Berlín,
24 jun (PL) Un ambiente tenso muestra hoy la economía alemana debido a
la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), mientras los
delegados de las principales organizaciones financieras germanas exigen
claridad en el asunto.
Esta conmoción se debe sobre todo a que Alemania cuenta con grandes
inversiones y numerosas empresas radicadas en el Reino Unido.
Representantes de la industria germana expresaron temores sobre las
consecuencias que se puedan derivar de forma inmediata para las
compañías de este país, que operan en suelo británico y emplean a casi
400 mil trabajadores.
La salida, conocida como Brexit, es un
mazazo para la economía germana, dijo el presidente de la Cámara Alemana
de Comercio e Industria (DIHK), Eric Schweitzer.
Refirió que es
previsible a corto plazo se produzca una nueva devaluación de la libra y
caiga la demanda de productos alemanes en el mercado británico. Añadió
que el comercio entre Alemania y Reino Unido se complicará.
El
sector exportador también mostró preocupación, y muchos de los
empresarios señalaron que la salida implica una catástrofe no solo para
los británicos, sino para Europa y Alemania.
Para el presidente
de la Federación de Comercio Exterior BGA, Anton BÂ�rner, es asombroso
que la democracia más antigua del mundo les dé la espalda a los
alemanes, primera economía en el viejo continente.
Ese pesimismo
también lo compartió este viernes, el director general de la Federación
de la Industria Alemana (BDI), Markus Kerber, quien asumió que el
brexit tendrá un impacto negativo directo en las relaciones económicas
con Reino Unido.
El sector bancario teme las posibles
consecuencias que se deriven en el corto plazo para las entidades
germanas que cuentan con negocios en Gran Bretaña.
No obstante, desde el principal banco alemán, el Deutsche Bank, aseguraron estar preparados para lo que pueda venir.
El presidente de esa casa financiera John Cryan, aseguró que esta
jornada constituye un mal día para Europa, cuando las consecuencias no
se pueden prever en su totalidad.
Señaló que tienen un gran negocio en el Reino Unido, y están preparados para amortiguar los efectos de esa salida.
El Reino Unido es el tercer mercado más importante para la compañía de
coches BMW, después de Estados Unidos y China, cuyos directivos también
están sumamente preocupados por esa salida.
De hecho, la empresa
vende más del 10 por ciento de sus automóviles en la isla, un total de
236 mil autos el año pasado. Además, esta empresa fabrica en el Reino
Unido más de 200 mil Minis y limusinas Rolls-Royce, y emplea a 24 mil
trabajadores.
mem/rfc |
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