo, el Banco de España tampoco se cree las previsiones del Gobierno. Aun así, considera que "se continuaría creando empleo a tasas elevadas en relación al crecimiento del producto, en un entorno en el que los costes laborales aumentarían de forma moderada". esa creación de empleo llevaría a rebajar la tasa de paro, que al final de 2017 se situaría ligeramente por encima del 18% de la población activa, de nuevo peor de lo que esperaba el Gobierno.
El Banco de España prevé que la tasa de paro se sitúe de media en el 20,3% este año y en el 18,9% en 2017, claramente por encima del 19,7% y del 17,6% que calculaba el Gobierno de Rajoy hace solo unos meses, al presentar el escenario macroeconómico para los Presupuestos de 2016.

El déficit de este año será muy superior al acordado

El Banco de España no cree que España vaya a cumplir tampoco este año lo acordado con Bruselas en materia de déficit público. Tras el incumplimiento de 2015 por unos 10.000 millones, la desviación de este año va camino de ser aún mayor, del orden de los 18.000 millones, con respecto a lo pactado con la Comisión Europea.
En 2015, el déficit cerró en el 5,2% del producto interior bruto (PIB), un punto más de lo acordado con las autoridades europeas. Para este año, el compromiso del Gobierno de Mariano Rajoy era reducir el déficit al 2,8% del PIB, pero el Banco de España calcula  que se quedará en el 4,4%. Con un Gobierno en funciones sin capacidad para tomar medidas adicionales y un panorama bastante nublado para la formación de un nuevo Gobierno, la reducción del déficit será mucho menor de lo que calculaba el Gobierno, según el organismo.
De hecho, la desviación continuará y se ampliará en 2017, en que el Banco de España calcula que el déficit será aún del 3,4%, de nuevo muy por encima del 1,4% que apuntó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en su optimista escenario macroeconómico.

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