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Director de ingeniería de Google: La inmortalidad solo es el comienzo - RT
Conozca el futuro de la humanidad y la
inteligencia artificial, según el futurólogo e inventor Ray Kurzweil.
Dentro de
10 o 15 años, la humanidad sabrá "prolongar su vida de manera
indefinida", según estima el futurólogo, inventor y director de
ingeniería de Google Ray Kurzweil.
Durante su intervención en el programa NewsHour del canal estadounidense PBS, Kurzweil prometió que la humanidad aprenderá a lidiar con todas las enfermedades gracias a que unos nanorobots circularán por nuestros vasos sanguíneos para controlar el estado del organismo y combatirán los factores dañinos.
Al mismo tiempo, la mayor parte de nuestro cerebro se convertirá en una especie de disco duro. De este modo, si se borra una parte de nuestro conocimiento, se podrá recuperar cargando la información necesaria.
Respecto al desarrollo de las tecnologías informáticas, alrededor de 2040 alcanzaremos la 'singularidad' —la fusión de la inteligencia artificial y el cerebro humano— para formar un superhombre.
Sin embargo, los pronósticos de Kurzweil para el futuro próximo son menos impactantes y, a veces, provocan escepticismo en algunos de sus críticos. Por ejemplo, este inventor predijo que en 2019 cada persona del planeta podría satisfacer sus necesidades básicas gracias al crecimiento económico, que las casas inteligentes se propagarán por todas partes, que las lentes de contacto ofrecerían realidad virtual y aumentada y que la capacidad de una computadora de 1.000 dólares será equiparable a la del cerebro humano.
Respecto a los robots, este futurólogo estima que se introducirán de manera paulatina, primero como asistentes caseros y luego como una parte obligatoria para realizar la conducción guiada de los coches, hasta llegar a los nanorobots presentes en nuestros organismos.
En la década de los 30, Kurzweil considera que el avance de la inteligencia artificial será tan drástico que demandará que se reconozca que cuenta con consciencia y, a partir de ese momento, se empezará a borrar la frontera entre la conciencia humana y la artificial.
Al mismo tiempo, se tratará a la biología como a la programación —ese enfoque permitirá 'codificar' al hombre nuevo y ofrecerá la posibilidad de 'actualizar' el cuerpo humano—, aumentará la velocidad de Internet y de los sistemas introducidos en el organismo y la inteligencia artificial superará a la del ser humano en milliones de veces.
Esta evolución se culminará en 2045, cuando todo el planeta se convertirá en una sola computadora. Las tareas posteriores de la humanidad, que ya estará fundida con su propia criatura, se centrarán en la exploración del universo, el ajuste de las normas físicas y los viajes a otras dimensiones.
En sus predicciones, Kurzweil no considera muchos factores que podrían obstaculizar esos avances, desde guerras hasta factores políticos, pasando por las desigualdades sociales, el cambio climático e, incluso, la carencia de agua dulce.
Aun así, el inventor es conocido porque algunos de sus pronósticos sí se cumplieron. Una de sus predicciones más precisas tuvo lugar en 1990, cuando auguró que en ocho años el intelecto artificial vencería al humano jugando al ajedrez y la computadora Deep Blue venció al campeón Gari Kaspárov en 1997.
El futurólogo también previó el dominio de las redes inalámbricas de transmisión de datos para principios de este siglo y el desarrollo y presencia omnipresente de Internet.
Durante su intervención en el programa NewsHour del canal estadounidense PBS, Kurzweil prometió que la humanidad aprenderá a lidiar con todas las enfermedades gracias a que unos nanorobots circularán por nuestros vasos sanguíneos para controlar el estado del organismo y combatirán los factores dañinos.
Al mismo tiempo, la mayor parte de nuestro cerebro se convertirá en una especie de disco duro. De este modo, si se borra una parte de nuestro conocimiento, se podrá recuperar cargando la información necesaria.
Respecto al desarrollo de las tecnologías informáticas, alrededor de 2040 alcanzaremos la 'singularidad' —la fusión de la inteligencia artificial y el cerebro humano— para formar un superhombre.
Sin embargo, los pronósticos de Kurzweil para el futuro próximo son menos impactantes y, a veces, provocan escepticismo en algunos de sus críticos. Por ejemplo, este inventor predijo que en 2019 cada persona del planeta podría satisfacer sus necesidades básicas gracias al crecimiento económico, que las casas inteligentes se propagarán por todas partes, que las lentes de contacto ofrecerían realidad virtual y aumentada y que la capacidad de una computadora de 1.000 dólares será equiparable a la del cerebro humano.
Respecto a los robots, este futurólogo estima que se introducirán de manera paulatina, primero como asistentes caseros y luego como una parte obligatoria para realizar la conducción guiada de los coches, hasta llegar a los nanorobots presentes en nuestros organismos.
En la década de los 30, Kurzweil considera que el avance de la inteligencia artificial será tan drástico que demandará que se reconozca que cuenta con consciencia y, a partir de ese momento, se empezará a borrar la frontera entre la conciencia humana y la artificial.
Al mismo tiempo, se tratará a la biología como a la programación —ese enfoque permitirá 'codificar' al hombre nuevo y ofrecerá la posibilidad de 'actualizar' el cuerpo humano—, aumentará la velocidad de Internet y de los sistemas introducidos en el organismo y la inteligencia artificial superará a la del ser humano en milliones de veces.
Esta evolución se culminará en 2045, cuando todo el planeta se convertirá en una sola computadora. Las tareas posteriores de la humanidad, que ya estará fundida con su propia criatura, se centrarán en la exploración del universo, el ajuste de las normas físicas y los viajes a otras dimensiones.
En sus predicciones, Kurzweil no considera muchos factores que podrían obstaculizar esos avances, desde guerras hasta factores políticos, pasando por las desigualdades sociales, el cambio climático e, incluso, la carencia de agua dulce.
Aun así, el inventor es conocido porque algunos de sus pronósticos sí se cumplieron. Una de sus predicciones más precisas tuvo lugar en 1990, cuando auguró que en ocho años el intelecto artificial vencería al humano jugando al ajedrez y la computadora Deep Blue venció al campeón Gari Kaspárov en 1997.
El futurólogo también previó el dominio de las redes inalámbricas de transmisión de datos para principios de este siglo y el desarrollo y presencia omnipresente de Internet.
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